"No tenía nada que ver": habrían modificado una prueba clave del presunto caso de abuso sexual en el Tulio
La prueba que los padres del menor de 4 años habían presentado y que podía contener el ADN del supuesto abusador, estarían desaparecidas.

Colegio Salesiano Tulio García Fernández (Foto: http://www.salesianobelgrano.edu.ar/)
En agosto de este año se conoció un presunto caso de abuso sexual en Colegio Salesiano Tulio García Fernández, luego de que las autoridades de la institución confirmaran que se llevaba a cabo una investigación tras la denuncia realizada por los padres de un menor de 4 años.
A más de tres meses de la denuncia, los padres del niño denunciaron ante la prensa que los encargados de investigar el caso, habrían perdido una prueba clave que podría contener el ADN de la persona señalada como el autor de la violación.
Según el relato de la periodista Mariana Romero, el elemento que se encuentra extraviado fue hallado el día en que el niño manifestó el abuso. “El 6 de agosto, la madre buscó al niño del colegio y lo encontró distinto, irritable. Le preguntó qué había comido y le dijo que un sandwich. Le pareció raro, porque dan sandwich en el colegio y le preguntó quién se lo había dado. El niño se molestó y no le quiso contestar”. Más tarde, al higienizarlo, la madre encontró en el niño un pelo con apariencia de vello púbico, de 5 centímetros de largo, mitad cano y mitad oscuro. Se sintió morir”, contó en un extenso y detallado hilo de Twitter.
“En su desesperación, la mamá tuvo la lucidez de guardar el vello en papel y colocarlo en una caja. Reunió las otras pruebas y realizó la denuncia directamente en la Fiscalía. Todo junto al papá del nene, que también vio el vello”, agrega la trabajadora de prensa dio detalles del relato que el pequeño.
Luego de juntar los elementos probatorios, los padres del menor, por recomendación de la Fiscalía, le dijeron que llevan las cosas a la Comisaría 12, dependencia que ya había recibido un oficio para recibir las pruebas.
Ahí los atendieron y escribieron un acta “que no le hicieron firmar y las pruebas quedaron en el escritorio de quien la confeccionó”. “No se las guardó en sobre cerrado y firmado. Quedaron ahí. Incluida la cajita con el pelo envuelto en papel”, señaló.
Tras asumir el rol de querellante días después, el padre del menor explica en su escrito que “hallaron un pelo aparentemente púbico de color negro canoso". El 1 de septiembre, la mamá amplía su declaración ante la Fiscalía y aclara que el pelo que dejó en la comisaría tenía apariencia de vello púbico, de cinco centímetros de largo, mitad cano y mitad oscuro.
El 18 de octubre, los sobres con las pruebas se abrieron en la Morgue Judicial y donde se realizó una pericia: un estudio comparativo del pelo hallado con cabellos arrancados al sospechoso en el laboratorio. “Pero lo que hallaron en el sobre no tenía nada que ver con lo que la madre aportó”, indica Romero.
“Esto es lo que se halló en el sobre, marcado como prueba dubitada: un elemento filamentoso de 19 centímetros de largo, ondeado y de pigmentación oscura. Además de no tener nada que ver con la prueba que la madre encontró en el cuerpo de la víctima, ese pelo que se hallaba en el sobre se encontraba deteriorado y sin bulbo”, describió.
“Los papás del nene están desesperados. Aseguran que, desde el principio, hicieron todo lo que les dijeron que hagan y se mantuvieron lejos de los medios por el pánico de que se conociera la identidad de su hijo. Pero no encontraron respuestas a todas estas preguntas. Desde la más absoluta reserva de identidad (y resguardo de otros detalles de la causa y del estado del niño) decidieron recurrir a la prensa”, explicó la periodista para cerrar su relato.
Sobre el hombre acusado de haber llevado a cabo el abuso sexual, que fue señalado por la víctima, se informó que “fue trasladado en sus funciones a una dependencia del colegio que queda en El Cadillal, sin contacto con niños, niñas o adolescentes”.
El 6 de agosto, la madre buscó al niño de del colegio y lo encontró distinto, irritable. Le preguntó qué había comido y le dijo que un sandwich. Le pareció raro, porque dan sandwich en el colegio y le preguntó quién se lo había dado. El niño se molestó y no le quiso contestar.
— Mariana Romero (@MarianaR31) November 11, 2021
El nene le dijo, primero a su mamá y después a su papá, que un "señor malo le había pinchado la cola". Es terrible tener que contarlo, pero los padres están desesperados.
— Mariana Romero (@MarianaR31) November 11, 2021
En la Fiscalía le dijeron que lleve las pruebas (entre ellos, el vello envuelto en papel y dentro de una cajita) a la comisaría 12. Es más, la Fiscalía manda un oficio a la comisaría para que les reciban las pruebas. Ellos obedecen.
— Mariana Romero (@MarianaR31) November 11, 2021
No se las guardó en sobre cerrado y firmado. Quedaron ahí. Incluida la cajita con el pelo envuelto en papel.
— Mariana Romero (@MarianaR31) November 11, 2021
El padre asume el rol de querellante días después. En su escrito, informa que hallaron un "un pelo aparentemente púbico de color negro canoso"
— Mariana Romero (@MarianaR31) November 11, 2021
Esta es la parte que nos interesa de esa declaración de la madre. El resto está tachado porque contiene descripciones que pueden afectar la dignidad y la privacidad de la víctima. Es la foja 124 del legajo. pic.twitter.com/5IaECucY5l
— Mariana Romero (@MarianaR31) November 11, 2021
Esto es lo que se halló en el sobre, marcado como prueba dubitada: un elemento filamentoso de 19 centímetros de largo, ondeado y de pigmentación oscura. pic.twitter.com/bSNyfU0tNV
— Mariana Romero (@MarianaR31) November 11, 2021
¿Qué pasó con el vello entregado por la madre a la Policía? Nadie le supo responder. ¿Está guardado en otro lado a la espera de ser peritado? Le dijeron que no.
De hecho, le aconsejaron verbalmente que se "olvide de ese hombre" (por el sospechoso) porque "él no fue".— Mariana Romero (@MarianaR31) November 11, 2021