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La Droga

OPINIÓN

La merca “adulterada” de Hurlingham fue el combo que llevó a más de una veintena de vidas consideradas “dispensables” para algunos. No fue un rebaje de cocaína, no fue un sabotaje; fue un error de cálculo en la elaboración de una “nueva” falopa clase C que se encuadra en la epidemia global de adicción legal, ilegal, en negro y recetada de los opiáceos y sus derivados sintéticos. La única interrogante que vamos a plantear aquí es simple e inflexible: ¿Regular o prohibir y dejar morir a sus consumidores?

Soldados en coloridos campos de amapola en Afganistán, la materia prima de anestésicos y drogas ilegales como la heroína. La guerra contra las drogas declarada por Richard Nixon hoy parece un completo y total fracaso (probablemente intencional) por parte de los estados de todo el mundo. | Imagen de BBC.


Café, mate, te, azúcar, chucker, tabaco, sal, chupi, pasti, clona, opio, opioides, opiáceos, faso, merca, harinas, esteroides, carbohidratos, éxtasis, dexa, coca de coquear, coca de inhalar, gaseosa cola, comida chatarra, keta, meta, pepa, popper, anfeta, MDMA, LSD, GH, DMT y así… ¿Cuál es droga?, ¿cuál es adictiva?, ¿cuál es legal?, ¿cuál es buena y cuál es mala? Creo que aquí mismo nos encontramos con el primer impedimento para entender y tratar con los problemas derivados de estas sustancias… La arbitrariedad. 

Contrastemos. La Ley de Sustancias Controladas de Estados Unidos cataloga a la marihuana en “Clasificación 1” y la cocaína en “Clasificación 2”, o sea, menos grave. La deducción que nace de la interpretación literal de esta acta es que, el consumo o comercialización de la marihuana es más grave, ya que esta planta  “no tiene actualmente ningún uso médico aceptado en tratamiento”, mientras que la cocaína es más leve ya que “tiene un uso médico actualmente aceptado en tratamientos”. Creo que quien tiene un mínimo de calle se percata de que estos encuadramientos simplemente no tienen sentido, el consumo de cocaína es bajo todo punto de vista infinitamente más nocivo que el del cannabis. No veo el punto de explayarme sobre este `dato duro´. Todo esto sin mencionar que el tabaco y el alcohol son completamente legales y creo que es igualmente estéril ponerse a explicar que estas sustancias matan y el tabaco lo hace aún en un consumo moderado. Es paradójico además que actualmente se está combatiendo proactivamente el consumo de azúcar en las bebidas y ya las gaseosas “comunes” en muchos casos contienen de prepo una proporción de edulcorantes sintéticos. Todo tiene que ver con todo, la Coca Cola en sus inicios contenía cocaína por ser un combo entre la nuez de cola y la hoja de coca, siendo este último ingrediente prohibido por la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas de 1988.  En limpio, según la ONU, mascar hojas de coca debe ser ilegal, mientras que en nuestro país su consumo y tenencia está OK y su comercio es ilegal, mientras todos vemos y conocemos los kioscos que la venden. ¿Todo esto tiene algún sentido?


Firma y sello

Las drogas recetadas. Probé y consumí recreativamente y bajo receta muchas cosas y nunca me quedé pegado a nada salvo a las benzodiacepinas. Conocidas popularmente como el Rivotril o `clona´, su prescripción es prácticamente on-demand por los psiquiatras. La joda del kiosco legal no se limita solo a unos ansiolíticos y somníferos `light´; estas pastis son “suaves” comparadas con la vedette que en esta ocasión fue protagonista de esta reciente masacre: los opiáceos. 

Son formulaciones artificiales que emulan la química de los opioides como la morfina o la heroína, es decir, imitan a las drogas `naturales´ que provienen de la planta de amapolas que ya de por sí tienen un temible historial. El gigante asiático, nada más y nada menos que China, fue un monstruo adormecido en un letargo químicamente planificado e inducido por el Imperio Británico. Es el consumo directo del opio el que generó una guerra en China y un retraso cultural en lo que ellos llamaron el siglo de humillación. No debe resultar llamativo que donde hay opio pie hay quilombo y, oh casualidad, Afganistán y Vietnam son productores de su materia prima, la bella amapola silvestre y sus colores que decoran el encabezado de esta nota.

