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Peligran las ferias americanas: ¿tragedia o alivio?

COMERCIO INFORMAL

Cientos de puestos de trabajo se encuentran en riesgo, además de la fuente de vestimenta de miles de familias tucumanas. Del otro lado de la valla, los comercios legales esperan recuperar el 45% de la clientela perdida.

Feria Americana. Fotografía de Antonio Ferroni / La Gaceta.





El gobierno nacional emitió un decreto que prohíbe la importación de ropa usada por un periodo de 5 años para mantener el control sanitario, de higiene y seguridad. Las ferias americanas tucumanas corren peligro y esto genera preocupación en algunos casos, alivio en otros.

Tucumán está entre las provincias con mayor venta informal del país. Juan Bautista Alberdi, por ejemplo, registra un puesto cada 31 habitantes y es el segundo a nivel nacional, superado solo por Mina Clavero, con uno cada 26. Además, Aguilares, Tafí Viejo y San Miguel de Tucumán entran en el TOP 50.

El ingreso de mercadería de contrabando o de aquella que se fabrica en talleres clandestinos mueve unos 56 mil millones de pesos al año. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) estima que la venta ilegal le quita al comercio formal alrededor del 45% de ventas.


Preocupación

El Diario de Yerba Buena recogió opiniones de feriantes de dicho distrito, que se encuentran preocupados por la medida. Miguel tiene 32 años y trabaja en ferias americanas desde hace 12. "Es nuestra fuente laboral, me afecta a mí, a los choferes que trabajan, a mi familia y también a la gente que viene a comprar. En las tiendas la ropa está muy cara y acá prácticamente se viste la familia entera por muy poco", expresó.

En la provincia, la mayoría de los trabajadores provienen de Jujuy. A la mercadería, por su parte, la adquieren en la frontera con Bolivia. Si bien Miguel reconoce que se trata de un mercado ilegal, asegura que es un trabajo rentable: "en la forma independiente de trabajo se gana mucho más que trabajando como empleado público. Además, tampoco hay puestos de trabajo en el mercado".


Beneficio de unos pocos

"Las ferias de venta tienen muchos delitos: contrabando, muchas veces trabajo de menores, no pagan alquiler ni impuestos y sus empleados no están registrados. Los trabajadores de los puestos, muchas veces en situaciones de esclavitud, son una máscara que esconde a los que verdaderamente se llevan la tajada y usan el desempleo como excusa para evitar el cierre", expresa Héctor Viñuales, presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET).

"Hay pérdidas por todos lados: se pierde el valor patrimonial de los inmuebles que están cerca, se pierden impuestos, pero sobre todo pierden los locales registrados que aportan al fisco y tienen a sus empleados registrados", agrega.

Presenta a la problemática como un círculo vicioso en el que la competencia de las ferias provoca el cierre de comercios, deja empleados en la calle y ellos deben recurrir al empleo informal.

"Lo que hay que hacer es reglamentar las ferias y trabajar para que se vuelva a la legalidad: cortar con el contrabando y las irregularidades", expresa. Para eso, conformaron una Comisión de Comercio Informal, integrada por la Policía Federal, Gendarmería, AFIP, Rentas, la Subsecretaría de Comercio de la Provincia y la FET.

Respecto a la efectiva erradicación de las ferias, se mostró dubitativo pero anheló su regulación. "No nos olvidemos que estas ferias son para beneficio de unos pocos", recordó.