"¿Fue aquí?": se animó a hacer la gran pregunta sobre el sánguche de milanesa en Tucumán y explotó todo
Un debate sin precedentes se armó cuando salió a la luz una foto maravillosa en blanco y negro. ¿Dónde nació la mila y cómo se preparaba?
Antes no eran así: pan, mila y con o sin ají. Nada más.
Si hay que nos apasiona a los tucumanos es el sánguche de milanesa y esa maravilla frita entre dos panes sangucheros tiene un origen: existió alguien que lo creó, alguien que lo preparó por primera vez, alguien que lo hizo debutar en un platito redondo y alguien, claro, que tuvo el gusto insuperable de haber sido el primero en probarlo. ¿Dónde fue?
El debate más rico de las redes sociales, completo y con picante, lo sacó del aceite caliente Carlos Maldonado con una foto maravillosa del kiosco El Pasatiempo: “Años 70, ubicado sobre la vereda de la ex bodega Giol, actual Complejo Avellaneda. ¿El creador original de la mila de Tucumán?”. La publicación fue un éxito y explotaron los comentarios.
La gran pregunta encendió las respuestas de los grandes especialistas de la mila de Tucumán: hombres y mujeres de a pie, de barrio, quienes se criaron con ese manjar entre las manos. Hubo respuestas de todo tipo y el lugar donde nació el sánguche de milanesa en Tucumán tiene distintas versiones.
“El Pasatiempo no era kiosco, era la sanguchería de Pichón, el dueño”, “El popular Don Jorge le sabíamos llamar, único”, “En los 60 había un kiosco de chapa de Coca Cola en El Cristo de los hermanos Brandán”, “Al final de la década del 50 había un kiosko de lata en la 2 de abril y General Paz: se denominó Toguin”, fueron las primeras respuestas de los seguidores de Fotos Antiguas de Tucumán, la mejor página de Facebook de todas.
Se armó tan lindo el debate que el señor Carlos Maldonado (mañana dará una entrevista a eltucumano) aclaró: “Publico las fotos para conocer un poco más sobre el legado de mi padre. Les agradezco a cada uno de ustedes por comentar. Mi viejo fue mi gran héroe. Le leo cada mensaje a mi vieja y así viajamos en el tiempo”.
Si nos preguntamos dónde nació el sánguche de milanesa de Tucumán, palabra autorizada es el apellido Brizuela: “En el año 1951 mi padre pone un quiosco (el primero) en calle Cuba y Av Avellaneda, a la par de los talleres de tranvías. No tenían verduras los sandwiches. Era una mila con picante o sin picante. En el año 1965, previo al sesquicentenario, el intendente Juan Padros, para la celebración de los 150 años de la Patria no quería que haya quioscos de maderas o chapa en la ciudad y junto a un señor (Maldonado) crearon la cámara gremial de quioscos. De allí surgió un modelo único de material para las sangucherías Brizuela, el apellido de Don Luis, creador de esta delicia gastronómica de Tucumán (Puedo aportar documentos y fotos para quienes lo deseen)”.
Además de Brizuela surgieron nombres maravillosos como Chacho, Los Eléctricos, La Gorda Antonia de la plazoleta Dorrego, Pitucho en Lavalle al 1200 durante la década del 60, el San Roque de la vereda de la Iglesia sobre Haití, Pepe, y tantos más que seguramente ustedes los lectores ayudarán a descifrar la gran incógnita: ¿dónde nació el sánguche de milanesa tucumano?