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Nosotros somos amigos, vos qué solo estás

DÍA DEL AMIGO

Otrora inseparables, la antesala de las elecciones legislativas 2021 encuentra al gobernador Manzur y el vicegobernador Jaldo transitando caminos antagónicos y envueltos en otros abrazos. Del calor de la victoria al frío de la interna.

Manzur y Jaldo festejan la victoria del Frente de Todos en octubre de 2019. (Foto: Facebook Osvaldo Jaldo)





Hubo un tiempo que fue hermoso en el peronismo tucumano. A mediados de 2019, la fórmula Juan Manzur - Osvaldo Jaldo había sido reelecta de forma contundente, enterrando a su mentor José Alperovich y sin las denuncias de fraude que “empañaron” la victoria de 2015. Tucumán le regaló un triunfo contundente a Alberto Fernández, a Cristina Kirchner, a todo el Frente de Todos. Se respiraba esperanza y unidad. La posibilidad de alinear a la provincia con la Nación, con el primer mandatario en un rol preponderante en el fernandismo, prometía años de bienestar para nuestra provincia con la obra pública como motor para poder cumplir esa promesa de volver a encender la economía tras la debacle macrista.

Pero pasaron cosas. El 9 de junio de 2019 Manzur - Jaldo se impusieron de forma aplastante, con el 49,54% de los votos; en las presidenciales de octubre, el Frente de Todos ganó en Tucumán con más del 57% de los sufragios y Manzur partió a festejar en el escenario con Alberto y Cristina, dejando a Jaldo a cargo de los festejos a nivel provincial. La sinergia manzurjaldista: Juan allá, Osvaldo acá, y todos contentos. Pero algo se rompió.

El entusiasmo de los primeros meses de la nueva gestión se vio alterado por la irrupción abrupta de la pandemia, que vino a cambiar nuestras vidas: con ella, afloraron las diferencias en el corazón del peronismo tucumano. Ya el 21 abril de 2020, Manzur y Jaldo se mostraron juntos en Casa de Gobierno tras un mes sin compartir actos políticos ni institucionales en el inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. 

"Hay veces que en la familia hay puntos de vista distintos, esto es normal en la familia y en la política. Si hoy me preguntan en qué estamos preocupados, respondo que es en cuidar a los tucumanos", respondía por entonces Manzur; "No hay grieta, de ninguna manera. Hoy el partido acompaña al gobernador en todas las decisiones institucionales que toma. No sólo no hay grieta en el peronismo, al contrario, los tucumanos tenemos que estar unidos", afirmaba a su vez Jaldo.

La dupla que se forjó en el Gabinete alperovichista, que recorrió la provincia para estrenarse con una candidatura testimonial en 2013, que ofló en 2015 y sobrevivió a los cuatro años del gobierno de Cambiemos tenía que salir a ratificar que no estaba enfrentada, prueba irrefutable de que claramente lo estaban. Arde troya y no aclarés que oscurece.


El reencuentro. Abril de 2020. (Foto: Facebook Osvaldo Jaldo)


Se picó. El jaldismo apuntó contra el manzurismo por aquel escándalo de las máscaras en la sesión pandémica del parlamento tucumano, mientras desde Casa de Gobierno se reprochó los constantes cuestionamientos a los ministros del Ejecutivo desde el jaldismo: el gobernador se puso al frente de la campaña sanitaria, reforzando el sistema de salud primero y vacunando después; desde la Legislatura reprocharon que Manzur y los suyos 'se cortaron solos', dejando a Jaldo fuera de la foto de las recorridas para hospitales modulares, la compra de insumos y demás en aquellos lejanos primeros meses de pandemia.

Con más de un millón de dosis aplicadas en territorio tucumano, los doctores Rossana Chahla y Pablo Yedlin se perfilan para encabezar las nóminas de precandidatos a Diputados y Senadores del manzurismo puro, luego de que el vicegobernador se refugió en la tropa de legisladores que terminaron imponiendo a Eduardo Lalo Cobos como nuevo ombusdman el día que implosionó y se explicitó la interna. Si no hay unidad, el jaldismo anunció lista propia con la diputada Gladys Medina y el legislador Juan Antonio Ruiz Olivares encabezando listas.

Para los jaldistas, en 2023 es el turno de Jaldo y eso no debe ser cuestionado, es la continuidad lógica siguiendo la misma premisa de "continuidad con cambios" que llevó a Manzur a la Casa de Gobierno en el 2015; para los manzuristas, el vicegobernador ha incumplido la verticalidad pejotista y actúa como opositor, desafiando la conducción de Manzur. En un escenario desnaturalizado, el curso natural de la rosca se ha trastocado.

La interna del Frente de Todos en Tucumán se avizora como una batalla sin precedentes entre el aparato oficial alineado con el gobernador y la presunta capacidad de construcción política en el interior y el fuego electoral que ostenta Jaldo, que hasta fue al frente de la boleta en 2017 cuando ‘las papas quemaban’ en el mejor momento del macrismo. El saludo entre el gobernador y el vicegobernador en la Casa Histórica fue tan frío como Tucumán en pleno invierno, y no hay calor independentista que permita reflotar aquellos viejos abrazos tras cada elección, el abrazo de la victoria.


Frío saludo en Casa Histórica. 9 de Julio de 2021. (Foto: Prensa Legislatura)


Este 20 de julio Manzur y Jaldo recibirán otros abrazos, festejarán con sus nuevos amigos: los famosos entornos, acusados por unos y por otros de fogonear los desencuentros entre el gobernador y el vice que ya parecen haber llegado a un punto sin retorno. Hoy, aquella fórmula inquebrantable se ha quebrado, aunque algunos no pierden las esperanzas de encontrar la tan añorada unidad, para dar arranque juntos a la aplanadora electoral que les permita confluir en una lista única para volver a regalarle un triunfo sin sobresaltos al Gobierno Nacional y postergar la interna comarcana para el 2023.

Feliz Día del Amigo para todo el pueblo tucumano. Que las vacunas nos permitan de a poco reencontrarnos con los amigos. Como antes, como siempre. Que las internas no destruyan nuestras amistades. Ni a Manzur ni a Jaldo les gusta el rock, pero si acaso se abriese un canal de diálogo entre ambos (por pedido de Casa Rosada, no por motus propio ni en plan de reconciliación) se mirarían a los ojos para decirse 'Yo no me sentaría en tu mesa' y correrían a los brazos de sus respectivas tropas para cantar, y saltar y gritarle al otro "nosotros somos amigos, vos que solo estás".