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Pachama: la startup de un tucumano que quiere salvar al mundo

Talento de acá

Diego Sáez-Gil creó una empresa que llamo la atención la atención de Bill Gates y Jeff Bezos. Conocé de que se trata.





Diego Sáez-Gil es un tucumano que ha llamado la atención de Bill Gates (cofundador de Microsoft), Jeff Bezos (Fundador de Amazon), entre otros multimillonarios inversores de Estados Unidos, con su startup, "Pachama", una aplicación que permite a empresas comprar créditos de carbono para compensar el daño que producen en el ambiente.

La empresa nació luego del éxito frustrado de Bluesmart que fabricaba valijas inteligentes que utilizaron Sean Pean, Usain Bolt y Tony Hawk.  Diego se tomó un año sabático para recorrer Asia. Luego, volvió a Tucumán para emprender un viaje en auto junto a sus hermanos al medio del Amazonas. Ahí se reconectó con la naturaleza. "Luego de haber visto la contaminación industrial en China, de ver la deforestación en la Amazonia, de ver lo que está pasando con el cambio climático y de saber el poder que tiene una idea, me pasé mucho tiempo investigando y llegue a este emprendimiento", cuenta el tucumano a La Nación sobre el inicio de Pachama, una empresa que permite a empresas a comprar créditos de carbono para compensar las emisiones.
 
El mercado de carbono fue creado por las Naciones Unidas y funciona así: "oferente", es el que se ocupa de reforestar, contrata auditores generalmente de Washington D.C. o de Suiza que mandan inspectores al campo a contar los árboles y a medirlos. Después de un proceso lento, dan el certificado de crédito de carbono para vender.  

Del lado de la demanda, hay empresas que estan obligadas a compensar sus emisiones de dióxido de carbono (CO2), como sucede en Canadá, Estados Unidos y algunas partes de la Unión Europea, que compran estos créditos. Cada crédito de carbono equivale a la vida de un árbol que captura en promedio una tonelada de CO2 y puede costar entre 10 y 30 dólares. 



"Como todo el proceso para certificar el crédito de carbono es caro y difícil, no está sucediendo. Podríamos estar reforestando muchos bosques, pero el dinero está yendo a otros proyectos más fáciles de certificar", afirma Diego a La Nación.

Pachama se enfocó en construir herramientas tecnológicas que permitan que la certificación sea más fácil, utilizando imágenes satelitales e inteligencia artificial.

"Una de las maneras de cuidar el medioambiente es la reforestación ya que revierte los problema del cambio climático. En Tucumán se inunda porque los bosques no paran el agua por la deforestación, son fuente de alimento para comunidades y la biodiversidad permite que la tierra sea fértil para la agricultura. Son una solución valiosa para el futuro de la humanidad", explicó en conversación con la Fundación del Tucumán y replicó el diario ambito.com. 

 
La startup utiliza imágenes satelitales e inteligencia artificial para validar el trabajo que hacen los restauradores de bosques y así ofrecer una lista de proyectos forestales de calidad. Además, los verifica para asegurar de que protegen el carbono real en árboles viejos o en el cultivo de nuevos.

"Los proyectos utilizan el dinero del apoyo para actividades que protegen y restauran los bosques en cooperación con las comunidades locales, incluida en la contratación de personal de seguridad para proteger los límites, la plantación de plántulas o la creación de nuevas instalaciones, para respaldar los trabajos forestales”, advierte en su sitio web.

“Somos un grupo diverso de ingenieros, científicos y emprendedores. Los miembros de nuestro equipo obtuvieron un doctorado en silvicultura, diseñaron cohetes espaciales y desarrollaron modelos de aprendizaje profundo. Tenemos un profundo amor por la naturaleza y buscamos lograr una visión que ninguno de nosotros podría hacer solo”, concluyen.