El progreso indefinido en materia de tecnología química formal e informal no se detiene, y ha avanzado de tal modo que no es necesario meterse en líos para obtener el mismo o mayor efecto. Como siempre, la historia se repite; los piratas llevan a cabo una nueva guerra blanca y de muerte gris. Los opiáceos, es decir, las formas sintéticas del opio, y su uso masivo en el tratamiento del dolor crónico se han convertido en una pandemia muy presente en nuestros tiempos. Médicos de múltiples disciplinas recetan a la ligera este veneno que, lejos de curar el dolor, lo transforman y lo perpetúan como una adicción creciente. Ya no es exclusivo de gente “under” el quedarse pegado a una droga, gente con lesiones relativamente leves es inducida al consumo legal de sustancias que se encuadran entre las más adictivas en existencia, todo con firma y sello profesional en dolencias o trastornos que pueden ser tranquilamente subsanados con aceite de cannabis o un par de secas de porro.

A todo esto, las fuerzas de seguridad y de la justicia de procesar y gastar valiosos recursos que podrían ser invertidos en el combate del crimen organizado en alguien que cultiva unas plantas en el fondo de su casa.

La cosa empeora y resulta evidente un plan deliberado de adormecimiento popular. Existen investigaciones muy serias que datan hace décadas sobre el uso del LSD para tratar adicciones como el alcoholismo con una efectividad sin precedente. Asimismo hay estudios más recientes sobre la utilización del MDMA (el componente activo del éxtasis) como tratamiento de emergencias para suicidas y personas que sufren estrés post traumático como los veteranos de guerra. Ni hablar de la materia de hongos y su potencial (aún en desarrollo) para curar infinidad de enfermedades y dolencias. Diría que es una pena que no se aproveche todo el potencial químico para curar, pero, ¿dónde está el negocio de sanar definitivamente una dolencia? Esto está pensado,y el dios mercado no tolera el desarrollo de productos que no generen hábitos de consumo y mucho menos satisfaga al consumidor indefinidamente.


Hurlingham

¿Qué pasó ahí? Los análisis que hicieron organismos estatales y algunos periodistas independientes indican que no se trataría de un rebaje de cocaína. La joda es crear un polvo lo más económico y adictivo posible. Los cocineros juegan con químicos intentando emular al fentanilo, un mega analgésico opioide que se utiliza médicamente en combinación con otros anestésicos. Dependiendo de la mano del cocinero se consiguen precursores o derivados de esta droga que pueden multiplicar su efecto exponencialmente al punto de hacer componentes derivados muy letales. Una muestra dio positivo en carfentanilo, el anestésico usado en elefantes. Algo así como 10.000 veces más potente que la morfina, el contacto de la piel con este compuesto concentrado puede significar la muerte instantánea. Todo por $250 la bolsita. 

Me resultó satírico ver a cierto conductor de TV interrogando intensamente a Sergio Berni, con preguntas como: “¿Qué le dirías al que consumió cocaína a las 8am? ¿Puede tener un efecto retardado?”. Formadores de opinión que están desde la madrugada hasta la madrugada en el aire impecables, todos los días, y pensemos en todas la profesiones y oficios. Esa gente que no para. ¿En serio vamos a seguir haciéndonos los boludos? En África el Tramadol (un opioide) es una epidemia ya que permite jornadas laborales extendidas al ser analgésico y a la vez estimulante. En Asia se obtiene una funcionalidad similar con la anfetamina. La droga ya no se trata de gente de joda, ojalá fuese un recurso recreativo; la droga es hoy una necesidad. 


El Obvio de los Pueblos

Voy a ser claro y un tanto reiterativo sobre en lo que vengo insistiendo nota a nota, la necesidad de una reforma... `LA´ Reforma Cultural. El consumo de plantas alucinógenas y otras sustancias tiene antecedentes milenarios. El hombre buscó, busca y buscará estados de conciencia alterados. Esto es así, es parte de cada cultura. El tema es que la fusión cultural (o genocidio) generado por la globalización y consumismo ha ensamblado el cocktail perfecto para dar lugar a un verdadero flagelo social, quizá no tanto en el consumo en sí, como en la violecia y dependencia económica que deriva de la comercialización legal e ilegal, es decir, el narcotráfico y el complejo industrial farmacéutico. Se fagocitaron todas las identidades bajo la bandera del consumo por medio del capitalismo, en esta absorción se hizo una mezcla descomunal de intercambio entre diversas culturas de consumo. El mundo es hoy una jarra loca donde se metió la falopa de cada rincón del planeta y, bajo la demanda típica del capitalismo, su diseño, logística y comercialización se ultra refinó. Cada bolsillo puede dar lo poco o lo mucho que tenga para darse con algo. Junto al cambio climático, esto es gran salto de la humanidad hacia el vacío. Es un asteroide que ya impactó la tierra, lo único viable por hacer es un control de daños y un rencausamiento de los habitos mediante un redireccionamiento de los valores. Es decir, dar un nuevo sentido a la vida, Dios ha muerto, se nota, y se lo reemplaza por valores de depredación que consumen el econsistema natural y social  a una velocidad sin precedente.

