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La inconmensurable telaraña de Coronavirus que tejió Bussi en Tucumán

ALERTA: ESCÁNDALO

¿En dónde estuvo? ¿Con quiénes tuvo contacto? ¿A cuánta gente más pudo haber contagiado? Políticos, asesores, periodistas y seguidores políticos en vilo absoluto luego de que el legislador confirmara dar positivo por COVID-19. Los nexos epidemiológicos son numerosos y diversos.

Entrevista brindada por Bussi a la salida de reunión de comisión del martes 12 de marzo. (Foto: Luis Medina)





Estuvo con dirigentes de todos los bloques políticos. Integró reuniones de comisión en la Legislatura, con pares parlamentarios y funcionarios del Gobierno provincial. Realizó recorridos por barrios. Se tomó fotos con vecinos y familias completas, los abrazó, los besó, les tocó la cara. Participó de una masiva misa organizada por el Arzobispado de Tucumán. La telaraña de contagio por Coronavirus que teje el legislador Ricardo Bussi, uno de los cinco nuevos infectados de la provincia, es inconmensurable. Es una onda expansiva que continúa su curso sin que quienes compartieron con el infectado lo sepan. Un descuido gigante, una irresponsabilidad todavía peor.

El legislador de Fuera Republicana registró un cuadro febril el 17 de marzo pasado, cuando en la Legislatura se debatía el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) del Gobierno provincial para prevenir el contagio por Coronavirus en todo el territorio. Ese día, luego de que algunos medios digitales aseguraran que Bussi estaba infectado con el virus COVID-19, fue él mismo quien desmintió las versiones y dijo que, en realidad, se trataba de una gastroenteritis. Siempre según su relato, el parlamentario asegura que la muestra que ayer domingo dio positivo le fue tomada el miércoles 18 de marzo por personal de Vigilancia Epidemiológica, estando asintomático, pese a que la propia ministra de Salud, Rossana Chahla, señalara en más de una ocasión que no se realizan muestras a pacientes sin síntomas porque –según su interpretación- “no pueden contagiar”.

Desde el último martes de sesión legislativa en la provincia, entonces, Bussi asegura permanecer recluido de forma preventiva.

El día en que el legislador acusó fiebre es clave a los fines de determinar nexos epidemiológicos anteriores a la manifestación del síntoma que, según estudios internacionales aparecen en más de un 80% de los casos a partir del quinto día de incubación del virus. Éste dato obliga a remontarse a antes del 17 de marzo, al menos cinco días atrás en la agenda del parlamentario, para establecer sus contactos e intentar calcular el daño que pudo haber ocasionado. Repasando sólo su cuenta de Twitter, desde el jueves 12 compartió actividades de todo tipo con funcionarios de Gobierno provincial de permanente contacto con el Gobernador Juan Manzur, con periodistas de constante circulación en Casa de Gobierno, e inclusive asistió a una clase de judo dictada en el Complejo Avellaneda a donde asisten por día cientos de niños, jóvenes y adultos.


La última actividad exhibida por Bussi en sus redes sociales fue la reunión de comisión de Seguridad de la Legislatura de Tucumán, que tuvo como invitado al ministro de Seguridad provincial, Claudio Maley, citado para rendir cuentas sobre cifras de inseguridad. Además de los legisladores integrantes del comité, por la sala de reuniones pasaron asesores, taquígrafos, personal responsable de sonido y hasta mozos que sirvieron café.


A la salida de la reunión, una serie de periodistas entrevistaron al parlamentario infectado sin ningún tipo de protección en los micrófonos, grabadores y celulares que registraron sus declaraciones, dispositivos que también utilizan diariamente para entrevistar –al decir del propio Bussi- a un sinfín de personas.



El 10 de marzo, dos días antes del encuentro entre Maley y los legisladores tucumanos, el líder de Fuerza Republicana estuvo en los estudios de La Gaceta Play, en donde fue entrevistado por los periodistas Carolina Servetto y José Nazaro, que a diario reciben una serie de invitados.


El 8 de marzo, domingo, Bussi asistió a la misa organizada por el Arzobispado de Tucumán contra la legalización del aborto, pese a la recomendación de evitar aglomeraciones de gente. Un evento al que asistieron cientos de tucumanos y militantes “pro vida”, muchos de ellos seguidores del legislador. Ese día se paseó por la Catedral y se tomó fotos abrazado con familias completas.

Aún quedan dudas acerca de la veracidad de lo revelado por Bussi sobre sus movimientos dentro de la provincia. Si bien el último informe de actualización epidemiológica habla de infectados masculinos con antecedentes de viaje, el parlamentario dice haber vuelto de Brasil el 20 de febrero, fecha bastante lejana en el tiempo. Él, en cambio, asegura haberse contagiado dentro del territorio tucumano, dato todavía más preocupante para las autoridades del Ministerio de Salud de la Provincia, desde donde aseguran desconocer la cantidad de personas llegadas desde el exterior y que permanecen en cuarentena. Éstos últimos, son potenciales infectantes de la enfermedad.

Las ramificaciones generadas a partir de los desplazamientos del legislador Ricardo Bussi, portador infectante del virus COVID-19 son infinitas. Y por lo pronto, el resto de los parlamentarios integrantes del cuerpo legislativo deberán aguardar 14 días para la manifestación de los síntomas y, a partir de ahí, trazar un camino hacia su pasado inmediato y así con todas las personas con las que pudieron haber tenido contacto. Bussi deja en máxima conmoción a Tucumán.