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Tiempo de balances y valientes de cara al futuro de Atlético Tucumán

CORAZÓN DECANO

El Decano tucumano culminó 7º con 18 puntos, a dos de los últimos clasificados. De Felippe tiene contrato hasta diciembre y hay jugadores cuya continuidad no está asegurada. Con los pibes como bandera, Atlético debe tomar decisiones certeras pensando en llevar al Gigante del Norte al lugar que merece.

Abrazo Decano en la goleada ante Defensa. (Foto: Prensa Atlético Tucumán)





Los hinchas Decanos se empacharon de goles la tarde del sábado a la espera de un milagro que no ocurrió la tarde del domingo y que dejó finalmente al Club Atlético Tucumán eliminado de la Copa Liga Profesional: el equipo de Omar De Felippe terminó 7º entre los 13 equipos de la Zona B, a apenas dos unidades de Talleres e Independiente, que culminaron 3º y 4º y disputarán los Cuartos de Final.

El balance del torneo Decano es sin sudas positivo: están aprobados los primeros seis meses de la era De Felippe, que llegó a Tucumán con la difícil tarea de suceder a un entrenador de la magnitud de Ricardo Zielinski. El Soldado mostró su estilo desde el inicio del torneo, pero los resultados no acompañaron y fue allí donde Atlético perdió algunos de los puntos que le hubiesen valido la clasificación; el rendimiento fue de menor a mayor y las expectativas son altas de cara al futuro.

Atlético perdió puntos claves sobre la hora en las primeras fechas: Unión en Santa Fe le empató de tiro libre sobre el final del partido, mientras que ante Central Córdoba en Tucumán y Lanús en Buenos Aires el Decano estuvo en ventaja y terminó derrotado sobre los últimos minutos del partido. Contra Huracán, el equipo terminó aguantando con 9 y dando una importante muestra de carácter en una noche de locos bajo un diluvio que coronó rescatando un punto en desventaja cuando se reanudó el partido.

Más allá del arranque con pocos puntos, el equipo ya mostraba destellos de la idea de El Soldado: buen trato de pelota, salida limpia y mucha movilidad en ataque. Poco valía afianzar esta idea si no acompañaban los resultados. La goleada ante Comunicaciones por Copa Argentina fue el primer triunfo del ciclo y confirmó que Ramiro Carrera y Augusto Lotti eran claves en este nuevo equipo en formación.

Tras comenzar perdiendo ante Patronato, Atlético terminó goleando en El Monumental con un golazo de Ramiro Ruiz Rodríguez; Agustín Lagos comenzaba a afianzarse en el carril diestro, mientras que Nicolás Laméndola sorprendía con sus ingresos eléctricos desde el banco de suplentes. La injusta derrota en La Plata ante Gimnasia dejó buenas sensaciones: el insólito gol errado (remate de Heredia que era gol pero dio en la espalda de Lotti) dejó un gran sinsabor cuando parecía que el equipo encontraba el rumbo.

El Decano comenzó perdiendo ante Newell's en el José Fierro, pero lo dio vuelta con aquella gran corrida de Lotti y un cabezazo de Guillermo Ortiz en la noche del estreno como titular de Abel Bustos, otra gran aparición de este semestre. Sobre el final del partido, el equipo de Burgos encontró un empate que no mereció y dejó a los de De Felippe sin dos puntos que extrañó y mucho en el cierre del torneo.

El Decano se trajo tres puntos valiosos de Junín la gran tarde de Javier Toledo, que entró desde el banco para dar vuelta la historia con un hombre menos y en otra gran demostración de valentía. El Soldado optó por un planteo temeroso contra River por Copa Argentina y era tarde cuando El Decano fue con todo al ataque: fue derrota 2-1 que dejó la certeza de que el equipo no debía traicionarse y salir a especular, ni siquiera contra el equipo de Marcelo Gallardo.

Atlético se metió de lleno en la pelea la noche que se llevó puesto a Vélez en el José Fierro con goles de Junior Benítez, Lotti y las pisaditas del Gordo Mussis sobre la hora. El equipo de El Soldado llegó a La Bombonera a un punto de Boca, por entonces el último clasificado: El Decano salió dormido y los pibes de Boca tuvieron una gran tarde y el local estaba ràpidamente arriba 2-0; el descuento de Heredia con este gol, ya le marcó a los cinco grandes con la Celeste y Blanca) puso al equipo en partido, pero la roja a Erbes lo dejó sin chances y no hubo tiempo para un empate que hubiera tenido sabor a hazaña.

La derrota como local ante Talleres fue un duro golpe y quizás el punto más alto del autoboicot Decano en la temporada: asistencia magistral de Heredia para otro golazo de alta factura de Ramiro Ruiz Rodríguez para el 1-0, pero una desatención entre Risso Patrón y Guillermo Ortíz le regaló el empate a Michael Santos, que se despachó con un hattrick esa noche plagada de errores defensivos. En el entretiempo, De Felippe erró en la lectura y sacó a RRR, su jugador más peligroso, para sumar en vano hombres en defensa.

