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"En el barrio le decían mamá": dolor por el transfemicidio de Alejandra

Pedido de justicia

Alejandra Benítez, la mujer trans asesinada esta mañana, era muy querida en el barrio 2 de Abril por sus acciones solidarias y porque amadrinaba a quienes iniciaban su transición. La congoja de sus vecinos y el pedido de justicia de una familia que ya sufrió una pérdida violenta: “Dicen que es un varón quien le ha disparado”.

Alejandra Benítez, víctima de trasnfemicidio.





Hoy los vecinos del barrio 2 de abril amanecieron con una noticia que los hunde en el más profundo desconsuelo: La Power fue asesinada. Así llamaban a la joven trans de 34 años Alejandra Benítez ahí donde la vieron crecer y donde fueron testigos de su solidaridad y su constante militancia en favor del colectivo trans. “Era feliz, alegre. Ella vivía por sus hermanos y sus sobrinos. Tenía un corazón muy grande, ayudaba a los que no tenían y juntaba ropa para donar. No tenía maldad con nadie”, la recuerda su hermana Verónica que revive el dolor de la pérdida. En 1991, con apenas 13 años, uno de sus hermanos fue víctima de un violento crimen. 

“Me ha pegado y me ha movilizado un montón lo que ha pasado. Ha sido muy fuerte despertar con esa noticia. Nosotros la conocemos y ella es parte de nuestro barrio. Ella estaba muy comprometida con la parte más vulnerable del barrio y siempre estaba ayudando en distintas cuestiones solidarias acá. Cuando fueron las inundaciones o cuando alguien necesitaba algo, ella estaba”, comenta Federico, un vecino del barrio 2 de Abril de donde era Alejandra y donde vive su madre a quien había visitado ayer: “Era muy unida a su mamá. Ella le ha dicho que estaba bien, nadie esperaba que pase esto”. 

Alejandra Benítez era también Alejandra Power o, simplemente, La Power, como la conocían por acá. Entre las trans más jóvenes, la llamaban Madrina o Madre porque era quien las acompañaba y las aconsejaba en el proceso de transición transgénero. “En el barrio, las chicas le decían mamá. Ella era una vocera y una madrina de las trans más chicas. Ella las cuidaba y las protegía. Eran muy compañeras de ella y ahora están todas destrozadas”, comenta Federico. Alejandra era trabajadora sexual y una de las creadoras del grupo Trans Unidas cuyo objetivo es el de visibilizar todas las demandas y necesidades de la comunidad de mujeres trans en la provincia. Durante la pandemia, Alejandra ayudó en la colecta de mercadería para las mujeres trans tucumanas. 

“Ella no tenía problema con nadie, compartía con cualquier persona, siempre y cuando no le falten el respeto. Ella siempre ha sido de superarse, de viajar. Era solidaria con todos acá, nunca se olvidó que viene de un barrio humilde. Todo el barrio está asombrado por lo que ha pasado y nos sentimos desprotegidos por el Estado. Los políticos y los jueces dejan mucho que desear, los que nos representan nos están matando”, reflexiona conmovido Federico. 

Alrededor de las seis de la mañana de hoy, Alejandra fue asesinada a balazos en la intersección de Roca y Ayacucho donde se encontraba junto a dos personas. Una de las cuales resultó herida de gravedad. En el caso, interviene la Unidad Fiscal en Homicidios II, a cargo de Carlos Sale, quien supervisó personalmente las tareas investigativas en el lugar. A su vez, se dio intervención al Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), personal de la comisaría Segunda y de la División Homicidios. "La víctima fatal fue identificada como Alejandra Benitez, quien habría sido atacada a tiros por otra mujer trans, que también baleó a otro sujeto que fue operado por esas heridas", declaró esta mañana el fiscal Sale.

Sin embargo, algunos testigos que se contactaron con la familia aseguraron que fue un hombre quien efectuó los disparos. “Lo único que sabemos por ahora es que estuvo con unos amigos y después hubo una discusión, alguien ha sacado un arma y le han disparado. Dicen que es un varón quien le ha disparado, no sabemos más nada hasta el momento. Ella no andaba mal con nadie, nunca comentó nada.”, comentó Verónica Benítez, su hermana de 40 años que ahora clama por el esclarecimiento del hecho: “Pedimos justicia por ella. Las chicas trans muchas veces son discriminadas por la sociedad, pero son seres humanos que tienen derecho a vivir como cualquiera. Si hay que hacer marchas, las vamos a hacer, esto no puede quedar impune”. 

“Nosotros éramos seis y ahora hemos quedado cuatro. Mi mamá ya perdió a un hijo de forma parecida”, dice Verónica en referencia a su hermano Jorge Marcelo Benítez que tenía 13 años cuando fue asesinado en 1991. En un caso muy controvertido en la época, Jorge fue encontrado muerto de 12 puñaladas la noche del 21 de mayo de 1991 en la casa de la artista y docente Lucrecia Rosemberg de Moeremans que él cuidaba. Darío Orsi y Walter Miranda fueron condenados por el hecho.

El de Alejandra Benítez fue el segundo trasnfemicidio que se registra en Tucumán en lo que va del año después del de Vanesa Solórzano, de 20 años, ocurrido el pasado 11 de agosto. Desde la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo Tucumán exigieron justicia para Alejandra a través de un comunicado. “El travesticidio de Alejandra Power es un crimen transodiante, reforzado en la desidia estatal, en la inexistencia de un plan integral de salud, trabajo y educación para la comunidad travesti trans. Las situaciones de vulnerabilidad en la que viven las compañeras no son hechos aislados, la esperanza de vida de la comunidad no supera los 35- 40 años, viviendo en una provincia en dónde no existe voluntad política de dar respuestas”, establece uno de los párrafos del documento.