Arde Ciudadela: el tapado para suceder a Sagra en San Martín

Roberto Sagra confirmó que no irá por su reelección como presidente de San Martín: “Pienso en el bien de San Martín, y yo siento como que he cumplido un ciclo y que no va a ser bueno para San Martín que yo me quede”, disparó al aire de LV12. 

Las declaraciones fueron una bomba que cayó en el corazón de Ciudadela, donde hasta ayer, solo se venía hablando del TAS y su resolución que puede significar el ascenso a la máxima categoría. 

Si bien siempre se supo que este es un año de elecciones en el club, no hubo tiempo para se terminen de conformar las listas porque la pandemia alteró el calendario electoral y todos los calendarios.

De hecho, Personería Jurídica le permitió a la Comisión Directiva extender su mandato hasta tanto se normalice la situación sanitaria. Sin embargo, a partir de las declaraciones de Sagra se abrieron todo tipo de especulaciones torno al futuro institucional de San Martín. 

En este sentido, hay que decir que, saludablemente, en Ciudadela, desde hace un tiempo se respiran aires cargados de debates políticos, donde siempre son varios los candidatos a la conducción del club, logrando democratizar las gestiones y aunque parezca algo natural, hubo tiempos, no tan lejanos, ni cortos, donde los socios del Santo no tuvieron derecho real a elegir y tuvieron que conformarse con lo mucho o poco que la lista única ofreciera.

En este marco, la primera pregunta que surge es: si se va Sagra, ¿quién será el próximo presidente? Son varios los nombres que de entrada se vienen a la cabeza de cualquier hincha. 

Por un lado, Oscar Mirkin, el último ex presidente, es un nombre que cobra fuerza sin Sagra como contrincante. Oscar, hijo de Natalio, ya presidió al santo durante un periodo de tres años, dejando un interesante legado, como un ascenso al Nacional B tras cinco años en el Federal A, además de varias obras en el Complejo Polideportivo, destacándose la construcción de la Platea Sur Alta. 

Más allá de una gestión que, en términos generales, nadie discute, Mirkin se ganó algunas críticas al no brindar su apoyo a la causa del ascenso en la disputa del club con AFA. Deberá redefinir su discurso para reconquistar a algunos socios desencantados con esa actitud. Pero, esa misma postura, si es que fuera electo, podría serle beneficioso, para restablecer algún dialogo.

Un poco más moderado fue el discurso de José Costanzo que mantuvo el silencio, y en sus pocas apariciones públicas, eligió criticar las formas y modos de Sagra, pero no el reclamo en sí mismo. Esta podría ser la quinta candidatura de Constanzo, que suele mantenerse muy activo a la vida política de Ciudadela, participando de todas las asambleas y presentando proyectos permanentemente. Aunque nunca encontró el respaldo de la masa societaria que siempre escogió a otros candidatos. 

Desde hace un tiempo, un joven socio llamado Adrián Seco viene anunciando su candidatura a la presidencia. Si bien es cierto que no cuenta con experiencia en la vida institucional del club, hace ya unos años que viene trabajando en su candidatura y hasta el momento, es el único que se lanzó públicamente, de hecho, hasta presentó una fórmula junto al empresario Marcelo Asmed. 

El dato a tener en cuenta es que, para los festejos de los 110 aniversarios del club, de noviembre del año pasado, Mirkín, Costanzo y Seco se mostraron juntos en un almuerzo del que participaron muchos socios y viejas glorias. Hay quienes no descartan una triple alianza que podría ser determinante. 

Tampoco se puede descartar al sagrismo sin Sagra, porque si hay algo que supo capitalizar el actual presidente durante esta guerra contra la entidad madre del fútbol argentino, es la simpatía por parte de una buena parte del Pueblo Ciruja. Es innegable que Sagra es mucho más respetado y popular ahora, que hace 3 meses, entonces es de esperar que haya un candidato apoyado o palanqueado por él. 

En ese espacio aparecen dos figuras relevantes con peso propio: Daniel Galina y Jorge Garber. El primero fue vicepresidente de esta misma gestión y terminó dejando el cargo por “diferencias” que nunca fueron explicadas con claridad, pero jamás retiró su apoyo ni explicito ni implícito a la Comisión Directiva. 

Sobre el segundo, podemos decir que es amigo personal de Sagra, que ya fue Presidente durante poco más de un año entre 2013 y 2014 y fue el principal operado de la alianza Sagra-Galina que aseguró el triunfo frente a Mirkin en 2016. En teoría no tiene intenciones electorales, pero no habría que descartarlo del todo, ni para este año, ni para nunca. 

Hasta ahí, el panorama político más o menos conocido, no obstante, hay algunos personajes políticos, fuertes que podrían desembarcar de golpe y que contarían con apoyo de peso. 

En este sentido, la palabra Monteros podría sonar fuerte en Bolívar y Pellegrini. Algunas fuentes indican que Darío Monteros, intendente de la Banda del Río Salí, socio y fanático de San Martín sonó en algunos pasillos del peronismo como un candidato interesante que reúne capacidad de gestión y amor por los colores. 

Con las mismas características aparece Francisco Serra, intendente de Monteros, que algún momento sonó fuerte por ciudadela, aunque nunca terminó de explicitarlo, sin embargo, con la deserción de Sagra, podría cambiar el panorama. A su vez, Serra suma su experiencia como dirigente en la presidencia de Ñuñorco, donde a comienzos de siglo logró posicionarlo como nunca antes, ni después, a pasitos del Nacional B. 

En el caso de ambos, sus obligaciones municipales aparecen como los principales obstáculos, para lanzarse por el cargo. También hay quienes aseguran que un Diputado Nacional, podría contar con un fuerte apoyo de funcionarios del Gobierno Provincial. ¿Quién será?