Top

¿Chau a la Ciudad Universitaria? El gobierno de Milei entrega el control total de YMAD a Catamarca

MAFIA UNT

Beneplácito de los catamarqueños de la UNT Cerisola, Saab y Burgos: la firma del convenio de adhesión de Catamarca al “Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas”, elimina la garantía legal en favor de la Universidad Nacional de Tucumán a construir su Ciudad Universitaria de San Javier con las utilidades mineras. El acuerdo, que contó con uno previo y similar entre Pagani y Jalil consolidan la maniobra de impunidad, décadas de delitos y encubrimientos institucionales y judiciales federales. Del rector Rodolfo Campero, al único imputado Cerisola, pasando por el actual rector Sergio Pagani; todos responden a la misma dirigencia que robó y falseó la construcción ordenada por la Ley 14.771 y desvió los fondos de la ciudad universitaria para “la política” y encubrió a sus principales autores correligionarios. La firma de adhesión también incluyó el otorgamiento al gobernador Jalil de $48.200 millones de pesos “para obras”. El rol del abogado experto en fraude Roberto Toledo.

Raul Jalil y Sergio Pagani. Impunidad Saabista en marcha.





Aunque el reciente convenio firmado entre Catamarca y el Gobierno Nacional, que entrega el control de YMAD a la provincia minera, ha sido presentado por La Gaceta como una recuperación del 40% de las utilidades mineras para la Universidad Nacional de Tucumán (UNT)oculta y distorsiona las verdaderas implicancias del acuerdo, que de prosperar la UNT quedará relegada en la toma de decisiones, con dos directores frente a los tres de Catamarca y un presidente designado por decreto del Ejecutivo provincial, consolidando una pérdida de autonomía y profundizando el despojo sistematicos de sus  derechos históricos establecidos por la Ley 14.771.

Así, La Gaceta a tavés de su editor el hipersaabista Roberto Delgado no da cuenta de la harto evidente ilegalidad manifiesta del acuerdo que modifica la distribución de utilidades mediante un decreto delegado, vulnerando la supremacía constitucional y despojando a la UNT de la garantía legal para la construcción de su Ciudad Universitaria en San Javier. La nota publicada este domingo 15 de diciembre omite señalar las responsabilidades históricas de quienes, entre 2007-2008, permitieron el desvío de fondos, como los exrectores Juan Cerisola y Rodolfo Campero, y actores clave como José Hugo Saab y Rodolfo Burgos, que hoy continúan vinculados al poder universitario y provincial.

Una vez más el enfoque complaciente de La Gaceta refuerza un encubrimiento mediático, al minimizar el empoderamiento de Catamarca en detrimento de la UNT y evitar interrogantes sobre un acuerdo que, lejos de reparar un daño histórico, consolida la impunidad de una dirigencia que, desde hace décadas, ha saqueado los fondos de la UNT en complicidad con intereses políticos y mineros ajenos a la educación pública y a los derechos legítimos universitarios.

La reciente cesión del control de YMAD (Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio) al gobierno de Catamarca y la retirada ilegal de la representación de la Nación del directorio del ente no solo marca un hito en la administración minera, sino que también pone en jaque los derechos históricos de la Universidad Nacional de Tucumán sobre el 40% de las utilidades mineras. Este acuerdo, suscripto en el marco del Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas, reconfigura por completo el esquema previsto en la Ley N.º 14.771 de 1958 de construcción de la Ciudad Universitaria conforme a los planos aprobados y profundiza un esquema de despojo denunciado durante años.

En efecto, el acuerdo firmado por el gobernador Raúl Jalil y el ministro de Economía, Luis Caputo, en el marco del Régimen de Extinción de Obligaciones Recíprocas, establece los siguientes puntos clave:

- Catamarca asumirá la presidencia en el Directorio de Yacimientos Mineros Agua de Dionisio (YMAD).

- La provincia de Catamar deberá elegir tres representantes para el directorio de YMAD -contra lo dispuesto en la Ley 14.771-, mientras que la Universidad Nacional de Tucumán nombrará dos representantes, modificación de facto de poderes e intereses en la integración del directorio de la empresa. 

- Se transferirá el establecimiento de Minas Capillitas a Catamarca, incluyendo todo su personal, funciones, competencias, servicios y bienes.

