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Así empezó todo: a 33 años del primer ascenso de Atlético

RECUERDO IMBORRABLE

Dirigido por Luis Benito Sosa y con un plantel integrado casi exclusivamente por tucumanos, el Decano accedió al Nacional B en una campaña inolvidable. Aredes, Apud y Reartez, son algunos de los apellidos de aquella gloriosa campaña. VIDEO.

Equipazo Decano que se consagró en el Torneo del interior 87. La foto fue publicada por @ATOficial en Twitter.





El fútbol argentino venía de una reesctructuración muy grande, impulsada por el propio Alfonsín que pretendía campeonatos más federales.

Grondona, que ya encabezaba la AFA desde hacía 6 años, escuchó a medias las intenciones del gobierno y diseñó un sistema de competencias que se suponía que iba a ser más inclusivo para el interior, pero con el correr de los años no lo fue tanto.

De todos modos, el nacimiento del Nacional B da para otra nota que seguramente desarrollaremos en algún momento. Lo que aquí nos importa es que en 1987, el decano lograría convertirse en el segundo tucumano en disputar la flamante máxima categoría del ascenso.

Hoy 33 años después, aquella tarde gloriosa con el Monumental colmado, es, para muchos un recuerdo lejano, para otros una historia que alguna vez le relataron sus padres o abuelos, pero en realidad, para todo el Pueblo Decano es el comienzo de una era que hoy encuentra su punto más alto: aquel día, Atlético se convirtió en una equipo que siempre competiría a nivel nacional o internacional.

Nos situemos en contexto: luego de que AFA ninguneara a los clubes del interior por muchísimos años, se crearon los Campeonatos Nacionales en los cuales, al menos, durante una parte del año los clubes dejaban sus ligas locales para competir con los mejores del país.

En un momento, ese proyecto fue quedándose corto, y las instituciones más importantes del interior le exigieron a la casa madre más y mejor competencia. Alfonsín, a través de su secretario de deportes, Rodolfo O’Reilly, impulsó la creación de un certamen federal y estable en el que estuvieran representadas todas las provincias.  

Buenos Aires opuso su resistencia y lo que iba a ser el Nacional A, pasó a ser el Nacional B, que le permitía a los clubes del interior competir por un par de lugares en Primera, donde sí se encontraban todos los porteños de siempre. 

Para la primera edición de este nuevo campeonato, Tucumán contaba con una plaza fija, por lo que se organizó un torneo que fue ganado, sorpresivamente, por Atlético Concepción de la Banda en una final histórica contra San Martín.

Para el año siguiente, los equipos de nuestra provincia debían acceder al Torneo del Interior (equivalente al Federal A), a través de la Liga para luchar por un lugar en el Nacional B. Atlético ganó el anual liguista jugado tras el mundial 86 y se clasificó.

En el año 87, cuatro equipos tucumanos participarían del Torneo del Interior: Atlético, Concepción FC, Jorge Newbery y San Martín. Todos integrarían la zona norte compartida con equipos de Jujuy, Salta y Santiago. 10 clubes en total y solo dos clasificarían a los zonales finales por el ascenso.

Atlético sería escolta de su rival de toda la vida, clasificándose ambos por encima del resto para los play off. Los dos clásicos terminarían empatados 2 a 2 en verdaderos partidazos que hacían suponer que eran los máximos candidatos a quedarse con una plaza en la segunda división.

En esa primera ronda, el conjunto de 25 jugaría 18 partidos, ganando 9, empatando 6 y perdiendo solo 3. Accediendo a los cuartos de final donde se mezclarían algunos clubes de la B Metropolitana.

Ya en los play off, El Decano enfrentó a Estudiantes de Caseros al que derrotó 2 a 1 de visitante con goles del Turco Apud y Correcamino Reartez (la gran figura y capitán del aquel equipazo) y empató 0 a 0 en el Monumental en un duro partido.

Las semifinales fueron un trámite frente a Sauce Viejo de Colón, Entre Ríos, con triunfo en los dos juegos: 2 a 0 de visitantes, 4 a 2 de local.

La final de ida se jugó en cancha de Chaco For Ever, pero el rival era Sarmiento de Resistencia que empezó ganando 2 a 0 dejando al decano al borde del KO.

Dicen que en los momentos críticos deben aparecer los grandes hombres que están forjados para hacer historia. El problema es que Atlético lo tenía sentado en el banco. Pero entonces, Luis Benito Sosa, sabio técnico que venía desde la Liga Tucumana, tomó la mejor decisión de su carrera: “Zurdo movete que entrás”, le dijo a Aredes.

Y así, en el primer tiempo nomás mandó a la cancha a uno de los jugadores más talentosos y queridos de la historia Decana que no había jugado mucho en ese campeonato. El Zurdo entró y le pintó la cara a medio mundo. Hizo un gol y participó de los otros. El 3 a 2 traído a Tucumán sería más que auspicioso para la revancha. En la vuelta, Aredes fue titular, el partido terminó 2 a 0, con dos goles de él.

Ese día, tal vez no lo supieron, pero los 30 mil hinchas que estuvieron ahí fueron testigos de él comienzo de todo. Ese día Atlético dejó de ser de solo de Tucumán para hacerse de Argentina. Ese fue el primer paso, el pequeño empujón para que 30 años después convertirse en el Deca de América.