"Se logró adelantar el pago de regalías mineras", la confesión del contubernio entre ex rectores y Minera Alumbrera Ltd que originó el robo de la Ciudad Universitaria en San Javier

Casi 20 años después del vergonzoso hecho, Benito Carlos Garzón -constitucionalista y profesor emérito de la Universidad Nacional de Tucumán- se animó y contó en detalle al diario La Gaceta el contubernio entre ex rectores de la UNT y Minera Alumbrera LTD que dio origen a la falsificación de la construcción de la Ciudad Universitaria en San Javier “de acuerdo a los planos ya aprobados” (SIC) que ordena la ley 14.771 de creación  de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio, empresa interestatal compuesta por la provincia de Catamarca, la UNT y el gobierno nacional.

Este contubernio fue denunciado por eltucumano.com en septiembre de 2023 bajo el título "Expediente 1552-05", la prueba definitiva del robo en banda de la Ciudad Universitaria a la UNT, en el que probó que el desvío de fondos que debían ir a la construcción de la Ciudad Universitaria en San Javier se remontaba a 2005 cuando los ex rectores radicales Mario Marigliano y rodolfo Martín Campero malversaron un millón de dólares provenientes de un “acuerdo directo” con Minera La Alumbrera para el “anticipo de utilidades” en el marco de la ley 14.711 que ordena la construcción del campus en el cerro San Javier "de acuerdo a los planos ya aprobados" (planos que eltucumano.com encontró en la planoteca de la Secretaría de Planeamiento y Obras del rectorado UNT).

En una nota al diario La Gaceta titulada “Regalías mineras en la UNT: cuando todo empezó”, Garzón señala que “la piedra del escándalo se produjo de modo casual. Sucede que el contador Héctor Ostengo (ex vicerrector y sucesor de Campero en 1993 luego director en YMAD junto a éste) tenía amigos que por razones profesionales eran asiduos concurrentes a la Bolsa de Comercio de Nueva York, donde se cotizan las principales empresas del mundo. Un amigo le comentó a Ostengo que en la sede de la Bolsa se había producido una restitución del paquete accionario de una empresa integrante de la Minera Alumbrera SA, por valor de 250 millones de dólares”.

Cabe acotar que Garzón fue designado por el entonces rector Mario Marigliano como uno de los asesores de los representantes de la UNT en el directorio de YMAD. El otro asesor era Alfredo Tineo y que tanto Ostengo como Campero ostentaban en aquel entonces el cargo de director en Yacimimientos Mineros Aguas de Dionisio en representación de la UNT, y que de acuerdo al Artículo 177 de la Ley N° 23.984, Código Procesal Penal de la Nación Argentina “tendrán obligación de denunciar los delitos perseguibles de oficio: 1°) Los funcionarios o empleados públicos que los conozcan en el ejercicio de sus funciones.”   

“Se trataba de una empresa W. River  y esta operación no había sido conocida por los integrantes de la empresa concesionaria”, añade Garzón quien explicó, recién ahora casi 20 años después, que “la ley argentina establece para esta restitución dos únicos modos: o una Asamblea Extraordinaria de Accionistas o en la Asamblea General de Accionistas que se celebra anualmente. Realmente era una tremenda irregularidad, máxime en un ámbito como la Bolsa de Comercio de Nueva York, donde esas irregularidades no son consentidas sin graves perjuicios para el prestigio y acceso al sistema de cotización accionario”.

En su confesión de diciembre pasado al diario La Gaceta, Garzón detalló que “una vez conocidos los detalles de la operación, el contador Ostengo me interrogó sobre la operación que debíamos responder en base a dos normas del contrato de concesión. Ya dijimos que el contrato era netamente favorable a la concesionaria, por lo que no dejó de sorprendernos que se habían establecidos dos marcos legales fundamentales: 1) El contrato sería regido por la ley argentina; y 2) Las diferencias serían resueltas conforme al Código Civil y Comercial de nuestro país. ¡Por fin algo contractual favorable! Prácticamente en una carilla y media redacté la impugnación de la representación de la UNT a la citada restitución de capital a una empresa”.