- El Estado Nacional se compromete a no cobrar el costo del servicio de mantenimiento del Sistema Integrado de Información Financiera Internet (e-sidif), siempre que la provincia envíe la información fiscal de manera periódica.

- No se garantiza el cumplimiento del mandato del artículo 18 inciso b) de la Ley 14.771, que ordena destinar el 40% de las utilidades mineras a la construcción de la Ciudad Universitaria de San Javier.

- Cláusulas de indemnidad:
Se establece un fondo de garantía para compensar a las universidades que dejarán de recibir el 20% de las utilidades, pero no se reconoce la deuda histórica con la UNT.

- El gobierno nacional se compromete a ejecutar las obras firmadas en convenios durante 2024 entre la Provincia de Catamarca y las Secretarías de Obras Públicas y de Desarrollo Territorial, Hábitat y Vivienda por $48.200 millones de pesos.

Este acuerdo representa un cambio significativo en el control y administración de los recursos mineros de la región, otorgando mayor autonomía y capacidad de decisión a la provincia de Catamarca en detrimento de la Universidad Nacional de Tucumán descubridora de los yacimientos y legataria de los Derechos mineros.

El canciller del saabismo -y violador de la Ley-, Rodolfo Tercero Burgos con sus socios.- 

La UNT perjudicada y sin garantías legales

El núcleo de la disputa radica en el 40% de utilidades que la UNT debía recibir según la Ley N.º 14.771 para culminar la construcción de la Ciudad Universitaria en San Javier. Sin embargo, en 2008, bajo el rectorado de Juan Alberto Cerisola, se aprobó un convenio que redujo esa participación a un 20%, desviando el restante 20% a las otras universidades nacionales. Esta redistribución violó el mandato explícito de la ley, que establece que los fondos deben destinarse exclusivamente a la construcción de la Ciudad Universitaria conforme a los planos aprobados en 1958. A pesar de las denuncias, las autoridades de YMAD y los sucesivos gobiernos han dejado este despojo impune.

El acuerdo actual no solo omite reparar este daño histórico, sino que también consolida la pérdida de autonomía de la UNT. Con el control de YMAD en manos de Catamarca, la UNT queda relegada en la toma de decisiones, con solo dos directores frente a los tres que representarán a la provincia y la designación del presidente por decreto del Ejecutivo catamarqueño.

Los nacidos y criados en Catamarca José Hugo Saab y Rodolfo Tercero Burgos, de parabienes con el control de Catamarca sobre la UNT.

El convenio suscripto entre Jalil con Milei -como el que suscribió meses atrás el propio Jalil con el rector de la UNT Sergio Pagani - constituyen gravedad institucional extrema por:  

- Violación a la Ley 14.771 y la Constitución Nacional

- Supremacía de la Ley (art. 31 C.N.):
La Ley 14.771 no puede ser modificada por acuerdos administrativos ni decretos delegados. El acuerdo tripartito desconoce el mandato legal de destinar el 40% de las utilidades a la Ciudad Universitaria de San Javier y sustituye la voluntad del Congreso Nacional por un arreglo entre el Ejecutivo y Catamarca.

- Usurpación de funciones legislativas (art. 99 inc. 3 C.N.):
La delegación de facultades no permite alterar derechos adquiridos ni garantizar impunidad a los responsables de violaciones legales.

- Impacto en la autonomía universitaria

- Reducción de la representación de la UNT:
La UNT queda relegada con solo dos directores en YMAD y sin capacidad de influir en la designación del presidente, ahora bajo control exclusivo de Catamarca.

- Subordinación de la UNT a intereses políticos:
Este esquema perpetúa una estructura de poder que ha favorecido históricamente la extracción minera en beneficio de Catamarca y de grupos empresariales, en detrimento de los fines educativos de la UNT.

- Encubrimiento de responsabilidades

- Legalización de actos nulos:
El acuerdo da cobertura a convenios como el de 2008 y el Acta 498 de YMAD, que desviaron fondos destinados a la Ciudad Universitaria hacia otros usos.

- Omisión de la deuda histórica:
El acuerdo ignora la restitución de los fondos que la UNT dejó de percibir desde 2008, consolidando el daño patrimonial.

