"Me impactó muchísimo": fotografían un presunto OVNI en San Pedro de Colalao
La Comuna de una de las villas turísticas más importantes de Tucumán publicó las imágenes tomadas el pasado jueves por una mujer que viajaba en un auto junto a su esposo por la ruta 311. Los avistamientos en la zona y el misterio del caso Trancas ocurrido en 1963.
La foto de rina valle Juárez. Foto Facebook/Comuna de San Pedro.-
La Comuna de San Pedro de Colalao, una de las villas turísticas más importantes de Tucumán, impactó a sus seguidores en redes sociales, al publicar fotografías de un presunto Ovni sacadas el pasado jueves 1 de febrero.
Las imágenes fueron tomadas por Rina Valle Juárez, que durante el primer día de ese mes, alrededor de las 8 de la mañana, vio en el celeste cielo de San Pedro un objeto ovalado, catalogado como un Objeto Volador No Identificado, o mejor conocido por sus siglas: OVNI.
“Ella se dirigía en auto junto a su esposo por la RP 311, a la altura de la bifurcación de Zárate. En los cielos de nuestro querido San Pedro, pudo observar lo que aparentemente sería un objeto volador no identificado #OVNI que descendía en dirección a las montañas”, contaron desde la comuna.
En los comentarios, la fotógrafa de este objeto, dio detalles de la experiencia que vivió la semana pasada. “Fue algo increíble que me impactó muchísimo y más aún cuando amplié cada foto y la estudié”, explicó la mujer en la publicación realizada en Facebook. Y agregó: “Más aún en la última foto que hice. Se vio la nave y seguí buscando hacia arriba y vi tres puntos más negros que después los divisé a la ampliarlo un poquito era como uno cuadrado y dos redondos. La verdad no dejo de sorprenderme lo que nos pasó a mì y mi esposo René”, sentenció la mujer.
Además de Rina, muchos otros usuarios que vieron el posteo, aseguraron que en la zona es muy común los avistamientos de ovnis, lo que recuerda lo ocurrido hace 61 años atrás en la casa de la familia Moreno, en Trancas.
Según relataron los diarios de la época, el 21 de octubre de 1963, Jolié y Argentina Moreno viajaron desde Santa Fe hasta Tucumán. Allí se dirigieron hasta la finca Santa Teresa, a 3 km de Trancas, donde se reunieron con sus padres, Antonio Moreno, Teresa Kairuz y su hermana Yolanda. Pasadas las 21 y cuando la familia se preparaba para dormir, fueron alertados por Dora Guzmán, empleada del lugar, quien les aseguraba que veía luces sobre el terraplén del ferrocarril, a casi 200 metros al frente de la finca. Frente a su insistencia, las mujeres se levantaron y se encontraron con cinco luces muy distantes entre sí: tres apuntaban al frente y dos hacia el noroeste.
Por la cabeza de las mujeres pasaron distintas opciones: algún tren, ya que había una estación de ferrocarril cercana, guerrilleros que podrían estar escondiéndose en la zona o sus peones de campo que se encontraban trabajando. Sin embargo, distaba mucho de cualquier cosa que podrían haberse imaginado. Con sus propios ojos captaron cómo una masa luminosa con forma de disco, y de una longitud de 8 x 3 metros, estaba suspendido a pocos metros del suelo y en constante balanceo. Tenía una aparente torreta superior que exhalaba una especie de espesa niebla, que salía de abajo del objeto. Contaba con seis ventanillas rectangulares y grandes divisiones a los costados, como gajos con remaches expuestos en su superficie aparentemente metálica.
Al acercarse al lugar, Dora y Yolanda sufrieron quemaduras y la tierra fue testigo durante muchos años de la huella en el pasto de unos 8 metros de diámetro que dejara la nave cercana a la tranquera. Al día siguiente, los vecinos del lugar relataron haber visto las luces, coincidiendo con la versión de las Moreno. Además, según las testigos, en ese suelo no volvió a crecer cultivo nunca más.
La historia, conocida como el caso Trancas continúa siendo una incógnita y fue motivo de estudios posteriores. Desde el Instituto de Química de la UNT tomaron muestars de las pequeñas bolitas blancas que al tacto se hacían polvillo y que fueron halladas esparcidas en un radio de casi 30 metros, en el lote de sembrado de arvejas, donde fueron observadas las luces y el descenso del objeto. Allí se encontró un 98% de concentración de carbonato de calcio.