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"Lo último que recuerdo es a mi amigo gritando": habla la víctima del robo piraña en Barrio Sur

NOCHES VIOLENTAS

El joven realizó la denuncia en la Comisaría Segunda y ahora teme represalias de parte de alguno de los delincuentes. “Nos empezaron a pegar sin mediar palabras”, recuerda. El crudo relato de una noche para el olvido.





Tiene casi 40 años y asegura nunca haber vivido algo igual. En la madrugada del domingo, sufrió un violento episodio en barrio Sur. En la esquina de calles Piedras y Alberdi, un grupo de al menos 20 jóvenes lo abordaron a él y a un amigo con el que volvían caminando a sus casas. Él, a quien llamaremos Gabriel, prefiere resguardar su identidad por miedo a represalias. Hizo la denuncia en la Comisaría Segunda, pero desde lo que vivió no se siente seguro.

Eran cerca de las seis de la mañana del domingo. Gabriel y su amigo volvían caminando a sus casas por calle Alberdi hacia el sur. Estaba tranquilo, casi ningún movimiento en las calles. Apenas cruzando San Lorenzo, ambos amigos escuchan a otras personas acercarse. Ven a sus espaldas y logran divisar, todavía lejos, a un grupo de entre 20 y 30 jóvenes. Continuaron caminando sin sospechar lo que pasaría unos metros después.

Eran cerca de las seis de la mañana del domingo. Gabriel y su amigo volvían caminando a sus casas por calle Alberdi hacia el sur. Estaba tranquilo, casi ningún movimiento en las calles. Apenas cruzando San Lorenzo, ambos amigos escuchan a otras personas acercarse. Ven a sus espaldas y logran divisar, todavía lejos, a un grupo de entre 20 y 30 jóvenes. Continuaron caminando sin sospechar lo que pasaría unos metros después.

“No les dimos mayor importancia a los chicos y seguimos caminando. Segundos después, lo último que recuerdo es a mi amigo gritando ‘¡¿qué pasa?! ¡¿qué pasa?!’. Ya nos estaban tirando golpes de entrada, intentamos correr, pero estábamos rodeados”, describe Gabriel sobre los primeros segundos del ataque, que parecieron horas.

Ni Gabriel ni su amigo se animan a asegurar que el hecho en cuestión fue efectivamente un asalto o un robo piraña. De principio a fin, nunca –o al menos no lo recuerdan- hubo un pedido de los delincuentes de ninguna de sus pertenencias. De hecho, a ninguno le robaron sus billeteras, solo sus celulares, y recién después de ser golpeados durante largos minutos.

No es que ha sido como un asalto, nos han empezado a pegar sin mediar palabra. Como entro en shock, no recuerdo la secuencia exacta. Recuerdo que me pateaban y que me tiraban trompadas. Me doy cuenta que me roban cuando me meten la mano al bolsillo”, recuerda y le tiembla la voz.

Todo el hecho quedó registrado gracias a un testigo que pasaba por el lugar y filmó con su celular. En el video se puede ver a un numeroso grupo de jóvenes reduciendo a un hombre en medio de la calle. Gabriel casi no aparece en el plano, es su amigo al que golpean y sostienen entre más de cinco en el piso. Él, en cambio, fue reducido y golpeado contra la pared de una casa a la izquierda de la pantalla. También se puede apreciar a dos personas que bajan de un auto blanco para intervenir, pero que deben volver a subir rápidamente al vehículo para evitar convertirse en nuevas víctimas de los malvivientes.


“Cuando pasó todo se acercan los dos chicos de la camioneta y nos ofrecen llevarnos a la Comisaría. Encontramos a un policía en la calle, se comunica con otros y da aviso. Estábamos muy mal, nosotros en ese momento no vamos a la comisaria, mi amigo no quería hacer la denuncia. Primero fuimos a nuestras casas para dar de baja las líneas de los celulares y al rato fui a hacer la denuncia”, señala.

En algunos de los medios en los que fue publicado el video se leen infinidad de comentarios criticando al autor. Gabriel sale al cruce de las críticas y, en cambio, destaca la ayuda recibida en ese momento. “Hay que estar en el momento, no es ser justiciero así nomás”, reflexiona.

De lo poco que recuerda Gabriel, calcula que quienes lo atacaron tienen entre 17 y 20 años, no más. Por suerte, las heridas que le provocaron fueron todas superficiales. Tiene un brazo dolorido y varios moretones en el torso, además de un par de rasguños. 

“Tuve que invertir en celular nuevo y dar de baja el anterior, con lo difícil que está ahora. Es la triste realidad que hay que atraviesa. De ahora en más vamos a tratar de movernos en taxi. Uno no puede dejar de hacer su vida, lamentablemente”, concluye Gabriel, que hoy puede contarlo.

 

Investigación en curso

En declaraciones a La Gaceta Play, Rubén Figueroa, comisario jefe de la seccional 2, aseguró que es la primera denuncia recibida de este tipo. Señaló, además, que los robos piraña que han podido registrar están direccionados al robo de motocicletas.

Sin mayores pistas de los responsables del ataque, el comisario instó a la gente que sufre este tipo de delitos a que se acerque a realizar la denuncia correspondiente. “Aprovechamos la oportunidad para que toda victima que sea víctima de este delito se apersone para hacer la denuncia y podamos trabajar y direccionar los recursos humanos de la fuerza a esos sectores”, indicó.


Más temprano, el ministro de Seguridad provincial, Eugenio Agüero Gamboa, deslizó que se trata de un delito perpetrado por grupos de jóvenes menores de edad. "Se está investigando junto al Ministerio Publico Fiscal para observar estos delitos. Se analiza si son bandas criminales o una nueva modalidad delictiva realizada por menores de edad”, aseguró. Y agregó que el hecho es preocupante por su complejidad: “Esto requiere una profunda investigación porque estos chicos delinquen de forma inesperada y en banda, lo cual hace dificultosa la individualización de los sujeto".