En 1998 comenzó el fenómeno, y junto a la pandemia y la cuarentena, el miedo volvió a hacerse presente en el Mollar, a través de un hombre llamado Sergio Cruz.
Desde la “Luz mala”, pasando por el “Almamula”, y llegando a la leyenda del “Perro familiar”, lo cierto es que en Tucumán no falta la oportunidad de sentir los pelos de punta gracias a una buena leyenda o a alguna historia de terror, sobre todo si la misma es relatada en medio del campo, el monte e inclusive, en los cerros.
Por eso mismo es que la idea de reflejar en un mismo espacio todas estas historias para la gente, es algo que seguramente está destinado a crecer. Sergio Cruz (40), es un habitante del Mollar cuya profesión es la higiene y la seguridad laboral, pero que se puso sobre los hombros un gran desafío cuando todavía iba al secundario: incentivar a los niños de los Valles a anotarse en la escuela secundaria. “La profesora Cristina Bellini y la psicopedagoga Analía Juárez vieron este problema e interpretaron que una de las cuestiones por la cual los chicos no estaban yendo a la escuela secundaria era porque no conocían la secundaria ni tampoco pensaban en continuar con el estudio como una posibilidad”.
La idea de las docentes, Sergio y sus compañeros, fue la de visitar las aulas de los chicos de séptimo grado y contarles acerca de los libros que estaban conociendo gracias al secundario: “Yo conté la historia que había conocido tras leer 'El fantasma de Canterville', historia que si uno no conoce, siente que es algo de miedo. Los chicos quisieron otra historia, les quise contar 'El Corsario Negro' (de piratas), pero no, ellos querían historias de miedo. Los chicos estaban tan concentrados que las profes sacaron una foto de la sorpresa, y hasta la imprimieron y la pegaron ante lo raro de la situación. Estábamos compartiendo historias de miedo del valle”.
A partir de esa experiencia y de comprobar que el contacto entre los chicos que estaban recibiendo una educación secundaria y los de la primaria era tan exitoso, lo que le siguió fue una seguidilla de inscripciones en el nivel superior, algo prácticamente histórico en la zona. Los años que duró el secundario, todo el grupo de Sergio continúo realizando excursiones a las zonas más recónditas de todo el valle, para recolectar historias autóctonas de miedo, y transmitirlas en ferias de ciencias, otras escuelas, y exposiciones.
Y en los mitos y leyendas que componen este proyecto que tiene su origen hace más de 20 años, están las historias ancestrales de los originarios del lugar, esas historias que –según nuestro locutor-, al volver a escucharlas retrotraen no tanto al miedo, sino que, al típico momento familiar de quedarse en la cocina al resguardo del viento helado del valle, frente a un gran fuego, compartiendo con toda la familia historias ancestrales.
“Hay historias de nuestros ancestros, historias de cuando no había electricidad, de cuando el dique no existía, historias de la zona, historias a caballo, de silbidos de almas que andan por los cerros”, le cuenta quien lleva a cabo este proyecto en 2021 a eltucumano.com.
“Muchos creen que mucho de lo del miedo está relacionado al demonio que se conoce desde el catolicismo, pero los relatos también son de gente castigada por la Pachamama. En la mitología indígena no existe el bien y el mal tan bien definido como la cristiandad. Hay gente que me dice ‘A mí me agarró el Yastay´ porque estuvieron cazando de más, como el conocido caso de un señor de Amaicha cuya esposa fue elegida la Pachamama, que una vez el Yastay lo corrió de cerro y no pudo volver más cuando le dijo ‘Tu cuota para cazar en estas tierras ya se terminó, la próxima vez que vengás no volvés más’. El mismo me confirmó que lo habían corrido del cerro hacía muchos años”, relata.
Otra historia que está presente de manera muy repetitiva en la zona es la del duende, aunque se cree que es heredada: “El duende aparece mucho en 'Costa 2', está ahí el Museo de Mitos y Leyendas 'Casa duende', porque es el lugar en donde más avistamientos de duendes hay reportados. Allí en el museo lo describen como un ser que llegó al Valle en el S. XVI (1715) y que se instala allí, aparece con la mano de lana y la mano de hierro. Ellos dicen que el duende no existía, que comoaparece con la mano de hierro, algo que aquí no se conocía, fue traído por los españoles. Pero el duende no solamente es para espantar, sino que te ayuda, porque solamente agarra a la gente que anda de farra, de noche, a los que no trabajaban. El duende te daba una paliza, te daba un correctivo. Estos relatos aparecen como enseñanza también y como lo que marca el rumbo”, nos cuenta.
Durante la pandemia, Sergio decidió que era hora de retomar con este proyecto mientras todos estaban en casa, “Hice una transmisión con historias anotadas que tenía en Facebook, leyendo las cosas que tenía y se prendió muchísima gente. Ahí decidí hacer una Fanpage. También hice mucha publicidad gratis porque muchísima gente del Valle estuvo sin trabajar. Conectó mucho a la gente del valle que por cuestiones de trabajo se fue al sur, a Buenos Aires. Muchos se conectan a través del programa. La música de cortina es cortesía de Dante Álvarez Cruz “Noches del Mollar” y Héctor Lagoria con “Renacer”, un músico de Lules que nos presta su música, y que estará en el Cadillal este Fin de Semana”.
Al ser en un formato digital, las historias del jinete de ojos amarillos, el Yastay, la Pachamama y los duendes de los valles salieron de esta zona geográfica estos últimos meses, primero a través de la FM "Peaje Rock", y ahora a través de sus redes oficiales, llegando inclusive a transmisiones en vivo con 30.000 personas que eran de todo el Norte del país, de Bolivia, Perú y México y que estuvieron atentos y atentas a cada uno de los relatos que este locutor cuenta.
El programa puede escucharse en vivo a través de la Fanpage "Mitos y Leyendas del Valle" cada viernes desde las 23:30. También se suben los videos en el canal de YouTube del proyecto: