"En Tucumán hay ganas de probar formas más libres de amar"

La poeta tucumana Conni Sagripanti presentará en Tucumán Así de loca, su nuevo libro y una exploración al amor, al desamor y a la militancia política desde la palabra. El evento será el viernes 16, a las 20, en el Museo de la Universidad Nacional de Tucumán. El libro es editado por Pensamientos, de Marcos Bauzá. 

Sagripanti, radicada en Buenos Aires, pero con el corazón en Tucumán, explicita en esta entrevista los pensamientos claves que la llevan a crear su arte. Cuenta cómo cree que se ama en Tucumán, el valor del desamor y por qué vive la poesía como algo superador.

¿Por qué hay que creer en el amor a primera vista?
Hay que creer en el amor, a primera o a segunda vista pero creer porque el amor (como la poesía) salva, nos hace latir, sentirnos vivos.

¿Qué es lo peor del desamor?
Perder las ganas, y la desilusión que te hace alejar del otro, el miedo a que vuelva a doler. En mi caso, me he golpeado varias veces... y he llorado y me ha dolido hasta sentir que desaparecía, pero nunca dejé que me gane. Es más, sigo creyendo y apostando al amor más que a nada en el mundo.

¿Qué es lo mejor del amor?
Creer en el otro y en uno mismo. Es tremendo, pero cuando nos enamoramos nos ponemos más lindxs, extiendemos las alas, el amor saca lo mejor de cada uno, aunque muchas veces duela. Una vez escuche una frase que decía: el amor es una daga con dos filos fatales, no amar es sufrir pero amar es sufrir más. Listo, me voy a morir desangrada.

¿Los dolores amorosos ayudan a escribir? Si es así: ¿de qué manera?
Los dolores por amor son un cliché que nunca está de más, y claro que ayuda, sobre todo a modo de catarsis. De hecho, me ha tocado atravesar una separación que me adentró en un dolor indomable y que pude canalizar a través de la poesía. De esa serie nació mi primera experiencia con poesía visual (Dolores) más una performance a modo de acto poético para transformar todo ese dolor en luz. Porque existe la imágen universal del poeta como mártir, solitario, suicida, que nos inculcaron los libros, y que para escribir nos tiene que doler. Esa es una carga que nos pesa a todxs lxs que escribimos. En cambio, a mi me gusta vivir la poesía como algo superador, que va más allá de lo que nos pasa a diario, y atravesarla como un acto de bondad hacia el otro y hacia uno mismo.

¿Cómo se ama hoy en Tucumán?
Se ama, no importa el lugar pero si se nota la influencia. Tucumán es una provincia intensa y lxs tucumanxs somos intensxs. Además, somos muchos y el espacio se nos agota. Entonces, he visto, por lo menos en la generación que me toca formar parte, una apertura mental y ganas de probar formas distintas de amar, más libres, sin tanto cuestionamiento social. Y me parece una búsqueda genuina porque creo fielmente que sin libertad no hay amor.