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Brillar, volar, sonreir: la historia de la bandera que lleva el alma de Nati

Recuerdo

"De golpe amé tu bandera y se me rompió el corazón de no haberla amado junto con vos", escribe María Coronel a su amiga Natalia Ariñez, una de las tres víctimas de la tragedia de las militantes.





En 2008, armábamos banderas y carteles para el primer juicio en la provincia, el juicio a Bussi. Mi casa estaba invadida de hijos, fotos, telas, pinturas y cayó la Nati con su "súper idea":


-"¡Ay, encontré una frase reeee linda para una bandera!".


Ahí aprendiste lo que era sufrir bullying, pobre santa:


-"Noña" ,"jipi", "eso es un asco", "estás loca si pensás que vamos a pintar eso ¡es re largo encima!".


Pero, a lo Nati, recontra hincha pelotas, cuando cayó la tarde ya estábamos todxs pintando tu bandera.


La llevábamos medio con vergüenza (una armando, durante años, una imagen de militante endurecida y caímos con esa frase de osito Gomi). Obvio que a todo mundo le encantó, para tu entera satisfacción. Unos días después, encima, salió en el diario un recorte con la foto de la bandera (que aún guardo). Decía "La bandera insignia de HIJOS". Tu sonrisa de gastada no te entraba ya en la cara.


Después se perdió, durante años. Y me jodías todos los días de tu vida con que la tenía yo. Y yo lo negaba a muerte a pesar de que intuía que tenías razón. Como siempre, me ganaste por cansancio, la encontré y te la di.


El lunes la colgamos en el velorio. Fue un quiebre. De golpe amé tu bandera y se me rompió el corazón de no haberla amado junto con vos. Aquí anda, desde entonces, con nosotrxs, porque carga tu esencia y esa nunca, nunca, nunca, la podemos perder. Amarte siempre.





*Palabras de María Coronel, amiga íntima y compañera en HIJOS de Natalia Ariñez, una de las tres víctimas fatales de la tragedia de las militantes.