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La sombría reverencia a Menem

OPINIÓN

La colocación del busto escultórico de Carlos Menem en la Casa Rosada es una reivindicación que Javier Milei hace al controvertido legado, marcado por la corrupción y el aumento de la desigualdad, del expresidente. Por Hernán Rossi.-


La decisión de Javier Milei de llevar a cabo un acto para exaltar el legado de Carlos Menem ha sido objeto de críticas y cuestionamientos. Homenajear su gestión es rememorar una época marcada por la manipulación de la Justicia, la corrupción escandalosa y la crisis económica que dejó profundas secuelas en la sociedad argentina.

El menemato estuvo caracterizado por la manipulación del Poder Judicial. No solo nombró jueces afines, sino que también aumentó el número de ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, pasando de tener 5 miembros a verse incrementada en 9, para asegurar una mayoría que avalara sus actos: Julio Nazareno, Adolfo Vázquez, Eduardo Moliné O’Connor, Guillermo López y Antonio Boggiano se encargaron de conformar lo que posteriormente se conocería como la "mayoría automática", socavando así la independencia judicial y el sistema republicano.

La corrupción fue otro sello distintivo de su mandato, evidenciado por el trágico incidente en la fábrica militar de Río Tercero en 1995. La explosión de esta fábrica, que causó la muerte de 7 personas y cientos de heridos, fue vinculada a la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, revelando la corrupción y el encubrimiento gubernamental que caracterizaron esa época.

En términos económicos, su presidencia estuvo marcada por la desindustrialización, el desempleo y la creación de pobreza estructural. Exceptuando los años 1995-1996, la balanza comercial siempre fue deficitaria, lo que se tradujo en la destrucción de miles de PYMES y un aumento significativo del desempleo y la pobreza en el país. En 1995, el desempleo alcanzó un pico histórico del 18.4%, mientras que la pobreza afectaba a casi el 40% de la población al finalizar su mandato. La deuda externa también creció exponencialmente durante su mandato, pasando de US$63.000 millones en 1989 a US$147.000 millones en 1999. Esto comprometió la estabilidad económica del país y dejó una carga pesada para las futuras generaciones.

En el ámbito educativo, la gestión del caudillo riojano contribuyó al deterioro del sistema educativo argentino. El desfinanciamiento y los recortes presupuestarios afectaron la calidad educativa, mientras que la descentralización sin el acompañamiento adecuado y la promoción de la privatización fragmentaron y aumentaron la desigualdad en el acceso educativo.

Si bien debemos respetar la institucionalidad del cargo de expresidente, exaltar su gestión sería pasar por alto los problemas que le ocasionó a la Argentina. La inclusión del busto de Menem en la Casa Rosada es un acto de memoria histórica, pero, teniendo en cuenta las consecuencias de su gobierno, no debe interpretarse como una celebración de su presidencia. La exaltación de su gestión por parte de Milei es un paso en falso que ignora los aspectos más oscuros de ese período y desvirtúa la importancia de recordar la historia con responsabilidad.

Hernán Rossi

Secretario General - Convención Nacional UCR