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Osvaldo Jaldo se encamina a su quinta candidatura testimonial

ESTRATEGIA POLÍTICA

El diputado electo por el Frente Justicialista renunció dos veces a su cargo en la cámara baja del Congreso de la Nación y otras tres a su banca en la Legislatura. El martes no se presentó a recibir su diploma de autoridad electa. Distintos sectores del gremialismo peronista presionan para que el actual vicegobernador no asuma. El factor Alperovich.

Jaldo festeja en Casa de Gobierno luego de los comicios del 22 de octubre. FOTO: LV12





Osvaldo Jaldo no asumiría el próximo 10 de diciembre su banca en la cámara baja del Congreso de la Nación. Así lo aseguran sus allegados, quienes por estas horas culminan los preparativos para hacer el anuncio.


El martes en los Tribunales Federales se realizó la entrega de diplomas a las autoridades electas el 22 de octubre. El vicegobernador faltó a la cita, a diferencia de su compañera de lista y de sus rivales políticos, y envió al intendente de Banda del Río Salí Darío Monteros en su lugar.


El rumor de su renuncia a la banca de Diputados obtenida el pasado 22 de octubre no es nuevo. El "operativo clamor" arrancó apenas días después de que las elecciones dieran a sus ganadores. Impulsados por versiones de un "operativo regreso" de José Alperovich, sectores del peronismo que no conviven con el alperovichismo comenzaron a hacer circular panfletos y a desfilar por distintos medios para pedir a Jaldo que no asuma para "resguardar el peronismo provincial".

Las nuevas autoridades deben asumir el 10 de diciembre. José Cano y Beatriz Ávila de Cambiemos para el Bicentenario (CpB), y Gladys Medina del Frente Justicia (FJT) asumirán su banca. El caso de Jaldo aún es materia de duda, tanto por el lobby del gremialismo peronista como por lo que significa dejar la provincia en plena ─y precoz, por pujas internas─ carrera electoral hacia 2019. Si las versiones de los allegados se cumplen, Pablo Yedlin deberá asumir en su lugar, dejando acéfala a la Secretaría General de la Gobernación del Gobierno de Tucumán.


El vicegobernador tucumano Osvaldo Jaldo posee un largo historial de renuncias a cargos legislativos. Desde el 2000, acumula cinco declinaciones a su banca parlamentaria para asumir un cargo ejecutivo en el gobierno provincial.


Jaldo arranca su carrera política en 1987 al ser electo intendente de Trancas. Entre 1989 y 1999 se desempeñó como legislador provincial. En el 2000 comienza una escalada de renuncias que tuvo como primer destino el ministerio de Economía de Julio Miranda al que luego renuncia por diferencias con el gobernador. Tres años después es electo nuevamente intendente de Trancas, cargo al que renuncia ante el llamado de José Alperovich para ocupar el puesto de interventor de la Caja Popular de Ahorros.


A partir de 2007 arrancan las candidaturas testimoniales del actual vicegobernador tucumano, todas en instancias legislativas:


- 2007: Es electo legislador provincial. Renuncia para asumir al frente del Ministerio del Interior, creado por Alperovich ese mismo año.


- 2009: Es electo diputado nacional. Renuncia para volver al Ministerio del Interior como titular, cargo que ya ocupaba al comienzo de la gestión Alperovich.


- 2011: Es electo legislador provincial por quinta vez. Renuncia para asumir nuevamente al frente del Ministerio del Interior durante el tercer mandato de Alperovich.


- 2013: Es electo diputado nacional. No asume y continúa al frente del Ministerio del Interior de José Alperovich hasta el final de la gestión.



El factor Alperovich


El gobernador Juan Manzur, que comenzó su gestión tildado como una figura de transición para el regreso de José Alperovich, logró tomar distancia más allá de las cámaras que el ex mandatario pudo ubicar en momentos clave para demostrar que sigue vigente. Los acuerdos logrados y los nuevos aliados de Manzur dan cierta claridad a ese intento de despegue, con La Bancaria como uno de los principales acompañantes de la gestión, otrora enemigo acérrimo del proyecto político. La salida de Armando Cortalezzi de la Caja Popular de Ahorros puede ser tomada como una señal del convenio de paz firmado entre las partes, que habrían acordado condiciones que impactarían directamente en el gabinete.


Unos días antes, en la Legislatura, se desterró al alperovichismo de la mesa de conducción. Fernando Juri y Juan Ruíz Olivares, ambos peronistas, y Ariel García, radical cercano a Jaldo, fueron los elegidos para asegurar que la casa, quizás pensando en la partida del vicegobernador a Buenos Aires que podría no ser tal.


Desde el gremialismo peronista también hicieron lo suyo. Marcelo Sánchez, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en Tucumán, había admitido a comienzos de noviembre que presionarían para que Jaldo no asuma en el Congreso. "Si Jaldo se va a Buenos Aires perdemos la garantía de conducción del PJ en Tucumán", aseguró el gremialista. Meses antes, durante una entrevista en Los Primeros, había adelantado que desde su espacio sólo apoyarían a un candidato a gobernador católico y peronista, un mensaje dirigido al ex mandatario José Alperovich, a quien también acusa de redireccionar votos al bussismo.


No fueron casualidad los afiches que aparecieron en la vía pública un día después de los comicios, clamando por la fórmula Manzur-Jaldo 2019. Ninguno de los operadores de prensa se hizo cargo de la movida y, por el contrario, le tiraron la pelota a La Bancaria.


Todas las acciones hasta aquí concretadas dan muestra de que el objetivo es uno solo: evitar a toda costa el regreso de José Alperovich al poder.