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"Era un garronazo": la policía secuestró sus plantas de marihuana y fue sobreseída

historias de acá

En febrero del año pasado la policía irrumpió en la casa de Valeria en Tafí del Valle y se llevó las plantas que usaba para su tratamiento con aceite de cannabis. Hace unos días fue sobreseída por la justicia federal y lo celebra. Un fallo que marca precedentes.

Valeria feliz con sus plantas y con el fallo de la justicia.





“Sacaban las plantas de las macetas y me saltaban las lágrimas”, confiesa Valeria Inés Acosta lo que sintió la madrugada del 27 de febrero de 2021 cuando la policía irrumpió en el predio del barrio Los Castaños de Tafí del Valle y le secuestro sus plantas de marihuana. Eran once plantas pequeñas, algunas en floración y otras en etapa vegetativa, que ella había cultivado con sus manos para tratar distintas patologías que padece. Ahí empezó el laberinto judicial que la tuvo, primero, demorada toda la noche en la comisaría y, después, imputada como infractora de la ley de estupefacientes (ley 23.737). Ese periplo terminó hace unos días cuando la justicia federal la sobreseyó en un fallo que, aseguran, puede sentar precedentes y que ella ahora celebra aliviada: “Fue una alegría, me emocionó… La situación era un garrón; un garronazo. Yo siempre me lo tomé de manera optimista, pero, cuando me dijeron que tenía el sobreseimiento, fue una tranquilidad porque sabía que tenía una causa penal y que cargaba con eso”. 

El martirio legal comenzó esa noche luego de que dos turistas santiagueñas llamaron a la policía al sentir ruidos extraños en el hostel donde estaban alojadas. El alojamiento funciona en el predio donde viven Valeria y miembros de su familia. En la parte de arriba de la propiedad que se encontraba en construcción estaban las once plantas de marihuana. Si bien los ruidos habían sido una falsa alarma, al dar con las macetas, los oficiales desplegaron un operativo para encontrar al propietario de los ejemplares de cannabis: “Yo estaba dormida porque era la madrugada y vienen y me avisan: ‘Vale está la policía, encontraron las plantas’. Entonces respondí que eran mis plantas y que me hacía cargo. Yo estaba tranquila porque sentía que no estaba haciendo nada ilegal. Fui, me presenté y les conté a los policías para qué usaba las plantas. Por suerte, el oficial del área de Drogas Peligrosas era piola, entendió la situación, pero me explicó que ellos estaban obligados a actuar y tenían que hacer todo el papeleo”. 

De su casa la trasladaron a la comisaría de Tafí del Valle donde la tuvieron demorada toda la noche hasta que constataron que no tenía antecedentes penales y la dejaron ir. Si bien el juez de turno determinó su libertad, todavía tenía por delante todo el proceso legal para demostrar que no había cometido ningún delito. Entonces se contactó con la militante cannábica Victoria Flores Fassola y los abogados Patricio Char y Daniela Falchi, quienes la apoyaron todo este tiempo en el camino hacia la absolución: “Ellos llevaron adelante todo el caso. Fue buenísimo porque los chicos lo hicieron ad honorem y es gente que viene trabajando hace mucho para defender los derechos de los cultivadores. Ahí dije esto tiene que terminar bien y así fue, salió perfecto”. 

“Para mí es una planta sagrada”, revela la mujer de 42 años que comenzó a usar cannabis en 2018 para tratar sus problemas de presión arterial y de stress: “Antes tomaba dos pastillas por día y, de a poco, las fui dejando por el aceite de cannabis. Yo misma hacía el aceite, el cannabis es muy natural en nuestra casa. Empecé a sembrar y a cultivar mis propias plantas y la que me secuestraron iba a ser mi segunda cosecha. Siento que el cannabis tiene una parte medicinal y otra parte terapéutica, esa que llaman recreativa, pero, cuando uno está muy sacado y con mucho stress, ingiriendo gotas o fumando puede controlarlo. Prefiero eso a medicarme con pastillas como hace la mayoría de la gente. Creo que si fumaran o consumieran aceite de cannabis habría menos gente enloquecida y depresiva porque el cannabis siempre es terapéutico, ya sea como consumo medicinal o recreativo. Es mucho peor el consumo de alcohol o de tabaco… Hay un montón de sustancias que son mucho más peligrosas que una planta, pero es muy difícil salir de esa visión que condena a la marihuana”. 

La vida de Valeria cambió en 2006 cuando se mudó de San Miguel de Tucumán a Tafí del Valle. Ahí comenzó una nueva relación con el entorno natural y, sobre todo, con las plantas. Ahí comenzó con su emprendimiento de perfumes y jabones biodegradables “Aromas del Valle”; eso también significó acercarse a terapias alternativas: “Acá la medicina son las plantas. Para mí es otra medicina, es diferente y es otra forma de tratar las enfermedades. En la ciudad vivís al palo y no te detenés a pensar qué es lo mejor para vos y para tu cuerpo. Creo que la gente todavía no abrió su cabeza respecto a la planta de marihuana, pero el día de mañana se va a naturalizar el cultivo y el consumo del cannabis, va a ser súper natural, como lo fue para nuestros ancestros… Es sólo cuestión de tiempo”. 