- Beneficio para los responsables del desfalco:
Autoridades como Juan Alberto Cerisola, José Hugo Saab y José Roberto Toledo, involucradas en la manipulación de los fondos de YMAD, resultan eximidas de cualquier responsabilidad.

- Violación a la Ley 14.771 y la Constitución Nacional

- Supremacía de la Ley (art. 31 C.N.):
La Ley 14.771 no puede ser modificada por acuerdos administrativos ni decretos delegados. El acuerdo tripartito desconoce el mandato legal de destinar el 40% de las utilidades a la Ciudad Universitaria de San Javier y sustituye la voluntad del Congreso Nacional por un arreglo entre el Ejecutivo y Catamarca.

- Usurpación de funciones legislativas (art. 99 inc. 3 C.N.):
La delegación de facultades no permite alterar derechos adquiridos ni garantizar impunidad a los responsables de violaciones legales.

- Impacto en la autonomía universitaria

- Reducción de la representación de la UNT:
La UNT queda relegada con solo dos directores en YMAD y sin capacidad de influir en la designación del presidente, ahora bajo control exclusivo de Catamarca.

- Subordinación de la UNT a intereses políticos:
Este esquema perpetúa una estructura de poder que ha favorecido históricamente la extracción minera en beneficio de Catamarca y de grupos empresariales, en detrimento de los fines educativos de la UNT.

- Encubrimiento de responsabilidades

- Legalización de actos nulos:
El acuerdo da cobertura a convenios como el Contrato rooney MArigliano de 2005, acta del 2 de enero de 2008 YMAD- Cerisola y el Acta 498 de YMAD, que desviaron fondos destinados a la Ciudad Universitaria hacia otros usos.

- Omisión de la deuda histórica:
El acuerdo ignora la restitución de los fondos que la UNT dejó de percibir desde 2008, consolidando el daño patrimonial.

- Beneficio para los responsables del desfalco:
Autoridades como Juan Alberto Cerisola, José Hugo Saab y José Roberto Toledo, involucradas en la manipulación de los fondos de YMAD, resultan eximidas de cualquier responsabilidad.

¿Un decreto por encima de la ley?

El anuncio de que este nuevo esquema será avalado mediante un decreto delegado en lugar de una reforma legislativa plantea serios cuestionamientos sobre su legalidad. La Ley N.º 14.771, aprobada por el Congreso, estableció derechos y obligaciones claras para las partes. Alterar este marco por decreto no solo elude el debate legislativo necesario, sino que también abre la puerta a un vacío legal que deja a la UNT sin herramientas efectivas para defender sus derechos.

“El marco del acuerdo borra el legado histórico de la UNT y desconoce su rol como legataria de Abel Peirano, el descubridor del yacimiento, cuyo aporte fue clave para el desarrollo educativo y económico de la región”, señalan expertos en derecho minero consultados.

Un trasfondo de encubrimiento y negociaciones opacas

La entrega de YMAD a Catamarca también debe leerse en el contexto de décadas de irregularidades en el manejo de los fondos mineros. La UNT, bajo el control de lo que muchos denominan una "camarilla" enquistada en el rectorado,subordinada a intereses políticos y económicos ajenos a su misión, permitió la falsificación de la construcción de la Ciudad Universitaria en San Javier. Documentos clave, como el contrato de 2005 entre el rector Mario Marigliano y Minera Alumbrera Ltd. y el acta 498 de YMAD o la correspondencia oficial entre Campero y Marigliano con Cerisola, revelan una trama de desvio de recursos a cambio de un adelanto de utilidades para campaña política del radicalismo que violó todos los mandatos legales y en contra de la construcción de un megacampus en San Javier.

Además, el actual director de YMAD por la UNT, José Roberto Toledo, ha defendido públicamente el acuerdo con Nación y Catamarca, afirmando que representa una solución “definitiva” para recuperar el 40%. Sin embargo, la UNT no solo pierde autonomía, sino también su capacidad de exigir reparaciones por los desvíos de recursos perpetrados desde 2005.

