"Sinvergüenza, pagá todo lo que te comiste": la estafa que indigna a una casa de delivery en Tucumán

-Buenas noches, Delivery Leo, ¿en qué le puedo ayudar?

Desde hace seis años, la familia Quinteros se rompe el lomo con su negocio de comida en el corazón de la pujante Villa Obrera, Tafí Viejo.

La última noche, el 381 6216119 sonó como siempre, pero con un detalle no menor: “Primero llama un chico, nos dice qué tenemos que ofrecer de comida y corta”. Unos segundos después, el teléfono volvió a sonar con el siguiente pedido: “Llama una chica y pide una promo de napo y otra de hamburguesas”.

Cuando salió el pedido, el padre de Karen se subió a su moto de reparto, cruzó las vías de la estación de Tafí Viejo y llegó con el pedido a la zona cercana a Lancaster. “Cuando llega mi papá y toca el timbre en el departamento, sale una chica, recibe la promo de napo y hamburguesas y le dice a mi papá: ‘Bancame un segundo, ya te traigo la plata’. Pero eso nunca pasó”, le cuenta Karen este miércoles a eltucumano.

“Pasaron cinco minutos, mi papá seguía esperando ahí la plata y cuando sale un nene de 10 años, mi papá le pregunta por las chicas: “Han salido corriendo con las cajas de comida, se han ido por el pasillo”.

Cuando vuelve en su moto el padre de Karen, apenado les cuenta lo que ha vivido: “Escuché que había un bebé. Nunca imaginé que una madre me hiciera esto”. 

Con bronca e indignación, la noche en Delivery Leo siguió con los pedidos mientras que Karen escribía una publicación en Facebook relatando lo vivido: “Buenas, hoy lamentablemente nos tocó a nosotros en el delivery de mi mamá”. Y contó los detalles que acompañan esta nota.

Rápidamente, la publicación comenzó a viralizarse en los grupos de Tafí Viejo y en unos minutos le volvió a sonar el teléfono a Karen: “Me llaman y me dicen que vieron mi publicación y que también vieron las historias en Instagram de dos chicas presumiendo las cajas con las napolitanas, las hamburguesas y las gaseosas”.

En el acto, Karen comenzó la búsqueda de las personas involucradas: “No tuve otra opción que escracharlas y llevar la denuncia a la comisaría de Tafí Viejo. Mientras tanto, me fijo en el Face y la chica me ruega que la borre a la publicación donde la mencionaba, que ella no era, que la amiga la había invitado. A lo que yo le respondí: ‘Si vos no fuiste, sos cómplice’”.

“Al llegar a la comisaría nos enteramos que no es la primera vez que hacen esto, que a los remiseros los dejan esperando y se meten por el pasillo, que a muchos deliverys le hacen lo mismo, que hasta les pagan con billetes falsos. ¿Pero qué hacemos con esto? No hacen nada”, se queja Karen, quien esa noche perdió un pedido de 16 mil pesos. ¿Cómo continuó la historia?

“Este mediodía me llamó una señora que dice ser la madre de la chica implicada. Me dice que ya no vive con su hija, pero que va a pagar lo que su hija haya consumido. O sea la mitad. La esperábamos hoy a las 3 de la tarde pero no ha aparecido”, explica Karen, recién llegada de hacer las compras para otra noche de pedidos y un aprendizaje.

“Cuando sea un pedido grande, vamos a tener que pedir una seña con transferencia y ahí recién le llevamos. Tendremos que fijarnos mejor a quién le llevamos la comida y tener cuidado cuando nos llaman de números privados. Ojalá que la gente nos ayude a salir adelante y que nos llamen para que le llevemos la comida a la casa. Aquí la doña (su mamá) ha quedado enojada con la gente sinvergüenza, pero tenemos que seguir trabajando. No queda otra”.

Delivery Leo: 381-6216119, la comida más rica de Tafí Viejo.