El perder peso puede llegar a ser obsesivo para muchas personas, y hacerlo de manera rápida y sin control, puede resultar muy peligroso. En los últimos días se conoció que muchas usan laxantes para adelgazar. Esta metodología es por demás peligrosa y por eso salieron a advertir los riesgos.
“Muchos de ellos pueden llegar a hacer mucho daño porque actúan por irritación del intestino, de manera tal que luego es difícil ir de vientre cuando no se toma laxante, y a su vez responde menos y entran en un círculo del que es difícil salir”,
señaló Gustavo Lombardo, medico a cargo del
servicio de Gastroenterología del hospital Padilla.
Lombardo resalta que el uso de laxante debe ser usado en casos específicos, como en la preparación de estudios endoscópicos o radiológicos o para tratamiento de pacientes que por alguna enfermedad de base de larga data. “Ellos tienen un mecanismo determinado de acción que les permite tolerarlos durante periodos prolongados de tiempo, a esos laxantes, sin que generen acostumbramiento. Lo mejor que se puede hacer es asistir al médico y es mucho más efectivo y preferible ir a la verdulería en vez de ir a la farmacia. Consumir mucha fibra es la forma natural para poder ir de vientre”.
Los médicos tucumanos señalan que las personas que consumen con regularidad laxantes y diuréticos pensando erróneamente qué perderán peso más rápido, pueden tener problemas como tales como
trastornos e irritaciones estomacales, en el colon y el intestino;
diarrea excesiva, que puede derivar en deshidratación por pérdida de sodio, electrolitos y minerales esenciales, esto puede producir mareos severos;
pérdida de potasio, que puede derivar en problemas musculares y arritmias cardíacas;
trastornos alimenticios como anorexia nerviosa y bulimia;
aumento del riesgo de cualquiera de los tipos de diabetes que existen; o
aumento del ácido úrico, lo que puede derivar en la aparición de la enfermedad llamada “Gota”, una tipología de artritis que aparece por una acumulación excesiva de ácido úrico.