Toledo explicó en La Gaceta que “estamos cada día más cerca de concretar la restitución definitiva del 40%”, y explicó los pasos que se han seguido: “hace tres meses se había firmado en Catamarca un acta inerpretativa entre el gobernador Raúl Jalil y el rector Pagani. Ahí ya acordaron que la UNT tenía derecho al 40%”. Pero – añadió– “faltaba concretar ese acuerdo en el juicio contra el ente minero, realizar un acta transaccional entre YMAD y la UNT y presentarlo al juez. Y faltaba la presencia de la Nación”. “Ahora ha sido positivo que la Nación decidió desprenderse de YMAD –dijo Toledo-. La petición nuestra es que avalen nuestro derecho al 40%, Catamarca también estaba interesada. Ella se queda con la mayoría del 60%”, señaló.

Además, según Toledo, ahora se debe firmar el acta tripartita entre la Nación, Catamarca y la UNT, para que se formalice. “Se va a hacer un acta complementaria, que viene a ser un ‘Acta de Farallón negro II”.

Toledo, ha emergido como una figura central en esta controversia. Su defensa del acuerdo y su papel en el diseño de esta estrategia han levantado sospechas sobre un posible intento de legitimar décadas de irregularidades. Críticos señalan que esta maniobra podría estar diseñada para:

- Blindar legalmente a exfuncionarios y asesores vinculados a la malversación de fondos.

- Anular denuncias internas y acciones legales previamente iniciadas por la misma UNT.

- Perpetuar la desviación de fondos originalmente destinados a la construcción de la Ciudad Universitaria de "acuerdo a planos ya aprobados" que ordena aún hoy la Ley14771.

En septiembre de 2022, el propio Toledo admitió que "la UNT por medio de su Rector (Juan Alberto Cerisola), firmó un acta dando por concluida la Ciudad Universitaria cuando no estaba concluida". Así, se convirtió en la primera autoridad universitaria en reconocer que el acuerdo rubricado el 2 de enero de 2008 permitió el manejo discrecional de los fondos provenientes de la minería.

"La ley decía que una vez que se concluya la Ciudad los fondos de la Universidad dejaban de ser del 40% de las utilidades netas de la empresa y bajaban al 20%. Desde esa fecha hemos bajado del 40% al 20%. ¿Por qué se hizo eso? Tendrá que saberse en el juicio. Se presume que fue porque eso era de libre disponibilidad y en consecuencia no estaba sujeto al destino específico de la inversión en obras", sentenció Toledo en diálogo con Omar Nóblega en Los Primeros.

Cabe recordar, que Toledo fue elegido por el Consejo Superior como representante de la UNT frente a YMAD a pesar de la existencia de varias denuncias en su haber, delitos de fraude en perjuicio de la administración pública, tráfico de influencias y negociaciones incompatibles con la función pública, según informó la Izquierda Diario.

Toledo es un hombre que resuena siempre ligado a la política local. Fue parte de la gestión del ex gobernador Ramón “Palito” Ortega. Luego termino siendo apoderado de la concesión de la terminal de Ómnibus de San Miguel de Tucumán. Cargo que desempeñó por el cual tiene varias causas abiertas.

El pacto firmado en junio de 2024 puede interpretarse como el primer paso hacia la consolidación del acuerdo firmado por Jalil con el gobierno nacional. Esto demuestra que el rectorado de la UNT y sus representantes en YMAD, lejos de defender los intereses de la universidad, habrían allanado el camino para la entrega del control de la empresa minera a los catamarqueños.

Cabe recordar que el "convenio Jalil - Pagani" establecía un reconocimiento implícito de actos nulos: este acuerdo surge como respuesta a la anulación del convenio del 2 de enero de 2008, que modificó la distribución de las utilidades mineras establecidas por la Ley 14.771, reduciendo los derechos de la UNT al 20% y desviando otro 20% hacia otras universidades. La UNT había impugnado este acto por considerarlo ilegal. Sin embargo, la firma de este nuevo acta compromiso entre el rector Sergio Pagani y el gobernador Raúl Jalil no restituye los derechos históricos de la UNT al 40%, sino que encamina un procedimiento conjunto con YMAD y Catamarca que podría legitimar irregularidades pasadas.

Renuncia tácita a la reparación integral:

Aunque el documento busca "poner fin al litigio judicial", no se explicitan medidas concretas para reparar el daño causado por la disminución de las utilidades de la UNT desde 2008 ni se menciona la reconstrucción de la Ciudad Universitaria de San Javier, cuya financiación está garantizada por la ley. En cambio, el acuerdo parece priorizar el desarrollo de proyectos mineros, alineándose más con los intereses económicos de Catamarca e YMAD que con los objetivos educativos y patrimoniales de la UNT.

