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"Con San Martín fui feliz": tras 17 años, reapareció Diente, el hincha más viral del mundo

fm latucumana 95.9

Se hizo famoso por un video en el que contaba que se escapó del hospital y que el médico lo tenía cansao porque no lo dejaba ir a la cancha. Ahora, alejado de la cancha revela qué había pasado antes de ese día y qué fue de su vida hasta su regreso a la cámaras en Pisando el Área. VIDEO.





Hace 17 años, San Martín luchaba por volver  a la B Nacional, Carlos Roldán lo dirigía y Santo de La Ciudadela, en su versión TV, transitaba sus primeros programas al aire. 

En medio de tantos videos de previas mágicas y mañaneros de aquellos partidos que casi siempre se jugaban al mediodía,  un personaje imborrable se convirtió en un verdadero ícono de la pasión Ciruja y también de cualquier hincha del fútbol argentino. 

Con dos muletas, La Lotto del 2006 con el Refinor en el pecho,  los ojos desencajados y la voz segura y sin fisuras, Diente miraba fijo a la cámara inmortalizando sus gritos sagrados: “Loco, aquí toy, mirá. El médico me tiene cansao, loco. No me quería da la alta. ¿Sabé por qué? Porque dice que tengo que clavo: ‘Que no, qué hacé, que quedate’. ¡No! ¡Pingo! ¡Y venío a ve a lo Santo porque el Santo tiene que está en la B y va a subí a Primera! ¡Aguante el Santo!”.

Son 17 segundos eternos que hasta hoy recorren celulares  a través de grupos de WhatsApp, Instagram, Tik Tok y Facebook. Sus imágenes Sticker, fondo de pantalla y hasta estampita. 

Pero como el negro de WhatsApp, diente fue buscado por todos lados sin éxito, sin hasta que hoy, Alfredo Araoz lo llevó al estudio de FM latucumana 95.9, donde charló con Pisando el Área, marcando la reaparición del año, de la década, del siglo. 

“Dios los bendiga a todos, aquí estamos para complacer a los chicos del barrio que me preguntaba cuándo iba a venir y primeramente para exaltar a Dios, para exaltar al Señor, porque el centro de esta entrevista es Jesús Cristo de Nazaret”,  arranca diciendo Diente, que ahora prefiere se llamado Jorge (De apellido López, como el otro Eterno de Ciudadela). 

Desde esas primeras palabras, y desde que se sentó antes de entrar al aire, ya dejó en claro que su vida ha cambiado, tanto que ya no puede “amar a dos señores” y que hoy se debe a Dios, aunque no hay forma que la sonrisa se le desdibuje de la cara cuando recuerda sus años de asiduo asistente a Ciudadela: “San Martín es mi enfermedad”, suelta con los ojos brillosos. 

En la nota no tarda en revelar que antes del video había estado de viaje en Mendoza donde se accidentó: “Yo vengo de un vida muy fea, donde robar ha sido la salida, ha sido todo para mí, era mi trabajo, era una abstinencia la que tenía, estaba atado”. 

“Me caí en un pozo, porque en Mendoza están los cordones cunetas y hay un canal, donde corre el agua de los manantiales, me caí ahí por hacer cosas que no tenía que hacer, caí preso y me quebré el fémur”. 

Quebrado se vino para Tucumán en un ómnibus y de la terminal pasó directo al Centro de Salud, ahí lo operaron dos veces y cuando un sábado, el médico le indicó que debía analizarlo el lunes, él pensó que no podía faltar a su cita de siempre con San Martín: “Estaba con mi familia y no podía asentar el pie, y me comunico con un amigo y le digo préstame la camiseta y le dije a todo ‘yo me voy’, San Martín era todo. Me tomo el colectivo ahí en la puerta del hospital, me llevaba justo”. 

También confiesa que nunca volvió al médico y que los días posteriores tuvo que bancársela y viajar de nuevo: “Había que trabajar  porque tengo dos hijas”. 

“Nada me impedía que yo vaya a ver a San Martín, era una enfermedad, yo a veces caía preso y hablaba con el abogado para que me saque. Iba de chico con un amigo que después falleció y yo tenía que seguir solo”, agrega.

A pesar de toda su pasión por el santo, Diente confiesa: “Hace cuatro años me he convertido a Cristo y cuando vos llevás las cosas del Señor tenés que tomar un decisión, dice la palabra del Señor que la luz no tiene ninguna amistad con la oscuridad, de un mismo caño no puede salir agua amarga y agua dulce”.

“Yo no tengo nada contra los hinchas, pero yo no puedo hacer las dos cosas, es lo mismo que yo vaya y ponga una foto de Messi, ¿Sebés a quién estoy idolatrando yo ahí? A Messi, cuando yo lo tengo que idolatrar a Dios que es el que me ha ayudado”, explica.

 Igualmente él dice que “Hay gente que son hermanos que van a la cancha pero son gente que no las han sacado de la cocaína, de la pasta base, del poxiran, como a mí. Es gente que va con su familia, que no se mete con nadie”. 

Sin embargo, a Jorge hay un sonrisa enorme que se le nace del corazón mismo y se le dibuja en la cara cuando piensa en su Santo, entonces afloja y dice que podría volver a la cancha “a la platea” y se compromete a ir acompañando a la cobertura de eltucumano.com el próximo domingo: “Voy a orar por el triunfo, pero no por la pelota, sino por la alegría para la gente”. 

Sobre el final de la nota de la que también participa Augusto Gallucci, fundador de Santo de la Ciudadela, Jorge deja en claro que no reniega de su pasado, que simplemente tomó la decisión de cambiar y en una frase que cualquiera podría dedicarla a una primera novia, novio o novie, resume todo: “Con San Martín también fui muy feliz”. 

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