Top

Atlético Tucumán repite errores, no encuentra el rumbo y siempre termina mal

ANÁLISIS DECANO

El equipo de De Felippe empezó ganando todos los partidos de la temporada, pero sigue sin sumar de a tres. Bajos rendimientos, poco resto físico, sin juego ni garra y con muchas dudas. Jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, en la mira de los hinchas.

Festeja Lanúa mientras los jugadores de Atlético se lamentan. Foto: diarioconurbano.com.ar





El que anda mal acaba mal. Por cuarto partido consecutivo, Atlético Tucumán empezó ganando y se quedó con las manos vacías. Tras ponerse en ventaja en cancha de Lanús, el equipo de Omar De Felippe se limitó a aguantar y esperar un gol del local que se veía venir y llegó. Sobre el final, bomba al ángulo y nueva derrota.

El Decano sigue sin encontrar juego asociado en ataque ni solidez en defensa. Lo único que encontró hasta ahora fue el primer gol del partido en las 4 fechas disputadas, pero se queda sin piernas, se mete atrás y ve cómo se le escapan las victorias.

Contra Unión estuvo dos veces en ventaja, pero se lo empataron en la última; Central Córdoba se lo igualó al final del primer tiempo y lo dio vuelta cerca del minuto 90'; con Huracán ganaba 1 - 0, se lo empataron y quedó con 9' para jugar los 18' restantes; esta tardenoche, le ganaba a Lanús, se veía venir el empate y la derrota sobre el cierre del encuentro fue otro duro golpe.

De Felippe sigue sin poder plasmar su idea de juego. El equipo no logra dominar a sus rivales ni está cómodo a la hora de defender. Aunque Carrera, Lotti dos veces y hoy Acosta hayan logrado abrir los cuatro partidos, los hombres de El Soldado no logran aguantar la ventaja ni defenderse con la pelota, por lo que sólo le queda replegarse y rezar que le empaten y/o den vuelta todos los partidos.

Algunos malos rendimientos individuales se repiten desde el cierre del ciclo de Zielinski, lo colectivo tampoco ayuda y es difícil entender por qué algunos jugadores se sostienen como titulares. En un equipo sin rumbo, los pibes no pueden acoplarse ni ganar confianza, y se limitan a correr detrás de la pelota o intentar guapear en alguna contra aislada.

El nivel físico del equipo es pobrísimo. Todos los rivales tienen más piernas que Atlético, que llega al final de todos los tiempos y partidos con menos resto que sus oponentes. El Deca se mete atrás porque no tiene fuerzas para presionar y menos para jugar cuando se defiende cerca del arco propio y el arco rival queda cada vez más lejos. Algunos jugadores no muestran aquella garra que supo entusiasmar y deambulan en la cancha. Y todos sabemos que 'La camiseta del Deca se tiene que transpirar...'.

De Felippe sostiene el 4-4-2 que hasta ahora no dio resultados ni muestras de buen funcionamiento, pero tampoco encuentra alternativas cuando mira al banco de suplentes.

Párrafo aparte merece la dirigencia. Tras confirmar la salida de El Ruso en pleno torneo la temporada pasada y permitir que el técnico, empleado del club, negocie con otra institución cuando todavía tenía objetivos por cumplir, es reprochable. A eso, siguió otro mercado de pases en que el equipo parece tener menos variantes que antes y el saldo es negativo. 

A Atlético ni siquiera le quedan acaso las cábalas de su lado: hasta esta noche, siempre que convertía Guillermo Acosta, el Decano ganaba o por lo menos rescataba un punto. Ya ni eso. Mientras tanto, Luis Miguel Rodríguez sigue haciendo goles y tirando magia en Santa Fe o en cualquier cancha y es sin dudas uno de los mejores jugadores del fútbol argentino.

El próximo miércoles, El Deca se medirá con Comunicaciones en Córdoba por los 32vos. de Final de la Copa Argentina y el lunes siguiente recibirá a Patronato. La paciencia de los hinchas está al límite, y jugadores, técnico y principalmente los dirigentes, especialmente el diputado nacional Mario Leito, son muy cuestionados en los grupos de Whatsapp, en los bares y en las redes sociales.

De Felippe es quizás el menos responsable de todos, pero no parece encontrar las respuestas ni tener soluciones a mano. Quizás los regresos de Mauro Osores y Leonardo Heredia o la irrupción del extravagante Junior Benitez le puedan cambiar a cara de un equipo que empieza ganando, se queda sin piernas, se mete atrás y hace rato que siempre termina mal.



La bronca de los hinchas en las redes