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"Ojo": la advertencia de la mano derecha de Chiqui Tapia a Atlético Tucumán

EL GIGANTE DEL NORTE

Pablo Toviggino, definido como "el brazo ejecutor y armador judicial de la Asociación del Fútbol Argentino", escribió un picante mensaje a los minutos de que desde 25 de Mayo y Chile emitieran un comunicado cuestionando al polémico Fernando Espinoza.

Chiqui Tapia junto a Pablo Toviggino. Foto Infobae.-





“Quién es Pablo Toviggino, el enigmático hombre que domina la AFA desde las sombras”. Con ese título, el sitio Infobae titulaba en 2021 un informe sobre este dirigente de la Asociación del Fútbol Argentino, al que definió como el “brazo ejecutor y armador judicial” la entidad madre del fútbol argentino.

Toviggino eligió este domingo de Pascua para levantar un poco el perfil y presentarse ante el mundo Atlético Tucumán con una contundente advertencia, en respuesta al comunicado que desde 25 de Mayo y Chile emitieron esta tarde en contra del árbitro Fernando Espinoza, que ayer tuvo una lamentable actuación en la derrota del Decano ante San Lorenzo

En la misiva compartida en las redes sociales y sitio oficial del club, Atlético solicitó a la AFA que Espinoza no vuelva a ser designado en ningún partido que dispute en los que resta del torneo, como también exigió un informe psicológico del juez para saber si se encuentra apto para arbitrar

“¡Cuantos Comunicados y Declaraciones! ¡Los Comunicados son de índole Militar! Solo faltó que lo numeren y quedaba bien de ‘época’”, comenzó diciendo Toviggino en su cuenta de Twitter. 

Luego se hizo una pregunta y lanzó una advertencia presuntamente dirigida a la dirigencia de Atlético: “¿Seguro piensan que logran algo de esa manera, no? Qué poco saben y entienden. OJO, ¡EL QUE MÁS PIDE O RECLAMA, SE MUERE PRIMERO! ¡Memoria Muchachos!”, avisó.


Según Infobae, Toviggino es el hombre oculto en las sombras de Viamonte 1366: "el hombre de poder detrás del poder". "Tiene su oficina al lado de la de Chiqui Tapia. Es su armador, su brazo judicial y político, un alfil rápido y sigiloso para acomodarse, con alcance y penetración federal. Allí donde pocos llegan, Toviggino fundó su dominio e influencia. El secretario ejecutivo de la AFA difícilmente sea reconocido en alguna cancha de Primera División. Pero sí en las canchas de tierra de torneos regionales", describió el medio porteño.

En 2015 emergió en la AFA tras un acuerdo político entre Daniel Angelici, por entonces presidente de Boca, y su aliado el gobernador santiagueño, Gerardo Zamora. "Su designación como Presidente del Consejo Federal de Fútbol fue sorpresiva. Es el hombre que dispone de los contactos judiciales con la venia de Angelici. Un año después, durante el gobierno de Mauricio Macri, la FIFA lo nombró como uno de los cuatro miembros de la Comisión Normalizadora y a su vez tesorero. A comienzos de 2017, denunció ante el ente rector del fútbol mundial que el Comité de Regularización no estaba cumpliendo con sus objetivos. En marzo de ese año, Tapia se convirtió en presidente de AFA y él en secretario ejecutivo de la Presidencia", detalló.

"En los pasillos de la AFA coinciden en que es quien está detrás las designaciones arbitrales para los torneos federales o la Primera Nacional. Un resorte sensible en las aspiraciones de los clubes, por lo que son pocos los que se animan a cuestionarlo en voz alta. Y si lo hace, es ante un fallo lapidario de un juez, sobre la leche derramada", agregaron. 

Nació en Rosario en 1979. No fue ex jugador de fútbol ni dirigente próspero de clubes afiliados. Administraba un establecimiento dedicado a la actividad ecuestre hasta llegar a la vicepresidencia de Comercio Central Unidos de Santiago del Estero, un humilde club que nadie consideró pertinente incluir en Wikipedia y cuya mejor performance histórica sucedió en 2017 cuando fue eliminado por Tiro Federal de Morteros en los cuartos de final del Federal B. Fue solo el primer paso de Toviggino. El ascenso es su universo, su propio club. Toviggino es el mismo que disgregó el poderío de la Primera B Nacional al reestructurarla de manera integral y le inyectó más injerencia al espacio Ascenso Unido, la asociación de clubes metropolitanos que impulsó la candidatura de Tapia a la AFA.

Escaló a la conducción de la Liga Santiagueña de Fútbol, su plataforma de despegue. Consolidó su imperio allí donde los clubes grandes, las entrañas históricas del poder del fútbol argentino, no tienen penetración. Edificó su reino en la ramificación, en la segmentación. Cuando Comercio vivió su mejor performance futbolística en sus 89 años de historia, Toviggino era presidente del Consejo Federal: un florido núcleo de apoyo. Tenía 223 ligas y 3.500 clubes bajo su órbita y responsabilidad: abarcaba más territorio que ningún otro fenómeno social en el país.

El corolario: Santiago del Estero, la provincia que considera su casa, presume por primera vez en su historia de tener a tres clubes en las dos principales categorías del fútbol argentino. Central Córdoba juega en la Liga Profesional, y Club Atlético Mitre y Güemes en la Primera Nacional. "Sus ascensos y su crecimiento exponencial no estuvieron exentos de polémicas", añadieron en el informe.