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Según Zecca, el padre Viroche había denunciado prostitución infantil

REVELACIONES

El Monseñor renunciante habló sobre su vínculo con Tucumán, el perfil de su reemplazante y de los últimos días del sacerdote asesinado.

Foto de ACI Prensa.-





A días de presentar su renuncia al Arzobisopado de Tucumán por problemas de salud, el Monseñor Alfredo Zecca habló de lo que fue su experiencia al mando de la Iglesia tucumana, el perfil que debería tener su reemplazante y de los últimos días del padre Juan Viroche, el párroco que pareció muerto en una capilla de La Florida.
En una charla con el diario La Gaceta, Zecca contó que estar en la provincia fue un experiecia muy importante en su vida la verdad es que el contacto con esta variedad de fieles, desde la viejita que reza, las familias y los chicos, yo nunca lo había vivido. En Tucumán me recibieron muy bien, no tengo apuro por irme, pero cuanto antes pueda dejar el gobierno, mejor. Creo que nadie es imprescindible y seguramente el Santo Padre mandará un pastor que hará las cosas mejor que yo y sobre todo tendrá más salud", explicó el sacerdote de 67 años que alcaró que le pidió al Papa Fracisco trabajar en algo que no sea estresante como el gobierno de la Iglesia. 
Sobre su reemplazante, Monseñor dejó en claro el perfil que debería tener para hacerse cargo de una arquidiócesis de grande y compleja. "El obispo que venga debe tener plena consciencia de eso. No debería limitarse a una pastoral pequeña intraiglesia sino hacerse cargo de las relaciones con las instituciones del medio. Tucumán es la capital cultural de todo el NOA, tiene cuatro universidades, y un amplio mundo empresarial y sindical al que también hay que evangelizar. Debe ser un obispo que pueda responder a los desafíos pastorales con pocos sacerdotes", afirmó.
Sobre la muerte de Viroche, Zecca habló de su cercana relación con el cura fallecido y relató como fueron los últimos días en los que mantuvo contacto con él: "Yo con el padre Juan Viroche tenía una relación muy cercana, más que con otros curas. Lo mandé a La Florida porque tenía el perfil y él estaba muy contento. Siempre mantuvimos un diálogo por teléfono, yo lo acompañé, lo visité, por eso lamento que haya ido a verme ese miércoles. Me dijo: ‘me están persiguiendo’ por una denuncia de prostitución infantil en Delfin Gallo. ¡No me mencionó el tema de la droga! Yo le dije: Juan, andate ya, no te preocupés por la parroquia. Descansá y después vemos si volvés a La Florida. Él lo reconoce en un audio que circuló. Me dijo que quería estar en la fiesta patronal de ese fin de semana. Yo ya tenía nombrado el padre que iba a reemplazarlo. El lunes lo llamé al celular y ya no me contestaba. Le dejé un mensaje: “Juan quiero saber como estás”. Me tortura saber cómo debe haber sufrido este muchacho", lamentó. 

A días de haber presentado su renuncia al Arzobisopado de Tucumán por problemas de salud, el Monseñor Alfredo Zecca habló de lo que fue su experiencia al mando de la Iglesia tucumana, el perfil que debería tener su reemplazante y de los últimos días del padre Juan Viroche, el párroco que pareció muerto en una capilla de La Florida.

En una charla con el diario La Gaceta, Zecca contó que estar en la provincia fue un experiecia muy importante en su vida. "La verdad es que el contacto con esta variedad de fieles, desde la viejita que reza, las familias y los chicos, yo nunca lo había vivido. En Tucumán me recibieron muy bien, no tengo apuro por irme, pero cuanto antes pueda dejar el gobierno, mejor. Creo que nadie es imprescindible y seguramente el Santo Padre mandará un pastor que hará las cosas mejor que yo y sobre todo tendrá más salud", explicó el sacerdote de 67 años que aclaró que le pidió al Papa Fracisco trabajar en algo que no sea estresante, como el gobierno de la Iglesia.

Sobre su reemplazante, Monseñor dejó en claro el perfil que debería tener la persona que ocupe su cargo, para hacerse cargo de una arquidiócesis de grande y compleja. "El obispo que venga debe tener plena consciencia de eso. No debería limitarse a una pastoral pequeña intraiglesia sino hacerse cargo de las relaciones con las instituciones del medio. Tucumán es la capital cultural de todo el NOA, tiene cuatro universidades, y un amplio mundo empresarial y sindical al que también hay que evangelizar. Debe ser un obispo que pueda responder a los desafíos pastorales con pocos sacerdotes", afirmó.

Sobre la muerte de Viroche, Zecca habló de su cercana relación con el cura fallecido y relató cómo fueron los últimos días en los que mantuvo contacto con él: "Yo con el padre Juan Viroche tenía una relación muy cercana, más que con otros curas. Lo mandé a La Florida porque tenía el perfil y él estaba muy contento. Siempre mantuvimos un diálogo por teléfono, yo lo acompañé, lo visité, por eso lamento que haya ido a verme ese miércoles. Me dijo: ‘me están persiguiendo’ por una denuncia de prostitución infantil en Delfin Gallo. ¡No me mencionó el tema de la droga! Yo le dije: Juan, andate ya, no te preocupés por la parroquia", contó.

"Descansá y después vemos si volvés a La Florida. Él lo reconoce en un audio que circuló. Me dijo que quería estar en la fiesta patronal de ese fin de semana. Yo ya tenía nombrado el padre que iba a reemplazarlo. El lunes lo llamé al celular y ya no me contestaba. Le dejé un mensaje: “Juan quiero saber como estás”. Me tortura saber cómo debe haber sufrido este muchacho", agregó.

"La droga es uno de los grandes flagelos que tenemos en todo el país. Pero no es la misión del sacerdote denunciar a los dealers, eso le corresponde a los fiscales. La Iglesia va a prevenir y acompañar a la comunidad que está en riesgo, a los jóvenes que están en peligro de caer en la droga, pero no nos corresponde denunciar", concluyó.

Por último cuando se le preguntó si extrañaría Tucumán una vez que el Sumo Pontífice acepte su renuncia, el por ahora Monseñor fue contundente: "voy a pedir que me entierren en Tucumán".