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La universidad pública: sus problemas, sus virtudes y el meme de He-Man

opinión

No es la primera vez que la universidad pública y gratuita es atacada en nuestro país. Tampoco será la última. Por Esteban Mulki.

Imagen de archivo.-


Mientras convivan distintas formas de entender el rol del Estado y su gestión y mientras que exista alternancia de estas visiones en el poder, nos encontraremos debatiendo la universidad pública cada tanto.

Más allá de los posicionamientos ideológicos, muchas de las críticas que florecen como justificación para un desfinanciamiento voraz son críticas válidas. ¿Se usan los recursos de una manera ineficiente? ¿Tenemos estudiantes crónicos que pasan años saltando de aula en aula? ¿El porcentaje de alumnos que finalizan sus estudios es excesivamente bajo? La respuesta a todas es sí y aunque ninguno de estos problemas son de fácil solución (son problemas complejos, no complicados) no puedo decir que no sean parte de la agenda de quienes gestionan las universidades públicas.

Además de los problemas que mencionan quiénes hoy se alinean al discurso oficialista, hay muchos más que aquejan al sistema: una inclusión limitada (es difícil con ganas estudiar cuando tenés que trabajar y sostener a tu familia al mismo tiempo), la ausencia de un plan de gobierno que ayude con incentivos hacia las carreras con mayor relevancia estratégica o incluso cabe la posibilidad de cuestionarnos si la educación universitaria es un modelo obsoleto en nuestro contexto actual.

Todos estos asuntos están abiertos a discusión. Pero romper primero y discutir después no suena a una buena idea (especialmente cuando ninguno de los que quieren romper tira una sola propuesta a la mesa). La universidad pública, con todos sus problemas, sigue siendo la mejor propuesta que tenemos para promover la igualdad de oportunidades, la movilidad social y el desarrollo económico y social a través de propuestas educativas de calidad (sí, la calidad de la universidad pública no debería estar bajo debate).

Nuestra universidad pública ofrece carreras y sedes que jamás existirían en la universidad privada porque el mercado limita su oferta a la rentabilidad inmediata.

Nuestra universidad pública abre oportunidades para muchos que no tendrían ninguna con las alternativas restantes.

Nuestra universidad pública forma graduados de excelencia que se distinguen en todo el mundo, sin importar la disciplina.

Nuestra universidad pública genera sentido de pertenencia, con múltiples profesionales que le devuelven a la misma lo que recibieron de manera desinteresada.

Nuestra universidad pública nos hace ser mejores.

Todos son bienvenidos a participar de la construcción de un modelo mejor o de mejorar el que tenemos. Pero ante la ausencia de propuestas y dado que acá no dan puntada sin hilo, hacemos uso del meme de He-Man: 


Recuerden amiguitos,

lo que desaparece de un lugar

aparece en los bolsillos de algún allegado de la casa

¡Nos vemos en la marcha, amigos!

Esteban Mulki

Lic. en Administración de Empresas. Trabaja en donde confluyen el management, la tecnología y el diseño. Prof. Asociado de las materias Sistemas de Información I y II en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT.