"Si no compraste en el Persia, no sos tucumano": el mercado ya tiene su rap original

Así como la cantante Rocío Quiroz homenajea a la popular feria del partido bonaerense de Lomas de Zamora con su canción “Amor de La Salada”, faltaba una oda bien tucumana al más famoso de nuestros mercados de marcas apócrifas y precios populares: El Persia. El lugar donde atiende la Marcia y también la Florencia al grito persistente de “Qué anda buscando”, donde se consiguen las últimas camisetas del Barcelona o del Bayer Munich o las altas llantas con cámara de aire sin tener que empeñar algún órgano vital para comprarlas. Ahí donde, después de pegar una buena oferta de slip o de bombachas, todavía sobra un billete para un panchuque y un vasito de gaseosa. Todo eso es lo que retrata el joven cantante Facu Juárez en la original canción que ya explota en las redes sociales. El rapero de 20 años y un pasado difícil que busca superar y trascender de Villa 9 de Julio: “Así como la música me ha salvado a mí, quiero que salve a otras personas”.

Cuando no está estudiando para terminar el secundario en la nocturna de la Comercio Uno ni trabajando en una panadería de Los Pocitos o rezando en la sede de la iglesia Jesucristo la Solución de avenida Juan B. Justo al 1000, Facundo Juárez compone canciones que abordan la cruda realidad que viven otros jóvenes como él en su barrio Villa 9 de Julio. Esas letras se inscriben dentro del subgénero “rap conciencia” o “hip hop consciente” que surgió en Estados Unidos en la década del setenta con referentes como DJ Kool Herc, Grandmaster Caz, Whodini y Fat Boys, entre otros. Esta variante musical busca alejarse de los estereotipos de marginalidad, delincuencia y violencia que promueven muchas letras de rap para plasmar retratos sociales positivos: “Compongo desde los once años y empecé a mostrar mi música a los quince. Siempre seguí la línea del rap conciencia, dejando un mensaje de reflexión. Antes de escribir un tema, pienso en los chicos que están drogándose en la esquina de mi casa que lo único que tienen es un celular donde quizás suene una canción mía. Entonces mi canción tiene que decirles que no hagan eso, que busquen un futuro mejor. Quiero que Villa 9 de julio ya no sea conocido como un barrio peligroso, sino como un lugar donde también viven personas destacadas”.

El joven no es un mero espectador de esas historias de marginalidad y desamparo que lo rodean en su barrio, sino que también ha vivido esos dramas en carne propia a raíz de los problemas de adicción de su padre. “Mi papá se mete en las adicciones a las drogas y al alcohol en el 2015, cuando yo tenía quince años, y ahí yo empiezo a desahogarme con la música. Para mí era un tipo de desahogo, así como muchos jóvenes agarran las drogas o un arma, yo agarré un lápiz y papel. A mí la música me ha educado porque iba creciendo en ese entorno y la música me iba indicando por cual lugar tenía que ir, me marcaba el camino”, revela en diálogo con eltucumano.com.

Desde que su padre abandonó el hogar, Facu se la ha rebuscado trabajando en la cosecha del limón y como ayudante de albañil. Ahora celebra ser ayudante de panadero desde hace un año y medio, labor que considera mucho más relajada que sus oficios anteriores: “Este trabajo es una joya para los otros laburos que tenía”. Desde los 17 años participa también activamente en la iglesia. Cuando no trabaja, estudia o se enmienda a Dios, se dedica a componer rimas: “El rap es calle pura”. Esa preocupación por las problemáticas sociales y las distintas realidades de su entorno, fue la motivación para dedicarle unos versos a la gestión del ex presidente Mauricio Macri.

