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La Guerra

Entendiendo...

Nos encontramos en el nudo de la lucha. Resulta una tarea casi imposible tomar perspectiva en la polvareda pero vamos a intentarlo. Una nube formada por propaganda, fake news y amarillismo que se sumerge en el absurdo y condiciona nuestro pensamiento. Prácticamente todas las problemáticas señaladas en este espacio editorial afloran al rojo vivo. ¿De qué país estoy hablando? y, por sobre todo, ¿de qué estoy hablando?

Cintas con los colores ucranianos, una escopeta y un chupetín | Un montaje propagandístico que se volvió viral que implícitamente fomenta la militarización de civiles incluidos niños. Cualquier analista militar serio entiende que un civil armado, sin al menos una organización miliciana, no tiene posibilidades contra un ejército profesional como el ruso. Esta gente es simplemente utilizada como escudos humanos para disuadir bombardeos. (Foto de Oleksii Kyrychenko)


La Gran Guerra Patria* 

En el primer mundo se bombardean y nuestro país se sincroniza en una guerra puertas adentro. En estos días "ganamos" una batalla en contra del terrorismo financiero y damos un importante paso para contrarrestar el atentado que sufrimos en 2018, esto es la deuda fraudulenta orquestada entre el gobierno de Cambiemos y el FMI. Tal es la alevosía y lo grosero del desastre llevado a cabo por nuestros piratas financieros de guante blanco y ojos de cielo, que ellos mismos decidieron alinearse con el Frente de Todos no por patriotismo, sino que lógicamente matar la gallina de los huevos de oro y no cobrar nunca la deuda no es negocio para sus amos y tampoco les sirve arruinar el país que pretenden gobernar en 2023. Pero bueno, por ahora esta "alianza" es algo positivo. 

Lo que no fue positivo fue el boicot de la oposición clase B que no teme a las consecuencias de un "no arreglo" ya que no ven posibilidades de gobernabilidad en un futuro próximo. La extrema izquierda y la extrema derecha se unen para cascotear un poco más nuestra estabilidad al desconocer el arreglo con el FMI y hacerse de ese "mal necesario" para agorar una profecía autocumplida de autodestrucción y a su vez presentarse como los mesías que nos llevarán a la tierra prometida de la utopía marxista o anarcoliberal respectivamente. Seamos claros, no es una exageración la peligrosidad de no cumplir con la deuda; el default, por más coherente que parezca, significa una condena para los nuestros. Argentina lamentablemente no cuenta con la soberanía económica ni geopolítica para desconocer esta deuda ilegítima y criminal. La omisión de los pagos al FMI generarían efectos económicos muy parecidos a los que hoy sufre Rusia, siendo nuestro caso particularmente crítico ya que nos encontramos con un país de rodillas por la pandemia y por el atentado financiero antes mencionado. A todo esto parece increíble que el grueso de la opinión pública no apoye iniciativas a favor de nuestra autodeterminación, sino que celebra supuestas aperturas que nos “conectan” a ese mundo sumido en la guerra, terrorismo y decadencia mediante grilletes económicos y culturales. Un claro ejemplo de esto es la "apertura" llevada a cabo por nuestro expresidente Carlos Menem, por la cual sufrimos múltiples atentados con bombas y se rifaron todos nuestros recursos estratégicos como los trenes. Pero eso es harina de otro costal.

No se trata de Siria, Afganistán, Ucrania ni el 9-11. Se cumplieron 30 años del atentado de Embajada de Israel, hito que puso nos puso vanguardia adelantándonos 10 años a la Guerra Contra el Terrorismo. No es una película, fue el comienzo de la "apertura al mundo" del gobierno neoliberal de Carlos Menem y no sería el primer ni el único bombardeo sufrido en su administración; a este hay que sumarle el Atentado a la AMIA y la explosión de fábrica militar en Rio Tercero, Córdoba | Imagen de Télam.


No quiero omitir en este título el rol y responsabilidad de cierto sector de la coalición hoy gobernante en este tema. Siento absoluta vergüenza ajena al ver como el ala parlamentaria comandada por Máximo Kirchner y otros parásitos políticos dinamitan su propio espacio en un acto de irresponsabilidad política sin precedente. Espero que su mamá, nuestra jefa de estado de facto —no de gobierno—, le tire la oreja y lo mande a la cama sin cenar o, como se vienen rumoreando, Alberto rompa de una vez con el sector "progre" de su armado político para poder tomar las medidas necesarias para sacarnos adelante de esta situación trágica.

