¿Con tan poco nos alegramos los tucumanos?
La reinaguración de la Primera Confitería y la interrogante sobre un Plan Maestro para el turismo provincial. Un artículo de opinión de Gustavo Giardina.
Pintura de la Primera Confitería. (Foto: Ente de Cultura)
La reciente recuperación y reinauguración de la primera confitería ha causado gran alegría entre los tucumanos, sobre todo aquellos que pintamos más de 40 pirulos.
La verdad es una gran alegría saber que una parte tan importante como es este reducto vuelva a tener vida.
Pero los tucumanos nos alegramos con algo que nunca debería haber cerrado y que se debería haber mantenido en funcionamiento siempre, con un gran atractivo turístico.
Si miramos a un costado nos damos cuenta que, alegría tienen sin los santiagueños que cuentan con la segunda pista de BMX en el mundo y que los corredores de esta disciplina compiten en dos lugares del mundo EE.UU. y Santiago del Estero. Estos mismos patriarcas de la chacarera se sienten orgullosos de poder tener una vez el año la famosa carrera del Moto GP o quizás, dentro de muy poco el Indy Car.
Esto solo por mencionar algunos logros de nuestros vecinos, sin contar que Termas de Río Hondo, que antes era solo lugar para los jubilados, hoy tiene una agenda casi completa de enero a diciembre.
Los tucumanos aún no hemos entendido que el “turismo es la industria sin chimenea”, que gracias a esta industria un país o una provincia puede tener grandes ingresos de capitales, por un lado de inversión por el otro del dinero que traen los turistas. Todo conlleva a la generación de nuevas fuentes de trabajo y un sinfín de cosas más.
¿Existe un plan maestro en el turismo local? ¿Por qué Tucumán dejó de ser lugar de pernocte? Si poseemos uno de los paisajes más bello del norte argentino, ¿por qué no lo sabemos vender?
Estos y otros interrogantes surgen al momento de ver que nos hemos quedado muy lejos de otras provincias vecinas y hasta aquí en los últimos 30 años no hubo una política dirigida a la explotación de este nicho, que a nivel mundial mueve millones de pesos.
El turismo ha contribuido con la sociedad siendo pieza fundamental para el desarrollo urbanístico y tecnológico en la modernización de los pueblos. De la misma manera ha expandido los horizontes en la forma de pensar de los seres humanos en cuanto al enriquecimiento cultural propiciando un cambio de actitudes sociales.
