ANÁLISIS DECANO

Nunca es justa la felicidad: El Deca acarició el batacazo

Atlético Tucumán mereció vencer a River, el mejor del país, pero una fatalidad condenó a los de San Pusineri: un gol en contra de su mejor jugador lo privó de una victoria memorable. Era tan perfecto que asustaba. Las buenas ya van a venir.

29 Abr 2023 - 00:50

Pereyra se quiere morir. el 10 del Deca la rompió pero se hizo un gol en contra.

Vaciá hermano. Pecho erguido y frente en alto. El Decano dio batalla, pisó fuerte y estuvo a nada de cargarse al mejor equipo del país. Un partidazo jugó Atlético Tucumán, que lo peleó de principio a fin, lo peleó con dientes apretados, le mostró al Millonario de qué está hecho e hizo transpirar a los de Demichelis, el equipo sensación de la prensa porteña. Una fatalidad de su mejor jugador dejó al Deca de San Pusineri sin el batacazo, sin tres puntos de oro.

Es viernes a la noche y tu cuerpo lo sabe. Qué bronca, qué sed. La semana pesa en el cuero. Hiciste la fila, la bancaste como un Gigante del Norte, el miércoles, el jueves, el viernes, como un toro, para conseguir esa entrada, para ver a tu Decano querido. Y ahora vas a tomar por ese Decano: tomemo somo Atlético que River vino a sobrar con suplentes y se pegó un cagazo bárbaro, y se va lleno de dudas en 25 de Mayo y Chile, donde ya deberían saber que no se jode y no es joda.

Dientes apretados. El Deca de San Pusineri se cargó al Racing de Gago y le saltó al cuello al River de Demichelis, cuyos suplentes serían súper estrellas de cualquier equipo del país. El Deca pisó fuerte y salió a pegar de arranque porque esto es El Monumental y acá manda El Deca: a apretar bien arriba con Tesuri e Ibarrola al ataque, con Sánchez - Acosta - Pereyra en campo de ellos y a pelear y a pedir penal en la primera, para  gritar ese golazo de Coronel en la segunda.

El Evangelio de San Mateo dice que si le das un metro al 37, te liquida. Qué golazo, compadre. Lo gritaste en la cara de esa Gallina infiltrada. Qué picante es el 37 del Deca, papá. San Pusineri ha convertido a Mateo Coronel en uno de los delanteros más bravos de Argentina. Preguntale a Maidana y Armani, testigos de su grandeza. Golazo del Deca, que baja al puntero.

A su juego lo llamaron al Decano. A resistir con aguante y el guante de Marchiori salva las papas cuando queman. River se queda con 10 porque Paradela se manda una cagada y marche preso, y todo indica que esta noche se pinta de Celeste y Blanco porque 25 es una Fiesta, 25 es carnaval. Estigarribia casi consagra un blooper de Armani, pero el 19 remata desviado y zafa el campeón del mundo.

El manual de San Pusineri dice que hay que resistir con aguante y El Deca lo hizo. La noche era Celeste y Blanca y no pasaba nada, porque le cerró los caminos al mejor del  país que se fue festejando el empate que alcanzó por una fatalidad del Rey Joaquín, el que la puso bajo la suela cuando ardía, cuando las papas quemaban. Nunca es justa la felicidad. El 10 del Deca se hizo un gol en contra que consagró la injusticia, el empate que River no merecía y no encontraba. Es tan perfecto que asusta y se esfumó de los dedos del Pueblo Decano.

Qué bronca, que sed. Así empezamos, así estamos. El Deca mereció más y se llevó poco, un punto que es casi nada. Pero qué huevos ese Decano, eh. Lo daban por muerto. Cuando algunos pensaban que River venía a pasearse, los de San Pusineri pusieron el pecho sin preguntar y teniendo claro porqué morder y le hicieron sudar la gota gorda a los porteños y los tucuporteños, que se quedaron con las manos vacías esta noche.

A paso firme, Gigante del Norte. Acá hay una idea, acá hay un estilo. Con Orihuela o Ibarrola por izquierda y Tesuri incansable por derecha, con el tridente Ortiz-Bianchi-Romero bancando todo, El Bebe le pone el pecho y corazón en el medio, y Pereya y Sánchez para abastecer a Estigarriba y San Mateo.

Es así, es acá,así estamos y vamos por más. Se cagaron todos con este Decano bravo, y vamos por más. Tomemo somo Atlético, que con El Deca no se jode y pasamos muy malos momentos, los buenos ya van a venir. A los poderosos les tiemblan las piernas en el José Fierro y este Decano comprueba que San Pusineri lidera el camino de la Resurrección. El milagro es posible, aunque El Deca mereció más y acarició el batacazo.



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