“Hacé algo bien tucumano, algo que pegue”, ese fue el consejo que le dieron dos amigos: Jonathan Toledo y Bruno Vallejos. Según revela, ese fue también el origen del tema “Persia”, un homenaje rimado a nuestro paseo de compras más popular: “Yo tenía mi línea de rap conciencia y no me movía de ahí, hasta que ellos me dijeron que haga algo más comercial. Un día dimos una vuelta por el Persia y canalicé todo eso en la canción. Creo que si sos tucumano y no te has comprado aunque sea una remera en el Persia, entonces no sos tucumano”. Esa es la identidad local que plasma el tema cuyo video ya tiene más de 9600 reproducciones en YouTube en menos de una semana y que marca, hasta ahora, su mayor hit musical: “Lo solté para ver qué pasaba. Me acuerdo que estaba viendo el partido de Atlético el otro día y ya tenía 3000 visitas. Todos mis temas anteriores llegaban a 1500 o 2000 como mucho y vi que a este lo compartían un montón. Te juro que me temblaba el cuerpo, para mí era algo muy loco. Cuando lleguemos a los diez mil nos vamos a un bar o adonde sea a festejar”.

“No tengo ni plata, yo pinto pal Persia”, reza el estribillo de la canción que reivindica las réplicas de las grandes marcas: “Ropa deportiva y que viva la cancha, camisa elegante en dos días se mancha. No importa la etiqueta, no importa si es ancha, con ropa más trucha me gano a tu guacha”. Cuando a Facu le hacían un regalo siempre era del Persia, el lugar que elegía también a la hora de comprar boxers y remeras. Para él, ahí la ropa puede ser trucha, pero la gente es auténtica y eso es lo más importante: “Me gusta la constancia de la gente. A veces es un poco cansador la insistencia de los vendedores, pero eso es perseverancia… Siempre te dicen: qué quiere, qué anda buscando. Si ellos no venden, no se llevan el pan a la casa. Me ha gustado cuando he ido a grabar porque pensaba que no nos iban a dejar, pero encaramos un local y la dueña me dijo ‘sí papi y, si quieren, pruébense la ropa’. La gente se ha re copado, fue algo muy loco la buena onda”. Claro que también hubo algún exabrupto con la dueña de uno de los puestos que no quería que su local salga en el video. Pero otra vendedora salió a bancarle la parada: “Me dijo: vos filmá, si te llega a decir algo, yo la voy a hacer cagar”.

En el video filmado y editado por José García, también hay un mensaje para otros dos referentes de la música urbana local: “Esto es más real que tu Nike de cuarenta. No importa si voy en maicarro o con John en noventa, yo voy con tu chica y eso es lo que cuenta”. ¿A quiénes va dirigido el dardo de esa rima? A Gabi, el joven autor del tema “Maicarro” y al famoso John C, quien alcanzó el estrellato con su popular C90. ¿Se trata de una pica entre raperos y traperos tucumanos? Facu aclara que no es cuestión de andar pisándose las sábanas entre fantasmas: “Con ellos tengo la mejor. No los insulto ni nada, además, no me sigue ni el perro a mí. Lo he puesto en la canción porque pegaba. John C me ha comentado por Instagram que estaba bueno el tema”. Y adelanta que le encantaría hacer un tema con los dos: “Estaría bueno hacer algo con ellos, puede salir un himno bien tucumano si nos juntamos los tres. La verdad que no sé mucho de la movida de los traperos y los raperos de acá, yo hago la mía y si pega, pega. Estaría bueno que el talento tucumano surja. Creo que falta más unión en el ambiente”.

“Yo no sé si he nacido para la música, pero lo que sí sé es que no he nacido para vivir siempre en Villa 9 de Julio, he nacido para algo grande. Yo siento que he nacido para triunfar y aspiro a tener una vida mejor, tanto para mí mamá como para mis dos hermanas. Es como que te inculcan desde chico que por ser de Villa 9 de julio estás estancando y yo quiero demostrar que desde acá también se puede triunfar”, comenta el joven rapero que cree en la música como camino de superación personal y se define como lo canta en la última estrofa de su canción: “Un pibe de barrio de buen corazón”; palabras que no necesitan de ningún sello de autenticidad porque suenan tan auténticas como quien las pronuncia.