Para el final, lo mejor. Triunfazo contundente en Avellaneda ante Independiente con gol de Heredia (siempre le hace goles a los grandes) y puntos muy altos, con línea de 3/5 bien aceitada, un estreno sorprendente de Camilo Albornoz como líbero y un doble 5 con fútbol y mucha intensidad en los pies y la cabeza de Abel Bustos - Guillermo Acosta.

El Decano se despidió con una aplastante goleada a los pibes de Defensa y Justicia, con dobletes de Javier Toledo y Lotti (segundo en la tabla de goleadores con 7, detrás de los 8 de Borré), el primer grito del pibe Nicolás Laméndola y soberbia actuación de Lagos por derecha y Nicolás Romero (17 años) como stopper izquierdo. El sábado a la noche Atlético estaba cuarto, clasificado, y a la espera de un milagro de domingo que finalmente no ocurrió.

El balance del primer torneo con Omar De Felippe (post Zielinski) es positivo: si El Ruso afianzó a Osores, Risso Patrón y le dio minutos a Kevin Isa Luna y RRR, a El Soldado hay que darle crédito por afianzar a Agustín Lagos y Abel Bustos, por encontrar el mejor rendimiento de Ramiro Carrera y Leo Heredia, por afianzar a Augusto Lotti (goles Decanos que cotizan en dólares) y por mandar a la cancha a pibes como Laméndola, Albornoz, Romero, Hernán Rosales mientras otros como Kevin Nickler e Ignacio Maestro Puch ganan terreno y esperan su gran momento.

El equipo de El Soldado fue de menor a mayor, con picos muy altos y un sello muy marcado: correr y meter es obligatorio, atacar con mucha gente es prioridad. Por algo Atlético es el segundo equipo más goleador del torneo detrás de River. La línea de 3/5 permitió ganar en solidez defensiva e intensidad en la mitad de cancha, la movilidad de jugadores como Carrera y Heredia o en su momento Junior Benítez, Laméndola o Ruiz Rodríguez es peligrosa para toda defensa cuando gana las espaldas de los volantes rivales; en el área están siempre al acecho Lotti y/o Toledo; Agustín Lagos es incansable por derecho y sus centros venenosos van camino a ser marca registrada; Risso Patrón busca ganar confianza y hacer lo propio por izquierda; en el doble 5 Bustos debe ser una fija, mientras que Acosta, Erbes y Mussis han tenido altibajos y buscan su mejor versión; en la zaga hay variantes, debe buscar El Soldado el mejor trinomio; en el arco, siempre El Laucha, a quien no mencionamos porque sus atajadas milagrosas son una constante, quizás lo único inmutable en 25 de Mayo y Chile.

Tiempo de valientes

Omar De Felippe tiene contrato hasta diciembre de 2021 y debe seguir en el banco Decano. Estos últimos rendimientos deben ser la base, el puntapié inicial del Atlético que se viene, que juegue y meta en todas las canchas y contra todos, como manda la historia y la ambición de los hinchas. 

Algunos jugadores como Nicolás Aguirre y Matías Alustiza culminan sus contratos en junio: son variantes valiosas para el técnico, pero su chapa los hace añorar tener más minutos y su rendimiento no ha sido tan constante como se esperaba. Luciano Fabián Monzón y Gustavo Toledo tienen contratos vigentes y años de experiencia, pero hoy son suplentes de pibes que no regalan nada y se juegan la vida en cada pelota.

En junio también culmina el vínculo de Javier Toledo en 25 de Mayo y Chile: sería una picardía dejar partir al experimentado goleador, que con altibajos demostró que puede pelear el puesto con Lotti e incluso aportar ingresando desde el banco. No siempre luce, pero su trabajo no debe ser menospreciado. Tolegol no enamora, pero es referente y pelea todas. 

No sería una sorpresa que lleguen ofertas por jugadores con buen cartel como Guillermo Ortiz y el goleador Augusto Lotti, como tampoco que aparezcan interesados en los pibes que la rompieron este torneo y comienzan a llamar la atención de propios y extraños. También aparecerán como siempre los nombres de jugadores de mucha trayectoria como posibles refuerzos: los antecedentes han demostrado en El Decano que no alcanza con la chapa para despuntar en el José Fierro.

El patrimonio Decano hoy cotiza alto y El Soldado debe liderar a esta base de pibes que están llamados a ser los pilares del Decano del futuro que ya llegó. Un entrenador con determinación, equipo valiente en todas las canchas tanto para el combate como para el ataque, con pibes que no se achican contra nadie y una comisión directiva comprometida y con el coraje para sostener el proceso cuando el barco tambaleé deben ser el primer ladrillo para llevar a El Gigante del Norte al lugar de vanguardia que se merece el Pueblo Decano.