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Harán energía con los desechos de la caña de azúcar

EN SIMOCA

El INTI llevó adelante un ensayo en el que convierte los residuos en pellets para ser utilizados como combustible.

Foto de Clarín.-





La Unidad Técnica Valorización de Recursos Biomásicos del INTI Tucumán, llevó a cabo un ensayo a escala industrial de conformado de pellets, para obtener energía a partir de los desechos de la caña de azúcar.
Con el objetivo de aprovechar los desechos de la cosecha, el INTI usó  máquinas disponibles en el mercado, lo que permitió reunir pautas técnico-económicas para el diseño, en el corto plazo, de un modelo de negocios rentable, apuntado al desarrollo de un nuevo biocombustible para aplicaciones industriales de alcance regional, que cumpla con los estándares mínimos de calidad para su uso en equipos de combustión.
“El trabajo contribuirá al desarrollo regional porque apunta a resolver un gran problema de contaminación ambiental, diversificar la matriz energética, agregar valor a un residuo agrícola y mejorar la competitividad de los productores cañeros”, destacó Guillermo Martínez Pulido del Centro INTI Tucumán, quien llevó adelante el proyecto junto a Marcos Risso, Martín Rearte y Sado Abdelhamid.
Dicho ensayo se realizó en Simoca, en un trabajo coordinado entre el municipio local, productores cañeros, una empresa fabricante de máquinas pelletizadoras y el INTI (a través de los centros de Tucumán y Energías Renovables), informa Clarín. 
A pesar de que hay estudios que destacan el potencial de los residuos azucareros, las tecnologías para su aprovechamiento aún no han sido validadas por la propia industria azucarera. Actualmente, el único antecedente es el uso parcial de los residuos agrícolas de cosecha en su estado natural en calderas bagaceras de ingenios azucareros, que buscan complementar al bagazo que escasea debido a la demanda energética de la producción de etanol. 
“Es una alternativa no solo para darle valor agregado y diversificar la actividad cañera sino para suplir la demanda energética creciente en todo el país”, explicó Martínez Pulido, destacando que su aplicación como combustible estandarizado (pellet) puede dar una mayor confiabilidad y diversificar el consumo hacia la media y baja escala, incluso para aplicaciones domésticas en reemplazo del gas licuado de petróleo y el gas natural. 

La Unidad Técnica Valorización de Recursos Biomásicos del INTI Tucumán, llevó a cabo un ensayo a escala industrial de conformado de pellets, para obtener energía a partir de los desechos de la caña de azúcar.

Con el objetivo de aprovechar los desechos de la cosecha, el INTI usó máquinas disponibles en el mercado, lo que permitió reunir pautas técnico-económicas para el diseño, en el corto plazo, de un modelo de negocios rentable, apuntado al desarrollo de un nuevo biocombustible para aplicaciones industriales de alcance regional, que cumpla con los estándares mínimos de calidad para su uso en equipos de combustión.

“El trabajo contribuirá al desarrollo regional porque apunta a resolver un gran problema de contaminación ambiental, diversificar la matriz energética, agregar valor a un residuo agrícola y mejorar la competitividad de los productores cañeros”, destacó Guillermo Martínez Pulido del Centro INTI Tucumán, quien llevó adelante el proyecto junto a Marcos Risso, Martín Rearte y Sado Abdelhamid.

Dicho ensayo se realizó en Simoca, en un trabajo coordinado entre el municipio local, productores cañeros, una empresa fabricante de máquinas pelletizadoras y el INTI (a través de los centros de Tucumán y Energías Renovables), informa Clarín

A pesar de que hay estudios que destacan el potencial de los residuos azucareros, las tecnologías para su aprovechamiento aún no han sido validadas por la propia industria azucarera. Actualmente, el único antecedente es el uso parcial de los residuos agrícolas de cosecha en su estado natural en calderas bagaceras de ingenios azucareros, que buscan complementar al bagazo que escasea debido a la demanda energética de la producción de etanol. 



“Es una alternativa no solo para darle valor agregado y diversificar la actividad cañera sino para suplir la demanda energética creciente en todo el país”, explicó Martínez Pulido, destacando que su aplicación como combustible estandarizado (pellet) puede dar una mayor confiabilidad y diversificar el consumo hacia la media y baja escala, incluso para aplicaciones domésticas en reemplazo del gas licuado de petróleo y el gas natural.