Este acto de Jalil y Pagani sienta un precedente grave: establece la tesis de que los conflictos legales de indole Penal pueden resolverse mediante acuerdos bilaterales que ignoran los principios de justicia y reparación. Además, este tipo de entendimientos fortalece la posición de Catamarca en el manejo de YMAD y diluye la capacidad de la UNT para reclamar sus derechos históricos.

Este acuerdo inicial refleja una estrategia de la UNT y Catamarca para desactivar el conflicto judicial de forma superficial, sin abordar el daño histórico y económico causado por las decisiones tomadas desde 2008. Más preocupante aún, evidencia la falta de una posición firme del rectorado de la UNT para defender los derechos históricos de la universidad, allanando el terreno para el posterior acuerdo con el gobierno nacional. Este acto no solo consolida las irregularidades pasadas, sino que también pone en riesgo el futuro de la educación pública y la investigación científica en Tucumán, priorizando los intereses mineros y políticos de Catamarca.

El impacto en la educación pública y la soberanía

La cesión de YMAD a Catamarca también plantea preguntas sobre el impacto en la educación pública y la soberanía nacional. La UNT, que debería haber utilizado estos fondos para desarrollar infraestructura académica de vanguardia, ha quedado atrapada en un esquema de negociaciones políticas que priorizan intereses de mineros transnacionales por sobre los derechos educativos.

"El acto de delegar por decreto el control de un recurso estratégico como YMAD es un golpe directo al federalismo y a la soberanía educativa”, advierten por lo bajo referentes universitarios. 

El legado de Abel Peirano a la UNT

Abel Peirano nació en Buenos Aires el 5 de junio de 1896, pero se radicó en Tucumán junto a su familia en 1904. 

En 1915, tras terminar el secundario, regresó a Buenos Aires para graduarse de Farmacéutico en 1919, con Diploma de Honor. Con el título bajo el brazo, volvió a Tucumán para instalar una farmacia donde se practicaban "fórmulas magistrales" mezclando sustancias vegetales y mineras que -afirman las crónicas de la época- preparaba en sus viajes a las montañas.

En 1928 recorrió las Sierras del Alto y Ancasti en Catamarca, y hacia 1929 se mudó a Santa María para montar allí una farmacia y un laboratorio para análisis de mineras, pero un año después Lillo lo convocó para estudiar las rocas, minerales y fósiles del Museo de Historia Nacional en Tucumán.

Ya designado como Encargado de Mineralogía en el Museo Nacional, en enero de 1936 recorrió por primera vez la alteración de Agua de Dionisio, conocida también como La Aguadita o La Aguada, en el Distrito de Hualfín.

En 1938 se creó el Instituto de Investigaciones Regionales de la Universidad Nacional de Tucumán en el cual Peirano fue asignado como Director del Instituto de Mineralogía y Geología. Ese año, la UNT publica sus Cuadernos de Mineralogía y Geología.

En ese yacimiento minero, Peirano examinó aspectos que no habían sido considerados por los antiguos mineros artesanales que allí trabajaron e inició así una nueva etapa exploratoria para la zona. Visitó Agua de Dionisio a instancias de un vecino de Hualfín, Don Arturo Abarza, quien le pidió un reconocimiento rápido de una manifestación que él había tramitado en la Delegación de Minas de Catamarca.

Esa inspección duró tres días, y aunque se efectuó con rapidez, le permitió tener una idea aproximada de las manifestaciones auroargentiferas, que comprobó eran pobres en la superficie. Muestras obtenidas en un segundo viaje, en octubre de ese mismo año, arrojó resultados que aconsejaban profundizar dichos estudios.

Su labor es aquí, importante por haber encarado y dirigido los trabajos de exploración en el distrito minero hasta 1951, esto lo realiza desde la Sección Minas Experimentales del Instituto de Mineralogía y Geología dependiente del Departamento de Investigaciones Regionales de la Universidad Nacional de Tucumán. Lo realizado le permite el descubrimiento del depósito de oro, plata y manganeso al que se lo designa con el nombre de “Farallón Negro”.

