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No pegó de arranque y lo pagó caro

ANÁLISIS DECANO

Atlético Tucumán no se puso rápido en ventaja como pedía su técnico y terminó haciendo figura a Sosa. Zielinski mandó todos sus delanteros a la cancha, pero faltó claridad en ataque. Los hinchas piden a los pibes.

Heredia saluda a Mussis tras su gol. Foto: Conmebol.





Masticando bronca, Atlético Tucumán quedó eliminado de la Copa Sudamericana. El Decano mereció un poco más y buscó más que nada con muchos centros el 2 a 1 que lo hubiese puesto en partido, pero se quedó con las manos vacías tras hacer figura al arquero de Independiente, Sebastián Sosa.

Tras el 0 - 1 en Avellaneda, el técnico Ricardo Zielinski avisó que el encuentro de vuelta en el Monumental Atlético Tucumán buscaría "generar un gol lo más rápido posible" para dar vuelta la serie.  El Decano salió a buscarlo de entrada, pero el gol de Silvio Romero cayó como un baldazo de agua fría a los 20' tras una serie de desatenciones defensivas. 

Al equipo le costó reponerse del golpe, pero siguió buscando la igualdad contra un visitante que se resguardó más y se plantó para jugar de contra con más espacios. Atlético buscó a Toledo con centros desde ambas bandas, pero no generó chances claras para su '9'. 

El 1 - 1 llegó tras un buen desborde de Monzón por izquierda que conectó Heredia de cabeza. El 10 pisó el área con decisión para conectar ese centro, pero no fue el armador de juego que necesiataba el equipo. Con el Pupa sin la pelota, al equipo le costó ser dominante y generar jugadas elaboradas.

El Decano necesitaba 2 goles en segundo tiempo y salió a buscarlo por todas las vías en el complemento. "Poné a los pibes, Ruso", reclamaron miles de hinchas Decanos obligados a verlo por televisión, aunque presentes en la gran bandera que cubrió la tribuna de calle Laprida.

Zielinski mandó a la cancha primero a Lotti y luego al pibe Ruiz Rodríguez y Alustiza: el mensaje del entrenador fue claro, pero los jugadores no encontraron la forma de penetrar la defensa de un Independiente replegado.

El arquero Sosa fue la gran figura, respondió ante cada remate de los atacantes del local y cortando centros de forma permanente. El mano a mano que le tapó con la cara a Lotti resume el desenlace del partido.

Atlético fue y fue pero no encontró nunca el segundo gol: Independiente dejó espacios atrás y Lucchetti mantuvo siempre al equipo en partido, con sus atajadas claves y su liderazgo.

El Decano perdió por los fallos arbitrales en el partido de ida, pero también porque no consiguió dar el primer golpe como pedía Zielinski.

El domingo a la mañana habrá tiempo de revancha ante Arsenal: se presume que los pibes que golearon a Racing tendrán los minutos que se merecen, y será tarea del Ruso manejar la ansiedad de los jóvenes pero también de los hinchas, que quieren verlos ya mismo en cancha: las ganas que mostraron ante la Academia y esa injundia que hoy faltó en el Decano les dan crédito de sobra.