Don Juan, Doña Rosa, esa masa silenciosa y fiel, humilde y agradecida, detiene en la calle a José Posse, el compañero de Maribeth Calvi, la querida periodista tucumana que esta noche regresa a nuestra provincia tras su internación en el Hospital Italiano de Buenos Aires.
Maribeth y José.
“Dígale que le mando un beso grande”, “Hágale saber que está en mis oraciones”, “Gracias a una nota que me hizo operaron a mi chiquito que nació con labio leporino”, “Por ella conseguimos una válvula para mi hijo con hidrocefalia”, “Que sepa que todos la queremos y rezamos porque vuelva a la pantalla pronto”.
Juan Pueblo, Doña Rosa, esa masa silenciosa y fiel, humilde y agradecida, detiene en la calle a José Posse, el compañero de Maribeth Calvi, la querida periodista tucumana que esta noche regresa a nuestra provincia tras su internación en el Hospital Italiano de Buenos Aires.
“Es así, todo el tiempo. Literalmente tiene miles de mensajes sin leer. La nota de la semana pasada, los comentarios en las redes sociales, las cosas tan lindas que me dice la gente en la calle, todo ayuda a Maribeth en este difícil momento. La estamos esperando: a la nochecita llega en un avión, con su hija. Estamos con toda la expectativa. Ya se le hicieron todos los estudios en el Italiano, estuvo en una burbuja durante varios días. Ahora debemos esperar que comience el tratamiento”.
José Posse, amigo desde la infancia de Maribeth, y pareja desde que la vida los volvió a encontrar ya hace más de una década, se emociona como aquella vez que la periodista de Canal 8 lo llamó en el 93 para que presentara en el piso su libro: “Maribeth estaba al aire y me llama: ‘Hola, José, te quiero invitar al piso a hablar del libro, venite media hora antes’. Yo era un manojo de nervios: ella me ha enseñado cómo sentarme, cómo mirar la cámara, y después de la nota, me devolvió la crítica”.
“Cosas así lo ha hecho siempre, lo ha hecho con un montón de gente. Esa es Maribeth: la persona ajena, atenta, noble, la que hace un favor y se olvida. Jamás en la vida se ha cobrado un favor, ¿sabés las veces que le ofrecieron dinero por notas? Hasta un político conocido lo hizo. Le mandó a decir: ‘Que haga las cosas bien, nada más’”.
Estas palabras que leerá Maribeth son las que necesita: “Son estas cosas que le han hecho bien a Maribeth. Ella va a necesitar mucha fuerza emocional. Ahora empieza con un tratamiento largo. Tiene buenas probabilidades de que salga adelante. Es grave lo que tiene, pero está en las manos de los mejores médicos. Es una buena paciente, y tiene muchas pilas. Es una mujer joven, tiene muchos sueños por delante. Tiene mucho por vivir. Y está muy agradecida con la gente: tiene miles y miles de mensajes sin leer”.
Maribeth, mientras estaba en el Hospital Italiano, tuvo un percance con el celular: “Muchos mensajes no le llegaban y la gente estaba preocupada. Me preguntaban si le había pasado algo. Maribeth está emocionada de tanto cariño, de tanta buena onda. La han llamado de todas las iglesias: el arzobispo, el obispo, el sheik, de la iglesia ortodoxa, el rabino, de todos lados. Como ella siempre ha sido tan dada, solo amor ha recibido, como el de esa señora al que a través de una nota le había conseguido la válvula para el chiquito que nació con hidrocefalia: ahora el chico tiene 30 años y anda feliz de la vida por el mundo”.
Conocida la enfermedad que atraviesa Maribeth, cadenas de oraciones y el cariño de todos la ha convertido en noticia por primera vez: “Siempre ha ejercido el periodismo con conciencia social. Y no lo hacía con la boquita, sino con acciones. De todos los partidos políticos le han ofrecido candidaturas sin que Maribeth pusiera un peso, pero nunca aceptó porque ella se consideraba fiel a su público. Siempre ha tenido una ética profesional. Y no es que le sobrara la plata. Si hubiera aceptado, la hubiera salvado, pero para Maribeth hay cosas mucho más importantes, por eso es querible, creíble”.
Aterrizada esta noche a Tucumán, la periodista tendrá la primera entrevista con los médicos del Hospital Italiano que residen en nuestra provincia y dará inicio al tratamiento: “Está delicada la flaca, pero es fuerte. El Italiano tiene acá sus médicos. Va a hacer un tratamiento puntual. No te voy a mentir: está con ánimos, pero está muy flaquita: le damos Ensure para que levante peso. Desde la casa la llevaremos a las sesiones y cada tanto tiene que volver a Buenos Aires”.
“Luego de la noticia que fue un golpe, estamos esperanzados todos. Muchas personas nos han ofrecido ayuda de todo tipo. Gracias a Dios está ella cubierta, lo estamos pudiendo solventar a los costos. Políticos, empresarios, vecinos, todos nos han colmado de solidaridad. Hasta la ministra Rossana Chahla, quien es amiga desde chiquita, en medio de todo este lío por la pandemia se ha mantenido atenta a lo que necesitara. La solidaridad ha bajado de todos lados, la verdad nos ha sorprendido”.
Fiel creyente y devota de la Madre Teresa de Calcuta, “Dar hasta que duela” es la frase que marca a fuego a Maribeth Calvi: “Ella es admiradora de la Madre Teresa. Y ha seguido su ejemplo con su profesión. Es emocionante ver el grado de reconocimiento a toda una vida de dar, de dar hasta que duela que es lo que la mueve en la vida. Ella me ha devuelto las ganas de escribir. Es mi empuje, el viento que eleva mis alas. Tiene por delante una muy brava, pero sabemos que va a salir. Con el apoyo de todos, confiamos en que va a salir”.