La designación de la Dra.
Noemí Ferrioli como Interventora del
IPVyDU, ha sido una de las definiciones más trascendentales que ha tomado el Gobernador
Juan Manzur. Y esto aunque, no lo parezca, es así.
El Gobernador
Manzur, ha decidido hacer caso omiso a la voluntad última del reciente fallecido ex Interventor (
Gustavo Durán), y desoír al
lobby político empresarial que venía trabajando para sentar a
Raúl Natella en el sillón de
Muñecas 455. Quizás tal decisión pueda generarle algunos costos políticos al mandatario, porque en ese sentido, la designación de la ex
subinterventora puede entenderse como un punto de ruptura con el orden político empresarial que configuraba la política habitacional en la repartición.
En el marco de un proceso de investigaciones judiciales y periodísticas, centrado en dilucidar los nexos entre los encumbrados funcionarios del organismo habitacional y los empresarios de la construcción,
Manzur ha encontrado en el seno de la repartición, a quien ha identificado como la mejor candidata para suceder en el cargo al difunto Ing. Gustavo Durán. Así, mientras durante el transcurso de las investigaciones de la Justicia y del programa Panorama Tucumano, la mayoría del personal jerárquico de la repartición ha quedado expuesto, o bien ha terminado encontrando un claro límite a sus aspiraciones, la Dra.
Ferrioli ha salido no solamente ilesa, sino también algo más que fortalecida.
Ya fuera que se trate de descomprimir, de
transicionar ordenadamente, de sanear la institución y/o reconstruir la imagen del
IPVyDU, la resolución de
Manzur pareciera cerrar por todos lados. Mucho más si se considera que la nueva Interventora resulta pariente política del actual presidente
subrogante de la Legislatura,
Fernando Juri, y del hecho de que la funcionaria puede ostentar carecer de vínculo alguno con los sectores empresariales de la construcción, quienes ahora más que nunca anhelan los años de
José López.
Con el desplazamiento de
Paul Hofer y el arribo de
Claudio Maley; con la partida de
Roque Cortalezzi al Concejo Deliberante y la llegada de
Eduardo Jairala a la Caja Popular; y con la designación de
Noemí Ferrioli al frente del IPV, el Gobernador
Manzur parece haber dado un paso clave para empezar a liberarse de
la pesada herencia de José Jorge en el gabinete de Juan.
Todo parece indicar que la
fidelización de la estructura gubernamental será paulatina, y acorde al ritmo que le imprime
Manzur "El
tiempista".