Cuando la policía allanó su casa de Tafí del Valle todavía no estaba funcionando plenamente el REPROCANN, el registro nacional para cultivadores medicinales que permite el cultivo de hasta nueve plantas en floración por paciente. Al no estar registrada, Valeria quedó en el limbo legal que la expuso como infractora de la ley de estupefacientes. El miércoles pasado se conoció el fallo del juez federal Fernando Poviña que la sobreseía y declaraba inconstitucional al artículo 14 de la ley 23.737. “Entiendo que el accionar de la encartada queda reservada al ámbito privado, vedada al conocimiento de terceros, no ofendiendo la moral pública y los derechos de terceros”, reza uno de los párrafos del dictamen en consonancia con lo que establece el artículo 19 de la Constitución Nacional. De esta manera, la sentencia demostró que Valeria no estaba cometiendo ningún delito y sienta jurisprudencia al respecto en la provincia.

“Estoy chocha. Fue súper lindo cuando se comunicaron conmigo y me dijeron que estaba sobreseída. Estoy contenta de saber que ya está, terminó y de la mejor manera para mí. Todo fue gracias a lo que hicieron los abogados, ellos trabajaron para esto y esperaban este resultado, pero hace mucho que vienen trabajando para garantizar los derechos de los cultivadores de cannabis. Esta vez me tocó a mí, pero es algo que se tiene que proyectar desde lo individual hacia lo colectivo. Espero que le sirva a otras personas y que se pueda visibilizar y se pueda hablar con más liviandad de una planta que se usa ancestralmente”, confiesa Valeria las sensaciones que la atravesaron al conocer el fallo. Para ella es necesario revertir la historia de marginación y estigmatización que todavía pesa sobre la marihuana: “Todavía hay mucho desconocimiento sobre la planta. Creo que es muy bueno poder tener tu propia planta sabiendo qué es lo que vas a consumir y sabiendo que es natural y terapéutico. Al hacer de la marihuana algo ilegal, la gente accede a ella en lugares donde no sabés qué es lo que te están vendiendo”. 

“Lo que hemos buscado con este fallo es que el cultivador sea sobreseído para mostrarle a la policía que ya no sirve ni reditúa políticamente procesar a este tipo de personas. Nadie le dice a la policía que ya no encierre a changuitos por tener tres plantas. Es un desgaste increíble de recursos económicos y humanos. Tenemos la esperanza de que, con esto, cuando haya un allanamiento por otro motivo que ya no te secuestren las plantas ni te molesten por cultivar”, explica Patricio Char las implicancias del fallo de la justicia federal.

Según comenta el abogado, todavía existe un gran desconocimiento acerca de la legislación vigente por parte de las fuerzas de seguridad que evidencia un trabajo no coordinado en política criminal: “Con esto, los propios funcionarios encargados de la lucha contra el narcotráfico reconocen que, a partir de ahora, van a tener que trabajar de manera más coordinada. Ellos tienen que proceder de manera coordinada y con directivas específicas porque no puede pasar que exista ese desconocimiento de la ley por parte de quienes tienen la obligación de hacerla cumplir, es terrible que esté pasado eso”. 

“En el momento del allanamiento Valeria no contaba con el permiso y la importancia de este fallo es que sobreseen a una cultivadora no registrada en el REPROCANN, pero lo hacen agarrándose de precedentes viejos. Actualmente, cultivar sin permiso del REPROCANN sería una falta administrativa más que un delito penal”, remarca Char para quien es necesario continuar trabajando para que los cultivadores de cannabis no sean criminalizados: “Me llama mucho la atención la hipocresía que hay en torno a este tema porque la marihuana es muy común y muchos fuman, hasta la gente de tribunales, pero al momento de dar la cara todos lo esconden”. 

 

 Autocultivo legal: ¿medicinal y recreativo?

Hace mucho tiempo que los usuarios del cannabis están expuestos a situaciones como la que le tocó vivir a Valeria Acosta. En el contexto de los 23 muertos que originó el consumo de cocaína adulterada en el conurbano bonaerense, se abrió el debate acerca de la necesidad de modificar el actual Régimen Penal de Estupefacientes. En este sentido, días atrás la diputada Carolina Gaillard presentó un proyecto para introducir modificaciones en la ley 23.737 y despenalizar la tenencia para consumo personal de sustancias psicoactivas. En este nuevo marco legislativo el cannabis que tendría un régimen especial. 

El proyecto de Gaillard incluye la legalización del autocultivo de cannabis para uso personal. 40 gramos de tenencia y nueve plantas en floración para cultivo hogareño, basándose en los límites máximo que actualmente se le permite a usuarios y usuarias medicinales inscriptos en el Reprocann. Así se abandonaría el doble estándar que discrimina entre el uso medicinal y recreativo de la marihuana y todas las personas usuarias de cannabis tendrían los mismos derechos.

“Es urgente una reforma de la ley de estupefacientes. Esto va a permitir, además, implementar otras formas de cuidado de la salud en línea con las políticas de reducción de daños”, explicó la diputada del Frente de Todos en una nota publicada por la revista especialziada THC. El proyecto presentado hace foco en que la persecución penal se oriente a la narcocriminalidad y el mercado ilegal de sustancias psicoactivas, entendiendo que “las conductas privadas de usuarios y usuarias no significan un daño a la salud pública y su persecución, en cambio, genera sistemáticas afectaciones a derechos fundamentales”. 

El texto fue redactado y trabajado en detalle con especialistas y organizaciones de la sociedad civil durante todo el año 2021. El proyecto de Gaillard supone un cambio de paradigma respecto a la actual política de lucha contra el narcotráfico y fue acompañado por la firma de las diputadas y diputados Mara Brawer, Mónica Macha, Blanca Osuna, Verónica Caliva, María Rosa Martínez, Carolina Yutrovic, Jimena López, Itaí Hagman, Mabel Caparrós y Lucila Masin.

Lee el fallo de Poviña y el proyecto de ley:


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