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Masticando bronca, lamentando errores

ANÁLISIS DECANO

Así se fue Atlético Tucumán de La Bombonera. Boca pegó dos veces de arranque y El Decano se quedó con uno menos cuando el empate estaba al alcance. Tras el golpe a la ilusión, toca aprender de los errores para volver a sonreír ante los grandes, como ya hizo tantas veces El Gigante del Norte.

Villa define tras eludir a Lucchetti. Nada pueden hacer Ortiz y Risso Patrón. Foto: Fotobaires.





"Entramos dormidos", admitió Javier Toledo tras la dura derrota de Atlético Tucumán ante Boca. El Decano entró recontra dormido y caía 2 - 0 a los 10' en La Bombonera. Pese al rápido descuento de Leonardo Heredia, los de Omar De Felippe se quedaron con uno menos en el inicio del complemento y no alcanzó para empatar y menos para buscar la victoria. La clasificación parece ahora más lejana y El Decano se fue masticando bronca y lamentando errores del Alberto J. Armando.

Todavía están muy frescos en la mente y el corazón del pueblo Decano los dos triunfazos que metió Atlético en La Bombonera. Por eso, los hinchas fueron (metafóricamente, claro) convencidos de que hoy se podía, que el equipo de Miguel Ángel Russo llegaba golpeado, errático, con bajas y que hoy al Decano le sobraban argumentos para meterse de lleno en la pelea en la Copa de la Liga Profesional. Toda la ilusión, todo lo que pudiera haber planificado Omar De Felippe se derrumbó en apenas 10' terribles. Una siesta fatal.

Con el diario del domingo (aunque todavía sea sábado) no acertó El Soldado al incluir a Mussis en lugar del juvenil Abel Bustos: el doble 5 entre El Gordo y Erbes no ha funcionado, se superponen en la tarea y no son un buen complemento, más allá de su -a priori- mayor jerarquía. Russo le ganó la partida a De Felippe al incluir un tridente de juveniles que con su frescura, precisión y velocidad, más la sabiduría Tévez, rompió con pases acertados al mediocampo de Atlético para dejar a Medina mano a mano con El Laucha para poner en 1-0.

El Decano mostró voluntarismo y pocas ideas para buscar el empate, y el 2-0 fue un cross al mentón: Marcelo Ortiz y Osores chocaron entre sí cuando parecían controlar a Zárate, Almendra se la llevó de arremetida y un control fallido de Tévez le dejó la pelota servida a Villa, que eludió a Lucchetti y remató de zurda para estirar la ventaja. El colombiano bailó como cada vez que marca para irritar todavía más a los hinchas Decanos.

Con vergüenza deportiva, Atlético arremetió buscando el descuento y lo consiguió: Heredia pivoteó, Javier Toledo no dudó y sacó un furibundo remate de zurda que se estrelló contra el travesaño, picó detrás de Rossi y le quedó otra vez al 10 en el punto penal. Con un sutil cabezazo, el exColón definió por arriba del arquero Xeneize para extender su racha goleadora ante los grandes y poner al Deca en partido.

De Felippe mandó a la cancha a Guillermo Acosta por Mussis y Toledo tuvo el empate en la primera del complemento; en la réplica, lo tuvo Tévez que gambeteó a El Laucha pero fue bloqueado por Mauro Osores. El segundo tiempo parecía que iba a ser palo y palo, con ritmo frenético como la primera mitad, pero Cristian Erbes cometió dos fuertes faltas que le valieron sendas amarillas y se fue antes a las duchas. De haber estado presentes los hinchas de Boca se hubiera retirado entre aplausos, porque facilitó el trámite a los locales.



Atlético quedó en desventaja en el resultado y en el campo de juego, sin mediocampistas centrales naturales. El Soldado mandó a la cancha primero a Bustos y luego a Ramiro Carrera y Ramiro Lotti, el jugador más peligroso y el goleador Decano en el torneo. Poco y nada pudieron hacer, más allá de su entrega y despliegue: la única chance clara la tuvo, otra vez, Toledo. Tras una pared con Carrera quedó mano a mano ante Rossi, pero le quedó para la derecha y no pudo definir por arriba.

Hubo tiempo para Franco Soldano le convierta otra vez al Decano para poner cifras definitivas y para que Toledo apunte contra la actuación de Baliño, que como era de esperarse estuvo más rápido para amonestar jugadores del visitante, del equipo del interior. No obstante, la roja de Erbes estuvo bien mostrada.

Atlético perdió y comprometió su ilusión de clasificar porque entró dormido y cuando se repuso se quedó en desventaja y no tuvo ideas ni fuerzas para empatarlo. Paso en falso del equipo de De Felippe, que aun en la derrota ante River había demostrado coraje y determinación para imponerse ante la adversidad. Como ante el Millonario, pagó caro el mal inicio, ya sean los primeros 10' o un tiempo regalado por esperar de más. Será tiempo de aprender de los errores y seguir creciendo, no especular y jugar con furia Decana de igual a igual ante cualquiera, para volver a salir victorioso ante los poderosos como ya lo hizo tantas veces El Gigante del Norte.