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Mauricio Macri espera un triunfo de Cambiemos para ir por la reforma laboral

Año electoral

Ya se evalúan algunas medidas en relación con las condiciones de trabajo de los argentinos con Brasil y su polémica ley de “flexibilización laboral” como ejemplo. Desde los sindicatos están en alerta por las intenciones del Gobierno.

Macri pretende una reforma laboral.





El clima electoral ya que siente en las calles. Y no es para menos, ya que las legislativas definirán en buena medida cuáles serán los pasos de Mauricio Macri en el segundo tramo de su mandato. Entre otros puntos, el resultado de las elecciones determinará los cambios que se implementarán en relación al trabajo de los argentinos.

De ganar el oficialismo a nivel nacional, Macri tendrá más posibilidades de avanzar con cambios profundos en la legislación que regula el mercado de trabajo en la Argentina. Con un triunfo de Cambiemos, el Gobierno  podrá acelerar los cambios que pretende en materia laboral y reducirá las chances de los sectores opositores y del sindicalismo para bloquear esas modificaciones.

El Gobierno,  según publicó Elcronista.com,  desde los despachos del Ministerio de Trabajo, que conduce Jorge Triaca, remarcan la necesidad de avanzar con un amplio blanqueo laboral y de impulsar un recorte de las cargas sociales sobre los salarios mínimos de diferentes actividades para alentar la contratación de nuevos trabajadores. Otra de las prioridades es acelerar el proceso de reformulación de los convenios colectivos de actividad.

Desde el gabinete de Macri y desde el sector empresarial ven con buenos ojos la polémica ley votada el miércoles por el Senado de Brasil, que incrementa la libertad contractual y prioriza los acuerdos individuales o por empresa sobre los convenios colectivos de actividad, reduce significativamente el poder de acción de los sindicatos, flexibiliza las condiciones de contratación y desvinculación de trabajadores, y amplía las posibilidades de tercerización laboral.

"Es inexorable el camino de la reforma. Se impone una adecuación porque tenemos una legislación muy atrasada, profundamente rígida y con una influencia muy corporativa que impide la creación de empleo", indicó Daniel Funes del Rioja,  vicepresidente de la Unión Industrial (UIA), para quien la economía ya empieza a mostrar algunos brotes verdes, que no se traducen en la creación de puestos de trabajo por el desequilibrio entre la legislación laboral vigente y las necesidades que plantea el modelo productivo que se quiere implementar.

"No se si el Gobierno tiene margen político para avanzar, pero es una necesidad imprescindible para ser competitivos en el contexto económico internacional", indicó el abogado y asesor de empresas Julián de Diego.

Sindicatos en guardia

Los sindicatos, las agrupaciones sociales y sectores de la oposición política están en alerta ante las intenciones de una reforma laboral. 

"No hay dudas de que hay una ofensiva contra los derechos laborales en toda la región, pero tenemos que hacerle frente con inteligencia porque es mucho lo que está en juego en esta pelea", remarcó Juan Carlos Schmid, de la CGT.

“Destruye el 100% de la legislación laboral", consideró su par Héctor Daer.  "Lo primero que tenemos que hacer es que el Gobierno no gane las elecciones. Sin legitimidad política no va a poder poner esta discusión encima de la mesa", advirtió.

"Un hecho indispensable para que una contrarreforma pueda caminar es el resultado de la elección. Si gana la oposición hay condiciones para enfrentar la embestida. Pero con un triunfo de Macri habrá menos espacio para confrontar porque es muy difícil plantarse frente a un gobierno que ha sido reelegitimado", evaluó el ex ministro de Trabajo, Carlos Tomada. "Es prácticamente la derogación de la ley de contrato de trabajo, no creo que acá se animen a tanto", agregó.

"El Gobierno no va a desaprovechar el antecedente de Brasil, porque supone la descentralización del poder de los sindicatos y la empresarización del trabajador",  fue la lectura del abogado laboral Lucio Garzón Maceda.  "Los sindicatos tienen que mejorar su imagen en la opinión pública para poder movilizar, porque hoy los trabajadores están muy claros en la defensa del salario, pero no tanto en el modelo o las condiciones laborales", sugirió.

Por su parte, Matías Cremonte, titular de la Asociación de Abogados Laboralistas  sostuvo que: “Las recientes declaraciones de Macri contra la justicia laboral y los sindicatos, sumado a su origen empresarial, no dejan lugar a dudas de que Brasil es el modelo a seguir por el Gobierno".