Mapa de las regiones productoras de opio. México y Colombia azotados por guerras narcos, Irak y Afganistán en estado de guerra de baja intensidad constante, en el sudeste asiático el triángulo dorado que sufre y sufrió conflictos militares constantes como la guerra de Vietnam y hoy el golpe militar en Birmania. EEUU en mayor o menor medida tuvo (y tiene) ocupación militar en dichas regiones | Imagen de Wikicommons

Ya mencionamos que China dilató siglos su inexorable dominio mundial comercial cuando el Imperio Británico infectó a dicha sociedad con el consumo del opio y la historia se repite una y otra vez. La `cultura fit´ y `laburante´ o `workaholic´ nos averguenza de nuestros cuerpos y de nuestras capacidades. Por defecto, entramos en el conjunto de vagos si no entregamos el 101% en cada pelotudez que hacemos. La matemática es inclemente y ese 1% es lo que nos lleva a exigencias inumanas, el físico se rompe, el dolor y el agotamiento nos invade y con ellos la "cura" nos anestesia y estimula. Sí, esa es la matriz fábrica de zombies, muertos vivos que solo vagan para consumir qué: cerebros. 

Aquí se me sirve la analogía en una bandeja de plata, nuestros valores morales e intelecutales se vacían de sentido por el pensamiento postmoderno, y nos convierte en muertos vivos que debe consumir sus neuronas con estados químicamente alterados. Si vemos este patron desde la perspectiva económica, nos engañaron haciendonos creer que lo que producimos no es suficiente y que debemos cambiar la soja, el yuyo verde, por papel verde. Por otro lado, es curioso que se denomine `pump and dump´ (algo así como exprimir y deshechar) a una práctica estandar de manipulación bursátil que por ejemplo hoy sufren las criptomonedas. El punto es que todo se ha convertido en doctrina que afecta cada plano humano. Dicho esto, simplemente no se entiende como se defiende a capa y espada el supuesto progreso indefinido del ultraliberalismo comercial


La guerra contra las drogas

Una formulación absurda que por cierta razón tomó una magnitud inabarcable. Claro está el absurdo de hacer una guerra contra un químico, la guerra por definición es de gente contra gente. Entonces sería de los estados o `la sociedad´ contra alguien externo. La paradoja de la paradoja se manifiesta en cada punto de esta temática, los estados y sus agentes son parte del narcotráfico. Es una guerra orwelliana con el fin de crear una restricción, para mejorar el profit de esta industria y de paso cañazo atontás a la población y borras a los indeseados con sustancias que son directamente veneno. De nuevo los antecedentes, este fenómeno se vio en la epidemia del crack en los barrios negros de California en los años 80', donde se vio íntimamente conectada la CIA en lo que luego fue develado en el escándalo Irán-Contra. Esperemos que el caso de Hurlingham no se le asemeje.

A todo esto, comunicacionalmente el fuerte de las campañas de prevención en esta `guerra contra las drogas´ se constituye de frasecitas como "decile no a las drogas", el hashtag irrisorio que se muestra en algunos festivales de música electrónicas #hoysindrogas o el muñequito del Dr. Miroli, Fleco.

Este video es parte de una campaña de los 90´ del gobierno nacional donde el entonces subsecretario de Prevención y Asistencia de las Adicciones, Dr. Alfredo Miroli, nos advierte de los peligros de la marihuana. A todo esto Fleco preocupado por los rollitos.

El mundo al revés, drogas nocivas legales, drogas con potencial curativo prohibidas. Mientras tanto, narcos, el complejo industrial farmacéutico y muchos vivos juegan al químico para ver cómo endulzar y abaratan más el veneno. Ahí lo tienen, la competencia capitalista que siempre mejora todo lo que toca. 

Arturo Antonini

Analista político-financiero, promotor cultural y productor audiovisual.