Ex rector de la UNT Héctor "bocha" Ostengo, al centro, especialista en "información contable", descubrió irregularidades de la principal accionista de Minera Alumbrera y no las denunció.

Sin más, Garzón puntualizó a La Gaceta la conducta delictiva de Rodolfo Martín Campero -quien negoció su silencio, el de YMAD y el de la UNT a cambio de dólares frescos-: “Ya redactada la impugnación a la restitución de capital, antes de firmarla Rodolfo Campero dijo que hablaría con las autoridades de la Minera y se llevó la nota de impugnación. No recuerdo el tiempo que llevó dicha “negociación”, pero a consecuencia de lo cual se llevaría a una sesión especial para tratar la desvinculación de la empresa en cuestión, pero Minera Alumbrera se comprometía a liquidar regalías a partir del año 2006 y no como estaba previsto para 2012 o 2014, según fuese el “rendimiento” de la explotación minera. En síntesis: se logró adelantar el pago de regalías mineras en seis años”.

El contubernio que adelantó millones de dólares a las autoridades de la UNT de aquel entonces, se implementó mediante una triangulación con el Banco Río, el aval del Consejo Superior de la UNT de ese entonces y el posterior ocultamiento de los dólares ingresados en los informes de la secretaria EconómicoAdministrativa y ex diputada nacional de UCR Lidia Ascárate y confirma un accionar sistemático y en banda de ex rectores (Campero, Mario Marigliano y Juan Cerisola) y actuales funcionarios (José Hugo Saab y Augusto González Navarro) contra la Universidad Nacional de Tucumán con protección principal de posteriores rectores (Alicia Bardón, José García y el actual Sergio Pagani), del supuesto defensor de la UNT y lobista de La Gaceta Rodolfo Burgos, del fiscal federal Carlos Brito -cabeza visible de un pacto de impunidad con la Justicia Federal- y el diario La Gaceta -vórtice ordenador del sistema de medios tucumano de aquel entonces-.

En sede minera. Rodolfo Campero, factotum del mayor contubernio de la historia, junto a la abogada de Juan Cerisola en la causa YMAD, Silvia Peyracchia. Detrás Cerisola y Alicia Bardón. 

Garzón detalló que, al momento del contubernio, el rectorado de Mario Marigliano transitaba "su último año". "Lo que vino después en torno al ingreso de las regalías a la UNT y todas sus consecuencias, únicas en la historia de la UNT desde su creación en 1922, corre por cuenta de serios periodistas como Roberto Delgado y de cuantos ciudadanos universitarios honestos y dispuestos a reparar los graves daños económicos, y más que nada morales, que sufrió nuestra Universidad”, se animó a profetizar el hoy anciano profesor emérito de la Casa de Altos Estudios.

El ex profesor de Derecho Constitucional se mostró resignado a la impunidad de los ex rectores y funcionarios que llevaron a cabo el mayor latrocinio de la historia Argentina en nombre de la Universidad Pública y los postulados formales de Franja Morada y la Unión Cívica Radical (al igual que todo el plantel docente de la Facultad de Derecho de la UNT que con su silencio la sigue sumiendo en el peor de los desprestigios): “Aun con fallos de la Justicia, que tratará el caso, no se podrá nunca reparar íntegramente, porque la ambición del poder del dinero pudo más que la conducta proba, altruista y visionaria que dio origen a la Universidad Nacional de Tucumán”, sentención Garzón.

Felicidad universitaria. Decanos y rectores socios de Minera Alumbrera LTD.

"Gift Shop" de Minera Alumbrera para rectores, decanos yautoridades de la UNT.

Alicia Bardón y Sergio Pagani, ex y actual rector de la UNT, degustando la picadita de Minera Alumbrera LTD.