En toda guerra sentimos vergüenza de la destrucción, pero siempre de la tragedia nace un héroe y nuestro caso no es la excepción. Alguno encontrará lo siguiente como una exageración, pero consideramos que nos encontramos en una era en la que ya no se condena el ser sino el hacer, estos son los nuevos valores de una generación de cristal que rompe toda iniciativa y nos sumerge en una parálisis por miedo a no ofender a nadie en un momento donde la acción es simplemente vital. En ese sentido, desde mi nimia posición, quiero proponer al ministro Martín Guzman a ser condecorado con medalla de la Orden de San Martín por su inconmensurable aporte. Claro está, todo puede ser perfectible, pero no me quiero imaginar la dimensión de la titánica tarea de conciliar a propios, ajenos, amigos, enemigos en esta batalla diplomática. Pero bueno, esta propuesta podrá ser ridiculizada por el cinismo tuitero postmodernista; los anti-Messi, los anti-Maradona, los taxistas que bajaron de su auto a Astor Piazzolla, los que que quieren voltear las estatuas del General Roca, los que desconocieron al Maestro Héctor Zaraspe en nuestra provincia y todos los "anti" que quieren cancelar todo lo que nos inspire orgullo, autoestima o superación. 

Volviendo a Guzmán, termina una batalla y comienza otra contra un antiguo enemigo, esta es la guerra que declaró el presidente contra la inflación. Por ahora, esto no parece más que una cuestión declarativa, pero imagino lo difícil de combatir un fenómeno que ya no tiene ninguna explicación. Con la palpable revaluación del peso y la evidente reactivación del consumo, ¿cuál es la explicación de la suba de precios? Como fuere, creo que el actual gobierno merece una oportunidad de probar su capacidad de gestión sin pandemias, guerras mundiales, atentados y otras catástrofes que parecerían marcar el inicio del fin de mundo al que supuestamente nos tenemos que abrir. Por otro lado, pienso que si Guzman fue capaz de la ardua tarea de negociar y conciliar con delincuentes y traidores para llegar a un acuerdo con el FMI, se me ocurre que la guerra contra la inflación no debería ser imposible. Si él pudo encabezar un mínimo lineamiento de política de estado o al menos de no agresión con JxC, podría ser un buen  intermediario en la guerra de Ucrania (?).

El Eterno Retorno

Revistando algunas de mis editoriales me encontré con esta perla. Este artículo lo escribí en año nuevo y no me imaginaba que iba a ser tan premonitorio. Allí hablo de la repetición de los ciclos y rituales y trazo un paralelismo entre el principio del siglo XX y nuestra época. El punto es que me parecía predecible que luego de nuestra reciente pandemia iba a suceder una guerra mundial con armas de destrucción masiva de otra naturaleza. No es una genialidad ver eso, se trata de trazar una analogía de nuestros días y la triada de hitos históricos de principios del siglo pasado, estos son la Gran Guerra, la gripe española y la megacrisis económica de los años 30. Ahora que lo repienso la analogía no puede ser tan acertada. 

La crisis ucraniana y la 1ra Guerra Mundial tienen paralelismos a diestra y siniestra. Ambas guerras comparten lo intrincado de explicar sus causas y detonante, y por buenas razones. El primer conflicto global** se inició en 1914 precisamente por un atentado llevado a cabo por un joven nacionalista servio, fundamentalista de una gran nación eslava meridional, es decir, una Yugoslavia unida. Este hecho singular desencadenó un efecto dominó consistente en una ola de declaraciones de guerra a raíz de pactos de "mutua asistencia militar" que nos recuerda a la vigente Organización de Tratados del Atlántico Norte (la OTAN). Porque un joven bosnio mató un príncipe austríaco en Serbia, en Francia nepaleses matan alemanes. ¿Tiene sentido? Ninguno, esto es resultado del verso de las "alianzas de seguridad" donde pueblos random se matan en lugares random por situaciones random, en algo así como la peor cara del efecto mariposa. Hoy, por más discurso falopero pacifista que exista, en Ucrania, mercenarios Sirios y milicianos Chechenos se dan con todo contra una “legión extranjera” conformada por un collage gente al pedo de todo el mundo y personajes míticos creados por el aparato de propaganda occidental como el francotirador canadiense y el fantasma de Kiev. Mientras tanto, argentinos hacen colectas para enviar ayuda humanitaria a Ucrania cuando en nuestro país la pobreza e indigencia rompió records. La banalidad del mal en su máxima expresión y todo empeora mientra más se lo analiza.

Llegaron a Ucrania quienes son probablemente los mejores guerreros del mundo, los chechenos, un pueblo musulmán dentro de Rusia. Caída la Unión Soviética ellos buscaron su independencia mediante el conflicto armado lo que conllevó un par de guerras y en una ocasión una humillante derrota del Ejército Ruso en la batalla de Grozni. Sin embargo, llega Vladimir Putin al poder y lleva a cabo una tarea pacificadora tan exitosa que los chechenos hoy pelean en Ucrania a favor de Rusia y con gran fervor.


