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"Petiso, chiquito y medio culón": el Indio Solari, el Pulga Rodríguez y su Atlético "champan"

EL GIGANTE DEL NORTE

El entrenador, ídolo del Decano por conseguir el ansiado ascenso al Nacional B en 2008, habló en una extensa entrevista de lo que fue su paso por la institución y el día que decidió sumar a la leyenda de Simoca a su equipo.

Jorge Solari.-





A pesar de los años y de las cosas conseguidas en los últimos años, como consolidarse en Primera División, derrotar a los gigantes del fútbol argentino y jugar torneos internacionales con grandes hazañas, el pueblo de Atlético Tucumán no olvida  el momento clave en el que logró salir del por entonces Argentino A.


El 15 de junio de 2008, Jorge el Indio Solari quedó inmortalizado en la historia y en la memoria de los hinchas que vieron cómo su equipo, de gran despliegue futbolístico y físico, ascendió al Nacional B tras seis años en la tercera categoría.


A casi 13 años de esa consagración, el entrenador que hizo crecer a Atlético, no sólo en lo futbolístico, sino también en lo institucional, dio una extensa entrevista a Infobae, donde se refirió a lo que fue ese equipo conducido por la magia de Claudio Cape Sarria, la solidez de Ezequiel Luna,  la garra del Polaco Graneros,  la calidad de Pablo Hernández y los goles de Yaya Álvarez.



“Uno de nuestros eslóganes como cuerpo técnico fue: ‘Toma un club y déjalo mejor de lo que lo agarraste’. Cumplimos e hicimos cosas importantes; tuvimos grandes equipos”, comenzó dejando en claro el histórico entrenador al ser consultado si tenía una cuenta pendiente en su extensa carrera nacional e internacional. “En Colombia, con el Junior de Barranquilla. En Ecuador, con el Barcelona. En Independiente, la reserva se consagró por primera vez campeón en su historia, desarrollando un buen fútbol y funcionamiento. En Atlético Tucumán hicimos un equipo champan. A Newell’s le generamos 30 mil socios más, al Rojo de Avellaneda, 20 mil nuevos, a Atlético le enseñamos el camino para tener más abonados”, enumeró dejando en claro lo logrado en 25 de Mayo y Chile.


Tras referirse al Decano de ese años y por su inmejorable actualidad, El Indio fue consultado por el día que sumó a Luis Miguel Rodríguez para reforzar la delantera de ese tremendo equipo.


Sí, el Pulga tenía muy buena trayectoria de pibe. Lo llevaron a Europa pero no anduvo y se volvió a la Argentina, se vino a Tucumán. Lo fui a ver a un torneo amateur”, recuerda Solari, que luego detalla la primera vez que lo vio.


“Había un petiso, chiquito y medio culón. Estaba en la mitad de la cancha y pateó fuerte al arco. Me sorprendió. El arquero detuvo el tiro. Volvió hacerlo, también desde el mismo lugar. El portero volvió a responder bien. Ahí le vi cualidades de buen jugador”, confesó El Indio.


 Y luego la historia se cuenta sola: “Lo llamamos para llevarlo a Atlético y lo observamos de cerca. Descubrimos su capacidad, habilidad y buena pegada. Además, es vivo para cabecear, inteligente para jugar. Toma buenas decisiones a la hora de definir. Muy completo”.



Además de hacer que El Pulga diera sus primeros pasos en el Decano, Solari impulsó un club donde se formaron Martin Demichelis, Javier Macherano, Fabian Cubero y Pablo Piatti, entre otros: Renato Cesarini.


Su historia con el fútbol no es solo por lo que hizo dentro y fuera de la cancha, ya que  El Indio es parte de una familia muy futbolera que respira, anda y habla de fútbol. Es hermano de Eduardo, tío de Santiago, Esteban y David. También, el padre de Jorge, Paola y Natalia (la esposa de Fernando Redondo), y el abuelo de Augusto, el mediocampista del Celta de Vigo.