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"Te pillan, te hacen cagar y te roban el celular": denuncian pirañas en el ex Abasto

ROBOS PIRAÑA

Las familias de la zona que pertenece al barrio Ciudadela ya no saben qué más hacer. Viven en toque de queda luego de que una horda de delincuentes dejara inconsciente a un hombre que había salido a comprar leche para su bebé. “Está caldeada la cosa y quieren venganza”, advierte un vecino.

Disturbios y robis piraña en la zona del ex Abasto.





Martín se salvó de milagro a principios de abril de este año. Cuando volvía de bailar, en la zona del ex Abasto, un grupo de jóvenes lo abordó y comenzó a golpearlo sin mediar palabra. Lo tiraron al piso, se resistió, logró levantarse y divisar un rostro conocido. Cuando todo parecía perdido, un vehículo se atravesó en medio del grupo, se abrió la puerta y un grito salió desde su interior. “¡Subí! ¡Subí!”. Lo miró y entonces supo qué hacer.

El joven recuerda haber saltado como pudo encima del amigo que iba en el asiento del acompañante, salir a toda velocidad con la puerta del auto todavía abierta y una horda persiguiéndolos con palos y piedras. Una de esas piedras logró impactar el parabrisas trasero. Un daño mínimo comparado a lo que podría haberles pasado si no lograban escapar.

Ese fue uno de los numerosos episodios que tanto Martín, como varios vecinos de la zona, dicen haber experimentado en carne propia. Y siempre pasa en el mismo lapso de horas. Y siempre luego de que cierran las puertas del mismo boliche. Y, aparentemente, siempre son las mismas caras las que hacen temer a todo el barrio, las que ya no les permiten salir después de las 20, cuando el último agente de Policía abandona su puesto hasta las 8 de la mañana del día siguiente.

“Ya han dejado a un chico inconsciente, un padre que se salió a comprar leche para el bebé como a las cinco y le han pegado tanto que lo terminaron mandando al hospital”, describe Martín. “Son como hordas que andan dando vueltas, después de las 4 no se puede andar y todo surge por un boliche que hay en Miguel Lillo al 200; los sábados y domingos son los días más complicados”, agrega. 

Al padre inconsciente también se le suma el robo a una chica hace un par de fin de semanas y una serie de destrozos que se registran justo después del cierre del mencionado local bailable.

La situación, y la falta de respuestas de parte de las autoridades policiales, incentivó a los vecinos de la zona pertenece al barrio Ciudadela, de la Capital, a organizarse mediante un grupo de WhatsApp. Un espacio creado por el rondín de la cuadra, donde se informan de todos los movimientos en el área, para prevenir que otros vuelvan a caer presas de los que bien podrían ser considerados “pirañas” por su modus operandi.

“Estamos hartos. Es levantarte, ver en el grupo y enterarte de los destrozos que han hecho. Hace dos meses que arrancó este tema de los pibes. A mí el ataque me lo han hecho a principios de abril, pero desde marzo ya habían agarrado gente”, asegura Martín. “Dicen que son pibes de entre 15 y 17, que son de la zona, por la Matienzo y Crisóstomo Álvarez, son pibes de buena familia, vaguitos que están vestidos para salir a bailar”, agrega.

Y la descripción es muy parecida a la que pudo notar la última víctima documentada de una banda de características similares, Gabrial, que fue víctima de un “robo piraña” este domingo por la madrugada en Barrio Sur.

Son 15 o 20 pibes que andan en patota y agarran al que sea. Te pillan, te hacen cagar y te roban el celular. Se empeñan más en hacerte cagar”, describe el joven, que advierte un descontento preocupante que invade a varios vecinos del barrio.

Los vecinos están hartos, hay varios que están decididos a esperarlos y confrontarlos. Lo que quieren hacer es ir a la casa del que alquila el boliche y manifestarse en su casa. Pasa que ese boliche estaba antes en otro lugar, en Independencia al no sé cuánto, y se trasladó para acá a mitad de año pasado, y desde entonces siempre hubo disturbios, y ahora estos robos piraña”, explica al tiempo que recuerda que ya se ha solicitado más de una vez y por escrito mayor presencia policial a la Comisaría competente.

Realmente esta caldeada la cosa, lo único que quieren es venganza, la situación sobrepasó el límite de la paciencia porque es de terror, porque después de las 20 ya no hay policías. Es como un toque de queda, no salís después de cierta hora y, si salís, tenés que volver a tu casa en remis y que te espere a que entres”, se lamenta Martín.