Redescubiertas las áreas mineralizadas de “Farallón Negro” y su entorno por el Dr. Peirano, éste a través de otras personas procedió a solicitar los pertinentes derechos de cateo ante la autoridad minera de Catamarca con el propósito de cederlos luego, a la Universidad Nacional de Tucumán.

Oportunamente estos permisos fueron renovados, al tiempo que se cedía a favor de la Universidad Nacional de Tucumán los derechos emergentes de tal autorización judicial.

Para evitar que se le aparecieran usurpadores, consideró necesario registrar pertenencias ante la autoridad jurisdiccional de Catamarca. Es así que hizo que gente de su confianza pidiera cateos en la Dirección de Minas de esa provincia siendo ellos: Héctor Peirano que registró un pedido de 1998 hectáreas; Tulio S, Peirano otras 1998 hectáreas; Mario Folquer, 1970 hectáreas y Mario Folquer y Oscar Abarza otras 1848 hectáreas.

Todos estos pedidos quedaron asentados en la repartición oficial entre el 5 y 7 de mayo de 1941, teniendo una extensión de 240 días. Al año siguiente, vencidos los plazos, renovó los pedidos bajo los nombres de: Honorio Folquer, Tulio Peirano, Eduardo Aguilera y Héctor Peirano quienes obtuvieron el pertinente registro por 2000 hectáreas cada uno y por el lapso de 300 días. Las adjudicaciones otorgadas por la Dirección de Minas de Catamarca se registraron en dicha jurisdicción entre los meses de mayo y octubre de 1942.

El pozo del Farallón Negro realizado por la UNT alcanza 118 metros de profundidad y la UNT localiza y demuestra fehacientemente la riqueza que contenían los yacimientos tal como lo había diagnosticado Peirano.

Tras el triunfo de Juan Domingo Perón en las elecciones del 24 de febrero de 1946, Horacio Descole fue designado interventor de la UNT, alineado con el nuevo gobierno nacional y sus objetivos políticos.

Convocó a docentes para la confección de un nuevo modelo universitario que quedó plasmado en varios tomos en los cuales establecía la necesidad de diferenciar los Institutos de Investigación de las escuelas de docencia superior. Descole pensó en la proyección regional de la Universidad creando unidades de investigación en Jujuy, Salta, Catamarca, Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Misiones. También re-estructuró la organización académica creando carreras nuevas, facultades e institutos a los que les proveyó no solo equipos e instrumentales sino también un importante número de científicos europeos que llegaban a nuestras tierras huyendo de una nueva y posible Tercera Guerra Mundial.

La relación Peirano-Descole era muy buena. Ambos habían egresado de las mismas aulas de la Universidad de Buenos Aires y, si bien Peirano era casi una década mayor, ellos encontraban, como ámbito común, el amor a la naturaleza que Miguel Lillo dejara como legado a la Universidad de Tucumán. Por algo cohabitaban el mismo espacio físico en el Instituto Miguel Lillo.

Descole soñaba construir una gran universidad “…no una Universidad más entre otras, sino destacarse como La Universidad Argentina de grandes exigencias, de amplio horizonte y de verdadera realización al servicio de la zona más promisoria de la Argentina…”.

La Universidad que proyectó Descole se cristalizaría a través del ambicioso proyecto Ciudad Universitaria de San Javier. Peirano, con casi 50 años, aspiraba poner en marcha el yacimiento que había ocupado mucho de su tiempo y creado sueños. No había duda que encontraría en Descole el mejor apoyo para su proyecto.

El Poder Ejecutivo Nacional expropió 18.000 hectáreas para erigir allí una Ciudad Universitaria de dimensiones extraordinarias en comparación a las por entonces existentes en Europa y Latinoamérica, con una superficie similar a la que tenía por entonces la Ciudad de Buenos Aires y diseñada por el equipo de arquitectos que liderron Eduardo Sacriste, Jorge Vivanco, Horacio Caminos.

El proyecto original estaba pensado para una población de entre 20.000 y 30.000 universitarios, el 17% del total de los habitantes de San Miguel de Tucumán, y fue incluido en el primer Plan Quinquenal peronista al igual que la Ciudad Universitaria de Córdoba, que hoy recibe a diario a 100.000 personas.

Para Vivanco, Caminos y Sacriste, el "clima bochornoso" de San Miguel de Tucumán "dificultaba el estudio y la investigación" y proyectaron que "allí se les podría brindar alojamiento adecuado a todos; al mismo tiempo que el contacto con la naturaleza propiciaba las condiciones óptimas para el desarrollo intelectual, moral y físico de los jóvenes".

