Top

"Ni homenaje ni una reivindicación": desde Casa Histórica aclararon la polémica por una muestra artística

respuesta

Cecilia Guerra, directora del museo, se refirió a los pedidos de censura a un telar realizado por la prestigiosa docente e investigadora Carlota Beltrame, que se exhibe hace dos meses en la histórica casona.

Foto Twitter/derechaliberal.-





Este domingo, una muestra artística en el museo de la Casa Histórica generó polémica y pedidos de censura de diferentes sectores políticos, por un telar llamado “Revés de Trama”, cuya autora es la prestigiosa artista tucumana Carlota Beltrame, quien también es docente e investigadora y fue la ganadora del Primer Premio del Salón Nacional de las Artes Visuales, en 2018.

Lo que desató la ola de repudio fue que en una pieza de la muestra se lee la palabra “Montoneros”, obra que busca recordar el momento en que la organización armada tomó la Casa de la Independencia, en febrero de 1971.

Cecilia Guerra, directora del museo, dio este lunes una rueda de prensa para aclarar lo que algunos entendieron como un homenaje al grupo guerrillero. “Montoneros comienza siendo un grupo de apoyo al peronismo, que empieza no siendo un grupo armado y después pasa a la clandestinidad. Dentro de ese contexto en la década del 70, cuando Onganía era presidente, cuando todavía era un gobierno de facto, con la Revolución Argentina que se autodenominó en el golpe del 76, Tucumán estaba muy afectado por el cierre de los Ingenios y la pobreza que había habido y lo que significó los movimientos de izquierda y el crecimiento de violencia, Montoneros toma por la fuerza el símbolo de la Independencia”, comenzó contextualizando. Y añadió: “Hay que leerlo en el contexto histórico lo que significo algo tan tremendo como el ingreso de este grupo al museo. Hizo pintadas dentro del Salón reivindicando a Perón y a Eva básicamente”.

“Hay mucha historia en este salón, en esta casa, que tiene que ver con un montón de cosas”, agregó Guerra que al ser consultada sobre si la muestra va continuar tras la polémica, aseguró que no hay motivos para bajarla. 

“La intención nunca fue un homenaje ni una reivindicación a la violencia. Estamos muy tranquilos con nuestro trabajo y como estamos llevando adelante las actividades, como talleres audiovisuales. Hicimos un trabajo enorme con la gente de Monteros. Nos da pena que la gente no lo pueda ver de esa manera y que nos ceguemos en la palabra y en este grupo que genera toda esta controversia y está grieta. Entendemos lo que significa Montoneros, pero nada más alejado a lo que tenga que ver con la reivindicación de la violencia”, reiteró Guerra. 

Beltrame, autora de la pieza señalada, agradeció las explicaciones de la directora del museo y contó que su obra busca visibilizar un pedazo de la historia de nuestro país. “No se trata de ningún homenaje a Montoneros, sino que es mostrar la cara de la historia que no queremos ver. Cuando fui invitada a exponer, propuse pasarle el cepillo a contrapelo a la historia de Casa Histórica (frase del filósofo alemán Walter Benajmin), mostrar algo que quiere esconderse, un momento que representa un momento oscuro de nuestra historia que no queremos afrontar, pero que sí forman parte de esta y nos constituye como sociedad. Siempre supimos que iba a ser polémico, pero pasaron dos meses sin que sucediera nada hasta ayer. Es traer a la memoria algo que ha sucedido”, dejó en claro en La Gaceta. 

La polémica y los pedidos de censura comenzaron el pasado 2 de septiembre, cuando el diputado de Neuquén Franciscó Sánchez, preguntó en su cuenta de Twitter “qué carajos” hacía el nombre de Montoneros “contaminado” la Casa Histórica. 


La catarata de indignación y pedidos de que la obra sea retirada se potenciaron con el correr de los días, hasta que ayer domingo explotó en Tucumán con repudio de sectores políticos opositores como José Cano, la senadora Silvia Elías de Pérez y el intendente Mariano Campero, de Juntos por el Cambio. Sin embargo, fue el legislador Ricardo Bussi, líder de Fuerza Republicana, que indignado encabezó una movilización en la puerta del museo en contra de exhibición. 


No tenemos nada que ver con la política, yo no soy política, en esta Casa no se hacen acciones partidarias, todo el mundo lo sabe. Todos los políticos que alguna vez pidieron hacer actos en la Casa Histórica tuvieron la misma respuesta. Tengo excelente relación con todos los que vinieron al museo, con todos los cuadros políticos que se acercaron a la dirección. Esto deberían preguntárselos a ellos, yo no tengo una respuesta”, aclaró Guerra que luego se lamentó de la malinterpretación potenciada por las redes sociales. “Podría decirte que hoy la rapidez de las redes sociales, la rapidez con la que surge la información, que quizás sólo ven un titular o una foto lleva a una malinterpretación. Entiendo que haya gente enojada y a esa gente la invito a que se acerque a la casa de jueves a domingo para ver si tiene que seguir enojada o no. Que nos dé la oportunidad de ver la Casa”, pidió. 

“Lamento que la gente crea que es una pared pintada y que eso es una reivindicación y homenaje, porque eso está alejado de la realidad. Lo que se ve es una sombra proyectada sobre ese tejido. No fue con un subsidio de Nación, se contrató a los artistas para que trabajaran. No es con los impuestos de la gente ni con subsidios, solamente para aclarar eso porque el trabajo de las personas valen”, cerró Guerra que además confirmó que recibió amenazas por lo ocurrido. 

Historia

A comienzos de 1971, Tucumán se encuentra sumida en la crisis económica y social que ha deparado el cierre de los ingenios azucareros en 1966 bajo la dictadura del general Onganía. La sucesión de golpes de Estado, el empobrecimiento del país y la proscripción del Peronismo llevan más de 15 años continuados a través de los tres dictadores sucesivos de la "Revolución Argentina": Juan Carlos Onganía, Roberto Marcelo Levingston y Alejandro Lanusse.

En Tucumán, la agrupación Montoneros lleva un tiempo organizándose en la provincia al amparo de grupos de jóvenes católicos tercermundistas que tuvieron su primera experiencia colectiva de lucha en mayo de 1969 en lo que se conoció como El Tucumanazo.

La conducción Montonera, que en aquel entonces en Tucumán tiene aroma de mujer, decide salir del ostracismo con una acción de neto corte simbólico: la mañana del lunes 15 de febrero, a las 7:40 horas, tres hombres y dos mujeres, todos jóvenes, ingresan a la Casa Histórica.

El grupo comando amenaza con armas al guardia y lo dejan atado en calzoncillos al sillón de Narciso Laprida. Luego, pintan consignas peronistas y dejan estampados en las paredes los rostros de Perón y Eva Duarte en el salón donde se firmó la independencia. Horas después, la llamada Unidad Básica de Combate Evita difunde un comunicado donde se atribuye el hecho “en homenaje a la Independencia Económica declarada por Perón en el mismo Solar histórico en 1947”.