Hablemos de la otra parte de mi "profecía", esto es la implementación de armas de destrucción masiva. En la Primera Guerra Mundial se utilizaron armas químicas, estos son los gases que se lanzaron en los campos de batalla, siendo una de sus víctimas el mismísimo Hitler cuando servía como un simple cabo. Hoy se despliega otro arsenal, estas son las bombas financieras y culturales. Su efecto es tan expansivo que hasta en Argentina nos llega la devastación. Por el lado financiero somos colaterales y recibimos los efectos de la onda expansiva de la bomba económica lanzada por occidente hacia Rusia que hoy nos genera buena parte de la suba del precio de los alimentos y combustibles, o al menos esa es la excusa. Pero esto es menor en comparación de la destrucción ética y cultural que contagia este conflicto. ¿Creen que exagero? 

Civilización y Barbarie

¿Hace un mes atrás usted estaría a favor de promover la paz enviando armamento a una guerra? Medios, países y personas abogando por la paz mediante la militarización de civiles. Sin importar si se trata de montajes o fake news, trascendieron imágenes de ancianos y hasta niños armados que "heroicamente" se defienden de los rusos malos. Aquí mismo podemos ver como el falso occidente, es decir, EEUU y sus marionetas, se quitan la careta y apreciamos su esencia netamente barbárica y precisamente antioccidental.

En sus apariciones, Vladimir Putin siempre lleva a la derecha su estandarte presidencial que exhibe el ADN del verdadero occidente. De fondo, los colores eslavos y de frente el escudo heredado directamente del Imperio Romano Oriental por el matrimonio entre el Zar ruso Ivan III y la princesa  Sofía Paléologa, sobrina del último emperador de Bizancio. Se trata del águila imperial romana pero en su versión bicéfala que mira a oriente y occidente, la cual sostiene en una de sus garras el cetro que representa el poder político y en la otra el orbe, el símbolo por excelencia de un cristianismo global. En el centro de la composición, el escudo de Moscú, la `Tercera Roma´, que escenifica a San Jorge matando al Dragón. Esta poderosa simbología fue imitada por diversas civilizaciones y proyectos políticos como el Sacro Imerio Romano Germánico, el Tercer Reich de Hitler y hoy USA, donde se hace uso del águila imperial en un falaz intento de emular la Pax Romana y aquella gloria imperial.


Y así estamos, como títeres que consumen la falopa mediática que se diseña a gusto del cliente pero siempre siguiendo el libreto que nos pone de un lado y de otro en una nueva lucha de clases. Una grieta que disfraza la verdadera dicotomía: civilización o barbarie. Esto es parte de todo lo que vengo mencionando, una meta-guerra, es decir, la guerra que va más allá y nos involucra a todos. No se trata de izquierda y derecha, ya vimos al principio del artículo que ambos extremos políticos en nuestro país coincidieron en boicotear el arreglo con el FMI.

En ese sentido vengo escribiendo sobre el tema de la deuda en buena parte de mis columnas y con lo de Ucrania ya es la segunda vez que trato el tema y la verdad que no alcanzo ni a rascar la superficie por la vastedad de antecedentes y perspectivas a considerar. Pero esto no se trata de una demostración de conocimiento, lo que quiero que se entienda es que las cosas no deben ser explicadas por el cuentito que venden la mayoría de los medios y mucho menos salir a atacar a quien no se lo quiera tragar. En ese sentido, recibí una crítica de mi nota Ucrania Libre diciendo que `de eso no se vuelve´ por ser supuestamente `pro-Putin´ o algo así; algo típico de la guerra mundial que vivimos hoy donde cualquier animalito de Dios se pelea para ver que tan progre es en un conflicto que disfraza un racismo galopante.

Sí, esta guerra europea "nos pega" porque las víctimas son rubios de ojos azules y chupa un huevo los brutales conflictos fomentados por el falso occidente en Libia, Irak, Yemen, Siria y un gran etcétera. Algunos dirán que son guerra civiles en lugares en los que siempre hay lio, pero consideren que de afuera nos ven de esa misma manera desde el plano económico. No salimos de un lío y nos metemos en otro y seguimos aplaudiendo a los principales responsables. Así que dejemos de señalar  los conflictos `de allá´ y miremos un poquito más lo que hacemos y para cuál lado estamos tirando como por ejemplo ser hincha del default. A todo esto, espero con ansias como se acomodará la retórica nacional el próximo 2 de abril, ¿se pusieron a pensar que hace no tanto invadimos un territorio que consideramos nuestro y encima está habitado por extranjeros? Tan patético es el lugar en el que le gusta ponerse al argentino que tampoco se pensó que Rusia es la única potencia que nos respalda en nuestro reclamo de Malvinas y se imaginarán el artículo que se viene. 


*Gran Guerra Patria es como le llaman los Rusos a la Segunda Guerra Mundial.

**En realidad el primer conflicto global es la Guerra de los Siete Años en el siglo XVIII.

Arturo Antonini

Analista político-financiero, promotor cultural y productor audiovisual.