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"Compro batería vieja compro": quién es la voz de bronce, cobre y plomo de Tucumán

HISTORIAS DE ACÁ

Arriba del carro con el caballo bautizado Chapulín, un hombre sale todas las mañanas desde el corazón de Villa Urquiza y pasea por todos los barrios tucumanos en busca de calefones viejos, heladeras destartaladas, radiadores y motores viejos.

Nahuel y Chapulín.





Son las 10 de la mañana en los alrededores de la cancha de Atlético y desde la Bolivia vienen acercándose los pasos de Chapulín, el caballo que lleva una carreta todavía vacía por las calles de Tucumán. Arriba, cerca del lomo, de un megáfono despintado cuelga una cinta roja del Gauchito Gil y sale una voz. Es la voz que todos los barrios tucumanos conocen, pero que nadie sabe a quién pertenece.


“Pagamos 100 pesos, 200 pesos y 400 pesos la batería, batería vieja compro. Pagamos 100 pesos, 200 pesos y 400 pesos la batería. Batería vieja compro, radiadores, calefones, motores viejos, aire acondicionado compro. Batería vieja compro. Compro bronce, compro cobre, compro plomo”, dice la grabación, se queda en silencio a la espera de un vecino barriendo las hojas del otoño, o pateando las naranjas caídas, tomando mates en camiseta calada, los guardianes del umbral que evocaba Arlt, pero acá, parando la oreja mientras los perros ladran a las ruedas que ruedan del carro.


Es una voz que ha salido como todas las mañanas desde el corazón de Villa Urquiza y, mezcla de dial y rasguido metálico, inunda, gusta, harta, pero sobre todas las cosas musicaliza los días con un solo botón que hunde el dedo de Nahuel, el joven de 19 años que acaba de darle un beso a su hija de tres años llamada Guadalupe, otro a su señora, y a veces con Thiago, su hermanito de 11, y otras veces solo como este viernes, pone play y otra vez, el mismo calor:


“Pagamos 100 pesos, 200 pesos y 400 pesos la batería, batería vieja compro. Pagamos 100 pesos, 200 pesos y 400 pesos la batería. Batería vieja compro, radiadores, calefones, motores viejos, aire acondicionado compro. Batería vieja compro. Compro bronce, compro cobre, compro plomo”.


“Ya hace siete años que ando en el carro. Todos en mi familia salimos en el carro: mi mamá, mi papá, mis hermanos, mis vecinos. Todas las mañanas salgo con Chapulín. Se llama así porque aquí todos somos fanáticos del Chavo. Compramos los dvd en la calle y lo vemos en la tele. El Chavo es lo más gracioso que hay”, cuenta Nahuel, que desde arriba del carro, hace una pausa con Chapulín, mira el Monumental y dice: “Una sola vez entré a la cancha. Me gustaría volver, pero está bien cara la entrada”.

Con la campera celeste y una gorra de su hijita, Nahuel llega hasta Manantial Sur y a veces merodea Tafí Viejo: “Compro bronce, baterías, calefón, aire, freezer, lavarropas, sacarropas, aluminio, heladera vieja, freezer viejo, el motor, de todo. Cargo lo que me venden, vuelvo a mi casa, y acá desarmo todo. Salgo a las 9 y llego a las 14. Hago tiempo hasta las 15.30 que abren los corralones. Ahí trato de vender: puedo llegar a hacer 500 pesos, 1000 con suerte. Uno es pobre y no queda otra, amigo”.


Mientras dobla por el pasaje con rumbo a la 25 de Mayo, Nahuel mira de reojo el mural del Pulga, saluda a los bomberos, contornea la Italia o se animará a cruzar la vía. Ahí están los apretados de La Previa, donde paran los taxistas apurados de Tucumán para comer algo y seguir hasta la Sarmiento que separa tantas realidades, mientras Nahuel y Chapulín empiezan a perderse en el horizonte ya cerca de la plaza Urquiza y el Gardel despintado escuchando la voz de lata con la sonrisa de gomina mientras que las clientas de Belfast se indignan por el ruido.


“Yo gritaba antes, pero volvía a mi casa ronco. ¿Sabés lo que estar toda la mañana diciendo sin parar compro batería calefón aire viejo lavarropas secarropas motores viejo compro? Dos veces lo decía y paraba. Dos veces y paraba y así hasta el mediodía. Entonces llegó Eco, un vecino del barrio que me pasó la grabación que usamos todos los changos que compramos batería, cobre, promo y bronce".


"La voz original es de un señor de El Colmenar, y la grabación fue pasando de mano en mano. Por eso todos sonamos así, por eso ya me lo sé de memoria: Pagamos 100 pesos, 200 pesos y 400 pesos la batería, batería vieja compro. Pagamos 100 pesos, 200 pesos y 400 pesos la batería. Batería vieja compro, radiadores, calefones, motores viejos, aire acondicionado compro. Batería vieja compro. Compro bronce, compro cobre, compro plomo, compro”.