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Primer paso para volver a ser ese Atlético de corazón sin igual

ANÁLISIS DECANO

Atlético Tucumán recuperó la sonrisa y, de a poco, la identidad. Arrancó perdiendo y lo dio vuelta; cuando se complicaba, lo remató con dos golazos. El Decano necesita hacerse fuerte, seguir ganando y que El Monumental vuelva a ser una fortaleza.

Abrazos en El Deca tras el gol de Acosta. Foto: Prensa Atlético Tucumán.





Pasaron más de 100 días. Atlético Tucumán volvió a ganar en el José Fierro y sumó por primera vez de a tres por el torneo local bajo las órdenes de Omar De Felippe para cerrar una semana a pura sonrisa tras la victoria por Copa Argentina. Pero la goleada ante Patronato fue mucho más que eso: El Decano empezó a recuperar la identidad e inició el camino para volver a ser aquel equipo ‘de corazón sin igual’ que no se achica, saca pecho y sabe de hazañas.

El Decano empezó arriba (hasta hoy) en todos los partidos de la era De Felippe, pero no ganó ninguno. Mediante la infalible Ley del Ex, Patronato se puso en ventaja con un cabezazo de Dylan Gissi, que hasta pidió perdón. Atlético jugaba mal y la visita se acomodaba en el partido cuando el pibe Lagos volvió a meter la pelota al área, y ésta cayó servida a los pies de Guillermo El Bebe Acosta.

En alevoso offisde, el 8 remató de derecha para poner el 1 - 1 y sacarse toda la mufa. Semanas atrás se rompió su racha histórica: puso el 1-0 ante Lanús, pero el Grana lo dio vuelta. Hasta ese partido, siempre que había convertido, El Deca había ganado o al menos empatado. Mientras busca recuperar su mejor versión, al menos comienza a recuperar su idilio con la red.

Bebe Acosta se saca la mufa.

Después del empate, Atlético no se conformó y buscó imponer condiciones, pero cuando la visita lo presionó le llevó peligro. Allí apareció Él. El UNO. Como siempre, Cristian Lucchetti respondió cuando lo llamaron. Tremenda volada del UNO abajo a su derecha.

Tras un pelotazo largo de Monzón, Augusto Lotti peleó, Carrera se la llevó de guapo e intentó gambetear a Ibañez, que contuvo abajo pero no pudo evitar que le quede servida al 9 que fusiló de zurda. Cuarto gol de la temporada para el ex Racing, que está afianzado en ataque y extiende su racha goleadora, a pura entrega.

Para el segundo tiempo, De Felippe mandó a la cancha a Mussis para ganar la mitad de cancha. Patronato se vino a buscar el empate, pero salvaron Lucchetti, Guillermo Ortiz sobre la línea y el palo, sucesivamente. Y en el momento menos esperado, un golazo. Una piña al mentón. Una pared memorable entre el recién ingresado Junior Benítez y Javier Toledo, que se la pasó peleando con los centrales rivales y casi no tuvo chances.

A los 18’, Mussis robó, Toledo pivoteó, Benítez encaró y buscó nuevamente al 9, que devolvió de primera y de derecha para el 26. Tras la pared entró libre al área el barbudo, el excéntrico, el que quiere ser el revulsivo que necesita El Deca en ataque. Definición abajo al primer palo para festejar un verdadero golazo. Con confianza, el delantero se mostró, jugó, lideró al equipo y hasta se despachó con algún lujo. Gran ingreso de la última incorporación, que quiere convertirse en refuerzo.

Sobre el final del partido, y para más placer, Atlético lo liquidó con otro golazo. Ramiro Ruiz Rodríguez arrancó por izquierda, enganchó para adentro y sacó un terrible derechazo que se metió en el ángulo. Festejo emocionado y revancha para el pibe que irrumpió el torneo pasado y busca consolidarse en la Primera de El Deca.

Bajo las órdenes de Zielinski, Atlético hilvanó seis triunfos en fila en la fase inicial de la Copa Diego Maradona, para luego iniciar una dura racha sin triunfos en el José Fierro. Derrotas ante Banfield, San Lorenzo y Colón, más la caída ante Central Córdoba y la -por ahora- igualdad ante Huracán ya está temporada. Transcurrieron 105 días desde aquel agónico 3-2 ante Arsenal, la gran noche de El Chavo Alustiza. Esa mala racha ya es historia y el Deca se sacó la mufa.

Como en el mejor momento de la era Zielinski, Atlético sacó pecho cuando estaba en desventaja, y como tantas veces, los que entraron desde el banco le cambiaron la cara al equipo y permitieron liquidar el partido. Encima, cuando es un pibe del club como esta noche RRR, se festeja más todavía.

De Felippe llegó a Tucumán a profundizar la tarea de su amigo El Ruso. Tras un arranque flojo, Atlético recuperó la sonrisa con dos victorias, a sacar pecho en la mala y ganar en el José Fierro, que debe volver a ser una fortaleza. Con errores y mucho por mejorar, El Decano recuperó la memoria, recuperó su identidad y volvió por momentos a sentirse aquel equipo 'de corazón sin igual' que no se rinde nunca. Atlético comenzó el camino para volver a ser Atlético.