"La Ciudad Universitaria de San Javier no será una mera inversión de millones, sino el comienzo, la puesta en marcha de una forma de vida, e! ejemplo de cómo debe situarse el hombre frente al medio, descubriendo el sentido, la fuerza y la energía latentes en la naturaleza... ”. Eduardo Sacriste, Jorge Vivanco, Horacio Caminos (1947)

En 1951, ya con el proyecto Ciudad Universitaria en marcha, Descole y Peirano visitaron a Perón en Casa Rosada:"Cansado de esperar, salió a los pasillos a estirar las piernas cuando se le acercaron dos guardias que le notificaron que debía permanecer en la habitación, donde lo encerraron con llave hasta el momento del encuentro con Perón. Después del saludo y conversar un rato, el Presidente le dijo: ‘Por fin recibo a alguien que viene a ofrecerme algo, porque todos los que vienen aquí vienen a pedir’. Satisfecho el doctor Peirano con el resultado de su entrevista, llevaba entre ceja y ceja el encerrón aquel y se desahogaba diciendo ‘Es la primera vez en mi vida que me han tenido preso. ¡No volveré más a la Casa Rosada!´", reza la biografía de un amigo de Peirano, según repasa lavaca.org.

En diciembre del 52, se celebrara un contrato por dos años entre la UNT y la Dirección Nacional de Minería otorgándole el préstamo gratuito de todos sus bienes muebles, útiles, herramientas, maquinarias, instrumental y drogas de sanidad existentes en el campamento minero Agua Tapada. Este instrumento reconocía los derechos mineros de la U.N.T. en una de sus cláusulas concebida en los siguientes términos : "Queda sobreentendido que el uso de todos los bienes que la Universidad presta a la Dirección Nacional de Minería es con el objeto de que la misma, en el plazo estipulado, directamente o por intermedio de terceros, complete la exploración minera ya iniciada en dicho yacimiento, para entregarla para su explotación a la UNT, de acuerdo con los derechos que a ésta le asisten".

Peirano registró su propiedad a nombre de la Universidad Nacional de Tucumán con la clara intención, que hizo explícita, de entregarle a la educación pública recursos para su sostén y fortalecimiento. Luego, se dedicó a bregar por la creación de una legislación que garantizara las condiciones de su explotación.

La logró en 1958, durante el gobierno de Arturo Frondizi y bajo las condiciones que por entonces fijó la Ley 14.771 de creación de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio: el yacimiento iba a estar dirigido y administrado por un directorio integrado por cuatro vocales y un presidente. Dos vocales serían designados por la provincia de Catamarca, dos por la Universidad Nacional de Tucumán y el presidente, por el Poder Ejecutivo de la Nación.

Peirano no fue solo generoso con la UNT: "Habiendo cobrado una importante suma de dinero que le adeudaban, decidió comprar la colección de publicaciones y libros que fuera del insigne geólogo alemán Pablo Groeber, para luego donarla a la Universidad para enriquecimiento de su biblioteca. Gestos de desprendimiento como éste son numerosos: un día cobró una retroactividad de su sueldo y lo repartió entre los obreros del campamento de Agua Tapada".

Abel Peirano fallecería sin honores el 10 de julio de 1969. Jamás pensó que una gavilla inmoral de rectores y funcionarios de la UNT falsificarían la construcción de la  Gran Ciudad Universitaria de San Javier para quedarse con regalías mineras "de libre disponibilidad".

"Cuando ofrecí ese yacimiento a la Universidad Nacional de Tucumán, pensé que una Institución de esa clase, bien dotada de personal docente y de elementos de trabajo y estudio, será lo más útil para el progreso MORAL, INTELECTUAL y MATERIAL de nuestro pueblo. Nuestras Universidades están pobres de elementos de enseñanza, no pueden pagar sueldos suficientes a buenos profesores y ni siquiera tener locales adecuados. Esta es la ocasión para que las Universidades Argentinas sean realmente eficaces y el erario nacional se vea provisto de divisas para adquirir todo lo que hace falta al país para desenvolverse decente y eficazmente". Abel Peirano, mayo de 1957.