De los giros y contradicciones en el proceso electoral
Susana Maidana, profesora emérita de la Universidad Nacional de Tucumán, plantea que es momento de sinceramientos con los otros y con nosotros mismos, a días del balotaje.
(Foto: AFP, tomada de elpais.com)
He sufrido durante ocho largos años de mi vida el ostracismo y la falta de derechos con muchos otros colegas, compañeros nodocentes y estudiantes la cesantía de mi cargo como docente hasta la decisión de reincorporación de Alfonsín, a quien insultan por ser defensor de la democracia. Aspiro a que mis nietos, y los hijos y nietos de ningún argentino pasen por situaciones de tanta crueldad.
Votemos por un mundo justo y pacífico, sin odiadores seriales.
En estos días asistimos a giros en las preferencias electorales en los medios, en la voz de “periodistas”, “consultores”, comunicadores, etc. Han pasado del apoyo a Patricia Bullrich a Javier Milei sin argumentos sólidos, con excepción de su odio a los Derechos Humanos, al “kirchnerismo” como emblema de un mal sustancial, al apoyo y endiosamiento de Milei y de su Vice, caracterizada por ser una mujer de fortaleza, comparable a Bullrich.
¿Esta cualidad de “fortaleza” se debe, acaso, a sus concepciones sobre los derechos de las mujeres, a sus aberrantes calificativos hacia los grupos LGBTIQ+, y su cuestionamiento al matrimonio igualitario? O quizás a su defensa de la dictadura, a poner escuchas en las cárceles en las entrevistas de los presos con sus defensores.
Quizás la libertad tenga que ver con la privatización de la salud pública y de la educación y de los clubes, o con el cierre del CONICET, que ni siquiera saben a qué se dedica.
¡Qué noción tan limitada de la libertad! En este breve listado no hay uno solo que tenga que ver con la libertad sino con el cercenamiento de conquistas.
Es momento de sinceramientos con los otros y con nosotros mismos.
No abrir la cloaca de las ofensas a figuras emblemáticas como Raúl Alfonsín y muchos radicales y representantes de distintas ideologías que saben que no es momento para neutralidades ni tibiezas.
Discernir entre aquellos, también, que a último momento, se ponen la saga de la defensa de los derechos cuando no los practicaron o se aliaron con antiderechos. Y que hoy aplauden su defensa.
Memoria, Verdad y Justicia son inseparables y constitutivos de la libertad.
La Memoria nos constituye como personas y como país, la Verdad nos configura con una existencia auténtica y la Justicia se relaciona con la solidaridad con los otros.
Es momento de defender las conquistas y aposicionarnos respecto del futuro que estamos por decidir con ese voto que hoy podemos ejercer en democracia.
Susana Maidana
Doctora en Filosofía. Profesora Emérita de la UNT.