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"Creo que mi hijo es producto de esa violación": la terrible confesión de una tucumana

VIOLENCIA SEXUAL Y MACHISTA

“Me daba vergüenza contarlo, me daba vergüenza ir al hospital, que me revisen, que me toquen, que me hagan preguntas, que me digan cosas o me juzguen”, le comenta a eltucumano. ¿Quién se esconde detrás de la denuncia más grave?





Desde el año pasado, la historia de una joven mamá tucumana que busca justicia se viraliza en las redes. Se trata de Luz Chocobar Hernando, quien mantuvo una relación de tan solo un par de meses con L. A. . Al poco tiempo de la ruptura, Luz vivió un crudo y terrible episodio cuando el acusado habría ingresado a su domicilio para perpetrar un abuso sexual seguido de intento de homicidio, situación de la cual la joven pudo escapar.

Actualmente, L está condenado por tres hechos de desobediencia judicial después de haber roto la perimetral contra Chocobar Hernando en varias ocasiones, entre otros. Mientras tanto, se espera que pronto se dé inicio al otro juicio contra el acusado, en donde la defensa de su expareja intentará conseguir el cambio de caratula en la causa para que sea juzgado por tentativa de homicidio, abuso sexual y lesiones muy graves contra su salud mental agravadas por el vínculo y extorsión de secreto.

En entrevista con eltucumano, Chocobar había admitido que a raíz de la viralización de su caso llegó a ella información sobre algunas otras mujeres que según su testimonio sumaban alrededor de 20, y que aseguraron haber sufrido algún tipo de violencia sexual, simbólica, psicológica o física de parte de L. A. . Lo que nunca esperó, era que entre estas víctimas haya una conocida de su círculo, a quien llamaremos Martina para preservar su identidad por el momento.

“Cuando leí lo de Luz no lo podía creer, yo decía ‘me cagó la vida a mí’, pero no podía creer lo que le hizo a otra persona”, asegura la entrevistada para eltucumano.

A L. lo conocí por las redes sociales hace unos tres años. Un día, era el Día del Trabajador, estaba aburrida en mi casa y acepté salir con él. Me fui hasta su casa, recuerdo claro . Cuando llegué me hace pasar a un departamento que estaba todo amoblado pero su dormitorio era solo un colchón y una silla”, explica Martina.

“Él me invitó a ir a su departamento a comer, hace rato chateábamos, pero no nos conocíamos, entonces L. me dijo de juntarnos a comer y que iba a cocinarme algo. Yo le dije que no se ponga a cocinar nada, que mejor iba a pedir comida. Esa era la primera vez que nos conocimos, la primera y la última que lo vi en mi vida. Cuando trajeron las hamburguesas y comenzamos a comer estábamos conversando, yo tomaba gaseosa y él tomaba cerveza. Me insistió tanto para que tomara un poco, que, aunque no quería terminé aceptando”, se acuerda.

Sobre esta insistencia, la joven considera que la bebida podría haber estado adulterada a causa de lo que sucedió después: “Cuando tomé esa lata que me dio me empecé a sentir mal, mareada, horrible, se me empezaron a adormecer las piernas, estaba despierta, pero a la vez no. Es como que me quedé inconsciente después de eso”, se acordó sobre ese fatídico día.

“Yo me desperté y dije ‘no sé qué ha pasado’, fui al baño después de eso toda mareada y lo escuchaba a él hablando con su mamá, ella le decía ‘por favor hijo, volvé a la casa’, estaban discutiendo. Es decir, se ve que ese lugar en la Monteagudo no era su casa”, comenta sobre el detalle de ese día. “Fui al baño porque me sentía medio rara, me fui a hacer pis y siento una puntada muy fuerte ahí, entonces me saqué un preservativo roto, tenía semen, la sensación fue rara, horrible… fui a la pieza, quise cambiarme y me quedé sentada. Yo le quería mandar mensajes a mi amiga, quería que me busquen. Me daba vergüenza contar, me daba vergüenza ir al hospital, que me revisen, que me toquen, que me hagan preguntas, que me digan cosas o me juzguen”, nos comenta, con mucho dolor pues remarca que este paso de hacer pública su historia con Lucio es distinta ya que es un secreto que guardó por dos años y ahora quiere gritar a voces.

Después de eso le saqué una foto a él de espaldas, la tengo todavía, la tengo para comprobar que estuve con él y las direcciones. Cuando pasó un tiempo después de varias horas y me pasó un poquito el malestar, me fui a buscar algo en un drugstore, pero no encontré nada abierto porque era el Día del Trabajador, me dejé la mochila, y él directamente me la dejó en un cantero”, nos dice.

Yo estaba llorando y él no me decía nada, no me conversó, no me pidió disculpas, no me explicó ni que me hizo, nada de nada. Mientras estaba ahí él tomaba cerveza y consumía algo como con una cuchara y una hierba, no sé qué era, pero tenía un olor tremendo. De todas maneras, no parecía sentir culpa, como que no le importaba lo que me pasaba a mí. Nunca se fijó si yo estaba bien o mal, o sea yo lloraba al frente suyo y no le interesaba”.

Sobre la decisión de hablar ahora que han pasado formalmente dos años del hecho, la tucumana confiesa que hay otra persona involucrada que le recuerda ese fatídico día: su hijo. “Yo recién después de dos años hago esta denuncia, porque realmente me daba vergüenza, solo sabe mi abuela y mi ex, ahora mi abogado y Luz. Lo que pasa es que yo tengo un hijo que creo que puede ser producto de esta violación. Yo estaba en pareja, cuando fui abusada por L estábamos separados y después del evento volví con mi ex. Yo le conté todo con el tiempo, creo que mi hijo sin embargo es de L, y no de mi él porque ahora que se está haciendo más grande veo que es idéntico, quienes saben me lo dicen. Ahora mi expareja está enojada conmigo, de puta no me baja por este tema, y lo tendré que denunciar a él por sus amenazas de quitarme a mi bebé y por sus maltratos también. La causa entró para ser investigada como un delito contra la integridad sexual”, revela, sobre este caso que denunció el reciente 28 de abril en Tucumán.

“Yo me enteré de lo de Luz por ella misma, por su Facebook. Cuando vi las cosas que ella ponía que la estaba pasando mal me di cuenta que era la misma persona que me violó a mí, no pude creer que no era la única a la que le haya hecho daño. Sin embargo, quiero que ni él ni su familia se acerquen a mi hijo, la familia no me conoce, pero yo vi como son de peligrosos con Luz así que por eso no quiero que me identifiquen ni me sigan”, dice Martina, sobre su decisión de hacer anónima esta historia.

La joven ya denunció este hecho en la justicia, y en tanto aguarda avances en la causa ha decidido sumarse a la decisión de su predecesora, Luz Chocobar, de salir del silencio para contar su verdad.

Desde el estudio del doctor  Alfredo Aydar, aseguraron para este medio:  "Vamos a impulsar la querella, consideramos que hay pruebas suficientes para condenar a este sujeto".