El Doctor: "Los gánsters nunca lloran"

Mañana a la noche, en el Teatro de la Paz (9 de Julio 162), se presentará EL DOCTOR. El trapero dueño del estilo crudo y callejero llega a Tucumán y se espera una noche especial para los doctorianos y las doctorianas. El evento tendrá como invitados a Supay y Ril Fella rapeando y Elu del Mal pasando música. 

El Doctor aterrizó ayer en la ciudad y aprovechamos para hacerle una entrevista.

Estamos sentados con nuestro entrevistado y su equipo en un bar del centro. Se acaba de morfar un pollo al verdeo con papas fritas y ensalada. Lo veo un poco cansado, pero parece estar de buen humor y con ánimos de conversar. Nos movemos a otra mesa para comenzar y le pregunto si quiere tomar un café, pero el Doc no toma café. Hablamos dos o tres cosas sin importancia y comenzamos:

- ¿Cómo surge tu nombre?

- Hay dos historias. Yo decidí usar el nombre porque la novia de un amigo me dijo Doctor Amor. Había tres cuatro bares en la misma zona de Ramos Mejía donde yo paraba. Y viste cómo es la noche, surgen algunas mujeres, una afinidad con una mujer en una noche, y bueno, Doctor Amor… quedó. Después comienzo a hacer graffitti y firmaba así. Cuando empecé a rapear dejé un poco de lado el graffitti. Arranqué, toqué en cárceles y villas. Primero arranco con el nombre Doctor Amor, después le mandé EL DOCTOR. Pum.

La otra historia es lo que pasó cuando mi mamá estaba embarazada de mí. Cuando estaba cerca de nacer, mi mamá fue al hospital para hacerse los chequeos con el médico. Ese día se encontró a una anciana media bruja que le dijo: “vos vas a tener dos hijos, uno de ellos va a ser doctor”. Mi mamá tuvo dos hijos, mi hermanito Lauti que no es médico, y yo tampoco estudié medicina, pero a mí me conocen como EL DOCTOR hoy en día. 

- ¿Cómo llegaste a la música?

- ¿Cómo llegué a la música? La música llegó a mí. Cuando salía con mi mamá yo me fijaba en los posters de bandas de rock y en las tapas de revistas en los puestos de diarios. De la música del rock me llamó la atención el vestuario, las guitarras, las gafas, la ropa de cuero. También me llamó la atención las imágenes que veía en la tele. 

Escuchaba grupos como Los Ratones Paranoicos, Pappo, Fito Paez, La Renga, Charly García. Después empecé a escuchar cumbia villera y grupos de Colombia también. También punk y harcore. Como Fun People, Comando suicida, Sobre Tus Ideas y Diferentes Actitudes Juveniles. Loquero y Todos Tus Muertos y Las manos de Filippi. 

- ¿Cuándo arrancaste a hacer música?

- Cuando iba a la escuela ya decidí que quería trabajar de hacer música. En la escuela me peleaba mucho y me iba mal, pero por una cuestión de ser alumno regular, el conservatorio era gratis. Ahí quise estudiar piano, pero era muy difícil. El profesor era muy estricto y no la estaba disfrutando. Llegó un momento en que me salía lo que el chabón me pedía, pero después no lo disfrutaba y no era lo que yo me imaginaba. Aparte yo quería tocar con un teclado con varios sonidos y efectos. 

Después cuando tenía 11 años, estudiando en el conservatorio todavía, mi mamá me echó y me fui a vivir con mi papá. A él le habían dado una batería, nunca me la dio y cuando vivía con él la intentó vender, pero no pudo venderla. Se la habían dado unos chabones que eran ladrones de autos más que nada. Se ve que en un momento en uno de esos estrujes rescataron una batería. Y a ellos, que eran ladrones, les chupaba un huevo. Entonces se la dieron a mi papá porque le debían algo de plata de alguna movida. Él siempre se juntó con un entorno de gente medio malandra, pero se dedicó al arte del dibujo, era profesional. Estaba pegado, era conocido y vivía de ser dibujante. 

Vuelvo. Cuando mi mamá me echó y me voy a vivir con mi viejo, a la batería la tenía conmigo todos días. Le empecé a dar, sin profesor, directo a darle y darle. Tenía un equipo de música Aiwa, ponía los temas a todo volumen y seguía la percusión “trá trá trá”. Todos los vecinos de la zona me odiaban. 

