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"Arriesgaron mi vida": el tucumano aislado en Jujuy probó que nunca se contagió

FIN DEL CALVARIO

Por orden del gobierno jujeño, Antonio Nieva estuvo casi un mes internado en esa provincia. Autoridades aseguraban que se había contagiado COVID-19. Un nuevo estudio realizado por el otrora paciente sospechoso demostró lo contrario.





“Nunca tuvo Coronavirus”, confirmó por audio de WhatsApp el doctor Sergio Barrera Ruíz, un prestigioso infectólogo de Jujuy, a una periodista de la misma provincia, a quien el tucumano Antonio Nieva le envió el resultado de su examen ELISA (Enzyme-linked immunosorbent assay, o en español, ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas), que midió una cifra de anticuerpos IgG equivalente a 0,81. “Cualquier cifra menor de 4 es negativo”, sentencia el médico. Y, entonces, estalla una nueva polémica.

Prueba ELISA de COVID-19 negativo. (Foto: Gentileza de Antonio Nieva)


Nieva, oriundo de Tafí Viejo, permaneció internado contra su voluntad durante casi un mes en Jujuy. Fue por orden del gobierno de esa provincia, cuyas autoridades aseguraban que el taficeño se había contagiado de COVID-19, aún sin papeles que lo demuestren. El lunes de la semana pasada, ya de vuelta en Tucumán desde el 10 de julio, pudo quitarse la duda que lo atormentaba a él y a toda su familia. Pese a haber dado negativo en un hisopado y un examen de sangre realizado por médicos en territorio jujeños, necesitaba saber si efectivamente el virus había corrido por sus venas.

“Recién hoy me entregaron el informe; yo nunca tuve el virus en la sangre”, cuenta Antonio a eltucumano.com, con sentimientos encontrados por todo lo sufrido: los malos tratos, los oídos sordos, el tiempo perdido y las sospechas ajenas que también acecharon a su familia que, durante más de 15 días, debió paralizar su negocio.

“Siempre, ni bien llegué al hospital de campaña que armaron, solicité otro estudio, que me lo iba a pagar yo, y nunca me lo quisieron hacer”, recrimina Nieva quien, lejos de buscar culpables o mala intención de parte de las autoridades de Jujuy, prefiere creer en que se haya tratado de algún tipo de error. “Puede haber sido un falso positivo o una equivocación en las muestras”, se lamenta, ya desde la comodidad de su hogar, rodeado por sus seres queridos.

“Gasté mucha plata”, cuenta el taficeño, quien calcula que perdió alrededor de $100.000 por los días de trabajo interrumpidos, más los gastos de hotel, el estacionamiento y hasta el taxi que debió tomar porque el gobierno de Jujuy no puso a disposición una ambulancia para trasladarlo, como dictan los protocolos –un traslado que le demandó alrededor de $3.600 desde la capital jujeña a Ledesma-. 

“Han puesto mi vida en peligro, estuve expuesto al virus, estuve con tres muchachos que estaban muy enfermos, no teníamos ventilación”, recuerda Nieva, quien en una entrevista anterior reveló que uno de sus compañeros de habitación había sido el padre de uno de los policías jujeños que dieron positivo y obligaron a volver a Fase 1 de la cuarentena. “Tengo que buscar Justicia por mí y por mucha gente que ha vivido, al igual que yo, esta situación”, analiza el tucumano ya con los papeles que demuestran la equivocación de las autoridades sanitarias de Jujuy.

“Si ha sido un error, es muy grave. Le agradezco a dios no haberme enfermado”, concluye Antonio Nieva.

Antonio Nieva, al interior del hospital de campaña. (Foto: Gentileza de Antonio Nieva)


El tucumano había ingresado a Jujuy el 14 de junio. Desde entonces, pasó la cuarentena ocho días en un hotel de la localidad de Ledesma. Al noveno día fue trasladado por las autoridades gubernamentales a un hospital de campaña que, según el propio damnificado, parecía un “castillo de cartón”. Fue dado de alta, a falta del resultado de un estudio, el 9 de julio. Ya en Tucumán, y con dos muestras negativas recientes entre ellas, permaneció un día más en cuarentena en un hotel del Parque 9 de Julio y, finalmente, fue enviado de vuelta junto con su familia. Un calvario que duró 36 días, hasta comprobar que jamás estuvo enfermo de Coronavirus.