Microbasurales en San Miguel de Tucumán: "Tienen que ver con una cuestión cultural"
Desde la Municipalidad de la Capital destacaron las acciones que se llevaron a cabo durante el primer año de gestión para erradicar los volcaderos de residuos, pero aseguraron que el cambio de comportamiento de los vecinos será “un largo proceso”.

Foto de noasur.conicet.gov.ar.-
El pasado viernes, el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán prorrogó la emergencia ambiental para la Capital por cinco años, lo que permiten a la actual gestión tomar medidas extraordinarias para tratar de erradicar los basurales y microbasurales que producen efectos nocivos para el ambiente y la salud e integridad física de todos los habitantes del distrito.
Sobre este tema, FM La Tucumana 95.9 entrevistó al secretario de Servicios Públicos de la Capital, Luciano Chincarini, que destacó los resultados conseguidos en el primer año de gestión de la intendenta Rossana Chahla en torno al tratamiento de los residuos, y reconoció que aún queda mucho por hacer para cambiar el comportamiento de los vecinos y su relación con la basura.
“La semana pasada fuimos con por el Consejo Deliberante y asistimos a esta reunión para poder contar qué es lo que vinimos haciendo desde el municipio capitalino en el marco de la emergencia ambiental que vive nuestra ciudad, en la cual estamos transcurriendo”, comenzó explicando el funcionario, donde señaló que en este encuentro pudieron fundamentar el porqué de la necesidad de extender el periodo de la emergencia ambiental en nuestra ciudad.
“Pudimos exponer, con números, con indicadores cuál es la situación de nuestra ciudad en términos de basurales, en términos del manejo de los residuos sólidos urbanos, en términos de los manejos de los espacios verdes, que en definitiva y en muchos casos, son los depositarios de estos residuos sólidos urbanos. Esta situación de crisis que se vive en el aspecto ambiental fue expuesta con números, con gráficos, con tablas comparativas, como también el después de la intervención de este municipio que lleva una gestión de un poquito más de un año”, agregó.
En ese sentido, contó que “ahí pudimos ver el avance muy grande que tuvimos en la erradicación de basurales; también pudimos ver el concepto dinámico de la creación de los microbasurales que abundan hasta el día de hoy en nuestra ciudad y que tienen que ver con la cuestión más bien cultural, que tiene que ver con la cultura de nuestros vecinos y nuestras vecinas, que generan volcaderos y microbasurales en lugares que por supuesto no corresponde y son lugares donde hay recolección de residuos domiciliaria y aun así los vecinos todavía no han se han adaptado”, puntualizó.
Un reciente estudio a cargo de especialistas del Instituto de Investigaciones Territoriales y Tecnológicas para la Producción del Hábitat (INTEPH, CONICET-UNT) y del Instituto de Ecología Regional (IER, CONICET-UNT), detectó mediante sistemas de información geográfica e imágenes satelitales –en complementación con trabajos de campo y de análisis datos, más la recepción de denuncias reportadas por ciudadanos- 870 microbasurales dispersos en el aglomerado del Gran San Miguel de Tucumán.
Sobre el comportamiento de los tucumanos, Chincarini anailzó que “es algo que parece a primera vista algo sencillo de lograr, pero es un proceso que seguramente va a llevar un tiempo”. “El mientras tanto, significa una cantidad de acciones por parte de este municipio para avanzar en la cantidad de levantes y por supuesto trabajar en el aspecto educativo que es algo fundamental”, dijo.
“Entonces creemos que este año se hizo mucho, tenemos los indicadores que respaldan todo esto, pero también entendemos que va a ser un cambio paulatino, que va a desarrollar nuestra ciudad, nuestra ciudadanía, por eso también es uno de los fundamentos principales a la hora de pedir la extensión de esta emergencia ambiental”, añadió.
Además, el funcionario habló de la extensión del contrato con la empresa 9 de Julio y detalló las medidas que el municipio implementó para llevar un control exhaustivo de las tareas de la firma que trabaja en la ciudad desde 1991. “Este municipio se propuso, y lo está logrando, a través del centro de monitoreo ambienta,ver cómo funciona la recolección, si el camión recolector pasa o no pasa por los barrios. Ahora, por ejemplo, además de tener el seguimiento por GPS, que lo tenemos en vivo y en directo al recorrido que hacen todos los camiones de la empresa, también estamos agregando cámaras para tener un control exhaustivo, porque nosotros queremos que la recolección domiciliaria funcione y que funcione muy bien. Por supuesto que eso también está asociado a otra problemática de infraestructura en muchos barrios en donde el camión de residuos no puede acceder. El municipio capitalino lo que hace es mejor la accesibilidad de ese barrio, pero también hay un factor cultural realmente muy pesado, muy fuerte”, reiteró.
Luego, Chincarini resaltó el rol de la secretaría de mediambiente, y las acciones educativas que lleva adelante para tratar de torcer el comportamiento de los vecinos de la Capital: “Hay que ir generando esa cultura y esa educación, que va acompañada también por un sistema de multas donde nosotros estamos castigando a los vecinos y en muchos casos también empresarios que no hace una buena disposición final de los residuos que generan a través de su comercio o de alguna producción”.
“Es un mecanismo educativo de multas, de mejora de infraestructura, de mejoras de control, también sobre la empresa prestataria del servicio de la recolección que deriva en un mejor sistema, pero todavía persisten muchos volcaderos, microbasurales, que eso también lo vamos a ir erradicando con el tiempo, con la cultura y también aumentando la capacidad de levante de sus basurales”, explicó.
Y cerró: “Se generó un cambio muy rotundo con respecto a lo que venía sucediendo en nuestra ciudad capital, pero, por supuesto, eso va a ser totalmente profundizado. El tema medioambiental está en el tope de la agenda de la política pública de este municipio”.