¿Quién es el "Ruso" Zielinski y cómo juegan sus equipos?

Porteño, de 57 años, “peronista de Perón” y amante del rock. Así es Ricardo Alberto Zielinski, el flamante entrenador de Atlético, que llega para reemplazar a Pablo Lavallén. En Tucumán, el “Ruso” tendrá su cuarta experiencia en Primera División, tras haber dirigido a Chacarita, Belgrano y Racing. Su logro más recordado al mando de un equipo es haber mandado a River Plate al descenso, al ganarle la promoción con el “Pirata” cordobés. Pero más importante que ese hecho puntual es destacar que a ese equipo lo agarró estando penúltimo a mitad de torneo en el Nacional B, y lo llevó a la máxima categoría, donde logró la permanencia con prácticamente el mismo plantel. Estuvo más de 5 años en el club barrio Alberdi, período en el que logró tres clasificaciones a copa Sudamericana y potenció a sus futbolistas logrando que se concreten operaciones de venta por valores millonarios. Aunque intenta no casarse con un sistema de juego, el 4-4-2 ha sido su sello en Córdoba. “El sistema te lo marcan los jugadores. Ellos son los más importantes, los que resuelven. Si te salvara el sistema, todos copiaríamos al Barcelona o al Real Madrid. Pero no tenemos sus futbolistas. ¿Entonces? Yo no miento, no verseo”, definió alguna vez a la hora de hablar de sus fórmulas matemáticas preferidas para plantar a sus equipos. En ese último concepto, el de evitar el verseo, Zielinski se asemeja y mucho a su antecesor, Lavallén. El ahora ex entrenador fue extremadamente sincero, y con sus declaraciones fue advirtiendo que no entendía qué estaba pasando con su equipo, al que no lo encontraba la vuelta. Ahora, el “Ruso”, seguirá su línea, aunque con un semblante más parco. “El problema es cultural. Algunos se subieron a una línea que, a los oídos de la gente, es muy linda. Ahora, cuando veo a sus equipos en el campo de juego, no aparece el discurso. Por eso yo trato de sostener lo que digo dentro del campo de juego”, se definió. El mote de “entrenador defensivo” es algo con lo que ha convivido durante los últimos años, aunque él trata de evitarlo aclarando que “a veces uno no juega como quiere, sino como puede”. Entre las otras etiquetas que se le impusieron, sobresale una que no le resulta tan incómoda: “es un DT que busca tener equipos equilibrados”, coinciden los periodistas que han seguido de cerca su trayectoria. Trabajador dentro y fuera de la cancha, en sus primeros años de entrenador dividía la jornada laboral entre los entrenamientos y la atención del bar de su familia. Ahora, tras un semestre sin club, le llega una nueva oportunidad de demostrar su capacidad para recuperar a un equipo que perdió el rumbo. Tendrá la posibilidad de armar un plantel nuevo para buscar el objetivo que desvela a todos en 25 de mayo y Chile: dejar de ser un equipo que juega en Primera, para convertirse en uno que es de Primera.

---

• Club Atlético Tucumán