Después en el conservatorio me pasé a percusión y después directamente dejé, me atrapó la esquina, la calle y todo eso. Conocí a unos pibitos y uno de ellos, Maurito, tenía una guitarra eléctrica y ampli. No sabía tocar muy bien, pero la tenía. El chabón hacía unos punteos así nomás. Yo le pedía que haga algunas cosas que no le salían, entonces no podía tocar al ritmo de él, pero bueno, empezamos a hacer algo ahí, a zapar y dijimos: “hagamos una banda”. Le pusimos Cinco Puntos y nunca llegamos a nada. 

Después formé unas bandas de punk que tuvieron un poco más de prolijidad. Pero un momento la batería se me empezó a romper, el hi hat no me aplaudía, el bombo no pedaleaba. Yo tenía una novia en ese momento, hermosa, hermosa chica… hermosa, y bueno, yo necesitaba plata y estaba muy en el mal camino. Siempre vivía al día y nunca le pedía nada a nadie. Todo lo que tenía, era por mí, entonces agarré y exploté la batería, la vendí. La vendí a un precio que hoy me acuerdo y me quiero matar. Hoy en día el chabón que la compró seguramente ni pudo cumplir su sueño y ni siquiera está explotando en la música como yo estoy explotando ahora. Pero bueno no importa, es un recuerdo que tengo. 

- ¿Qué bandas ibas a ver?

- Una banda que me partió el cerebro, un antes y después para mí, fue LK-11. Una banda muy under, muy drogados. Los vi en un festival que se llamaba La Minga. Las manos de Filipi también me marcó, Karamelo Santo también.

Adicta me encanta. También escuché Demonios de Tasmania, y Juana La Loca. Después de esa onda un poco más oscuro, estaba Peter Punk.

- Te vi en varios videos con remeras de los Smiths.

- Si es una de mis bandas preferidas. Esa voz de Morrisey me encanta. Esos timbres de voces como Michael Graves de Misfits o la de Elvis Presley me encantan.

- Si fueras otra persona, ¿Qué le preguntarías al Doctor?

- Uh, es muy buena esa pregunta.

¿Por qué a veces me enojo tanto? Y ¿por qué soy tan impulsivo?

 - ¿Sos impulsivo en relación al enojo?

- Al enojo y al amor también. Capaz que por un amor o porque me cae bien alguien y hago todo por esa persona. Impulsivo positiva y negativamente.

- ¿Qué te enoja?

- La falsedad sobre todo, la falta de compromiso también. La falta de sinceridad y lealtad. Yo soy muy pasional.

- Y de vos, ¿Qué te enoja?

- A veces no poder controlar las emociones. Y lo que más me enoja es la adicción que sufro. Me enoja no poder controlar la tentación. De repente ya me drogué y digo: “uy, pero no me hubiera drogado”. Pero hay algo que me dice: “quiero drogarme, quiero sentir el sabor” y me termino drogando, no lo quiero hacer más y lo vuelvo a hacer.

- Veo que te preguntan mucho por la delincuencia y las drogas. ¿Qué opinas de eso de romantizar esas cosas? Más allá de contar lo que vivís, también veo que le decís a los pibes que no se metan ni en drogas ni en delicuencia.

- Me da mucha pena. A esto lo tendría que haber dicho al principio de la nota, sé que al diario lo ve mucha gente, muchos viejitos, muchos jubilados y jubiladas, gente más sobria. Les mando un saludo primero y quiero decir que yo no avalo ningún tipo de delincuencia. Me da mucha lástima cuando las chicas y los chicos que me escuchan la están padeciendo de verdad. 

No sé cómo surge de repente hablar de todo eso, capaz inconscientemente. Yo nunca pretendo flexear (en el Trap: presumir o llamar la atención) con el paco o ponerlo como algo cool. No me enorgullecen las cosas malas del Doctor, no me enorgullece ni la droga ni la delincuencia. Mi pasado, que fue un desastre en algunas cosas, tampoco me enorgullece. Me gusta rodearme de gente más sana. Lamentablemente a veces me juega en contra porque tengo en mi entorno gente medio pesuti. Pero bueno, más que nada necesito de mí mismo y darme cuenta de algunas cosas que dependen de mí. 

- Última pregunta: ¿los gánsteres también lloran?

- Nunca.