El pierna sabe, tiene un millón de seguidores, da cátedra en las redes, pero se metió con el manto sagrado de la provincia, arrancó como un campeón, pero… VIDEO
Único.
Vos podés animarte a prepararles una paella a los gallegos, una pizza a los tanos, unos tacos a los mexicanos, unos niños envueltos a los de la Sirio-Libanesa, un morcipan a los porteños, un carlitos a los rosarinos, hasta unas empanadas a los salteños si estás de buen ánimo, pero lo que nunca te va a salir bien es animarte a preparar un sánguche de milanesa tucumano si no naciste aquí.
No queremos hacernos los gordillos ni los virueles ni mucho menos. No somos embajadores de nada, pero sí sabemos al igual que usted, querido lector, cómo se hace un sánguche de milanesa. Ya que le digan sandwich al sánguche es una patadita al hígado, pero se la dejamos pasar porque la noche está ideal para pedir un completo con picante.
El tema es cuando un chef porteño, que sabe, que tiene un millón de seguidores, que da cátedra en las redes, que maneja el mundo de la parrilla a través de LocosXelAsado invente. Y eso es lo que le pasó al joven cocinero del video cuyo currículum sería rechazado de inmediato en Los Eléctricos, un muchacho ya de por sí delgado que sería mirado de reojo en Pepe.
El tema es que el vago se puso a hacer todo casero: cortó la carne, preparó el pan rashado, metió la mila en aceite caliente, pero ya empezó a inventar: aparecieron unas berenjenas ahumadas, chamuyó un ají, experimentó una mayonesa y, cruz diablo, remató todo con el peor pan que alguien en la vida puede usar para un sánguche de milanesa tucumano: pebete… Miren el video si tienen dudas. Pero es como le comentó un muchacho: “Iba bien”. Iba. Ya no va.